A Serbian Film, los límites de la imaginación

 

Sé que varias veces he utilizado la frase “no es para todo público“. Y aunque generalmente me refiero a que el ritmo de la película en cuestión puede resultar demasiado “lento”, en este caso el término aplica en todo sentido. Las imágenes que contiene A Serbian Film (Srpski Film) no pueden ser más perturbadoras.

Si bien esta somera introducción podría remitir a Irreversible de Gaspar Noé (2002); I Spit on your Grave  de Meir Zarchi (1978);  The Human Centipede de Tom Six (2009); o quizá a Saló… de Pier Paolo Pasolini (1975), nada más alejado de la realidad.

En 2006 Giuseppe Tornatore filmó La Sconosciuta (La Desconocida) que el dramaturgo Sergio Zurita acertadamente describió como: “una historia sobre la aparente imposibilidad de los habitantes de los países balcánicos para escapar de su destino“. Y así es, en la obra de Tornatore Irena (Ksenia Rappoport) es una mujer que emigra a Italia huyendo de la red de prostitución que la ha reclutado y privado de toda esperanza de vida digna, amor y sobre todo libertad. La perestroika, que prometía ser una luz al final del túnel de privaciones y control que ejerció el gobierno ruso sobre millones de personas, en realidad únicamente  sirvió para dejar al descubierto profundas diferencias ideológicas, étnicas y raciales que permanecían latentes en muchas de las provincias del viejo régimen socialista.

Sin un rumbo claro y tras años de virtual aislamiento, las emergentes repúblicas independientes que constituyeron el bloque socialista se convulsionaron por años tratando de buscar una identidad propia e independencia económica. Este clima de incertidumbre colmado de grietas legales permite la aparición de grandes e importantes mafias dispuestas a explotar lo que pareciera ser el único activo con que contaban estos frágiles países a la deriva: la exótica belleza de su gente.

Si bien Tornatore trata el tema en tonos delicados y poéticos, el escritor y director serbio Srdjan Spasojevic no tiene contemplaciones para exponer de manera por demás brutal (según la RAE: propio de los animales por su violencia e irracionalidad) una alegoría (me niego a creer que dichas imágenes puedan, si quiera, reproducirse en la vida real) sobre la explotación sexual en su país.

Pulcramente editada y dividia en dos partes, A Serbian Film narra la historia de Milos (Srdjan Todorovic, Underground, 1995) un actor porno retirado cuyos problemas económicos le presionan para aceptar lo que podría ser el último y gran papel de su vida en una súper-producción que asegurará su futuro económico.

La primera parte de la película transcurre en narración lineal, y es a partir de la segunda mitad que el director utiliza recursos temporalidad alterada y flash-backs para narrar la indescriptible espiral de degradación y corrupción moralen que, de manera involuntaria, Milos se ve atrapado. La secuencia de escenas que incluyen violencia y sexo explícito buscan crear un shock en la audiencia, pero siempre con un propósito. Mezcla de leyendas urbanas y realidad tangible, A Serbian Film se desarrolla en un ambiente enrarecido que logra traspasar la pantalla y crear una mezcla de emociones en el espectador quién seguramente estupefacto, será testigo de inimaginables escenas gore-sado-masoquista.

Si bien la cinta es provocativa por sí misma en el texto subyace un argumento político que busca remover la conciencia y hablar sin tapujos sobre la doble moral. Si existe la pornografía es porque existe la demanda, a pocos interesa el precio a pagar para obtener esas imágenes que ayudan a sustraerse de la realidad, el placer carnal individual nada tiene que ver con esos personajes de fantasía que estimulan la imaginación, o eso necesitamos creer  para evadir nuestra responsabilidad en esta cadena de ilegalidad.

¿Cuál es el límite para innovar cuando nos movemos en un espacio atemporal y virtual? ¿Cuál es el límite cuando el objeto que proporciona placer es tan desechable como el pañuelo que se utiliza para limpiar el sudor post-coito, y no es más que eso, un objeto? ¿Cómo sentirnos responsables cuando hemos descubierto que en esta virtualidad nos proporciona un agradable sentimiento de exclusión de la sociedad, y por lo tanto de responsabilidades?

En buena medida ya no somos personas, somos imágenes en una pantalla, hologramas y avatares en redes sociales.

Perturbadora como es, A Serbian Film tomará días para digerirse y entender su premisa: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar? No es casualidad que esta película se geste en uno de los países con un alto índice de explotación sexual que incluye mujeres, hombres y niños por igual, como tampoco es casualidad la mancha de sangre en el mapa del cartel utilizado para su promoción.

A Serbian Film no es una película para todos, independientemente de su clasificación legal, deberá clasificarse por el nivel de apertura de criterio que tengamos, es importante advertir que las imágenes que contiene son intelectualmente devastadoras y con una carga moral extenuante respaldada en un argumento sólido que no requiere palabras, y seguramente nos obligará a re-evaluar los límites de nuestra propia tolerancia a nosotros mismos como sociedad.

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6 Comments

  • WOW… muy bueno en realidad, felicidades jjacob, la vi y de verdad solo fue por morbo dejame decirte que… es desagradable, (contempla esta palabra aun y con gran apertura la totaidad de la pelicula) aunque la foto es buena.

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    • Daniel agradezco tu comentario, y efectivamente la película está hecha para provocar, entre otros objetivos. Ojalá le dieras otra oportunidad (no en un futuro cercano, lo entiendo) y verla con una mirada fresca, lo peor ya pasó 🙂

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  • Y para abordar esos temas no es necesario realizas una pelicula como dicen arriba tan desagradable y propia de mentes enfermas, no quiero pensar que clase de sueños o mente tiene el que fue capaz de escribirla o dirigirla.

    Debo admitir que no la vi completa pero todo lo que aparecio en pantalla me parecio digno de alguien que no esta bien de su cabeza, aun considerando que se trata de ficcion y las personas que disfrutan de estos espectaculos me resultan igual de desagradables.

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    • Estimado Baker Boy, como siempre agradezco su comentario y aunque las escenas de la película son bastante “intensas” creo que es un ejercicio cinematográfico, eso deja de lado lo “desagradable” de las imágenes, pero que eso no nos distraiga del texto subyacente que es la denuncia. Difícil de ver, absolutamente, pero también considero es una cinta un tanto incomprendida.

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  • FUI IMPACTANTE TIENE COMO 6 MESES QUE LA VI.. ME DEJO MAS PERTURBADO QUE CUALQUIER PELÍCULA DE TERROR ..

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  • Yo la vi un dia que no tenia nada que hacer me esperaba muy poco de esta pelicula pero me encanto tanto que ya es una de mis peliculas favoritas

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