21 Jump Street, más niños-adultos

En la tradición Pineapple Express, Superband  y Zack and Miri Make a Porno llega una nueva aventura para un público específico: adultos con síndrome de Peter Pan que añoran su juventud, 21 Jump Street. Sin embargo, algo tiene este tipo de comedia que funciona con sus propias reglas, el truco es “ponerse en neutral” y dejarse llevar por lo inverosímil de las situaciones en que los personajes del género protagonizan.

No falta el pastelazo, la broma boba y el guiño a la escatología, pero logra pasar como comedia “familiar” -el cine en que la vi había familias completas con niños bastante entretenidos- al representar situaciones con una lectura distinta dependiendo de la edad y referencias del respetable.

La simpleza de la historia permite que nos sumerjamos en la trama a los pocos segundos y que la personalidad de los personajes sea tan accesible como un pote de palomitas. Cabe destacar que en esta ocasión Jonah Hill deja de ser un gordo que lucha en cada escena por ser tan gracioso como El Señor Barriga y logra matizar y dotar de cierta profundidad a su personaje (hasta donde el guión se lo permite), lo cual se agradece y lo perfila como un actor con posibilidades para no encasillarse en este tipo de roles.

Channing Tatum es la réplica perfecta para Hill y  juntos fluyen armoniosa y cómicamente en este viaje que cuenta las aventuras de dos ex-compañeros de preparatoria que por azares del destino se convierten en una dupla de policías asignados a un comando especial que debe investigar un caso de tráfico de drogas en una preparatoria, y durante el curso de la investigación se verán obligados a interpretar personajes que distan mucho su verdadera personalidad.

Una fuerte carga homo-erótica (muy al estilo I Love You, Man, John Hamburg, 2009) establece el hilo conductor de las situaciones cómicas que sorprendentemente funcionan para todo público debido a la sutileza y casi ingenuidad con que son insertadas (quizá no tan sorprendente considerando que el albur es una práctica muy común en México) a lo largo de la película.

Muy interesante un sorprendente e inesperado cameo casi al final que da un toque refrescante de la película.

Sobra mencionar que la película se basa en la serie de 1987, que aunque originalmente fue un drama, queda en evidencia que con un guión adecuado funciona perfectamente desde otra perspectiva. Simpática sin duda y ya se habla de… ¿secuela?

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