Annabelle: Creation, Sustos predecibles

El género del terror ha tenido sus momentos. Aquellas cintas que nos han dejado más que sustos y grititos pedorros, las que verdaderamente lograron jugar con nuestra mente y lograr que nos preguntáramos muchas cosas sobre el más allá.

Si usted recuerda cintas como The Exorcist, The Shining o más recientemente, The Conjuring no me dejará mentir, había algo más que expresiones de miedo. La psicología de los personajes y la narración, nos llevaban por caminos insospechados. Nos contaban una historia que desde una primera instancia parecía extraña y continuaba siéndolo de forma ascendente hasta llevarnos a un clímax que hacía aflorar todos nuestros miedos hacia lo desconocido, nuestros fantasmas y demonios internos. Por eso, a estas alturas de nuestras vidas, resulta casi imposible lograr lo que cintas como las antes mencionadas, cumplan con la expectativa de sacarnos algo más que un sobresalto en nuestra butaca. ¿Y qué cree? Que Anabelle Creation, se queda en ese montón que lo intentaron pero en ello quedaron.

¿De qué va?

Pues resulta que en esta cinta, como su nombre lo dice, podemos saber de dónde salió la muñeca diabólica. Y entonces nos cuentan la historia de los Mullins, que son una familia muy católica que tienen una niña y que por desgracia, pierden en un accidente. A partir de ese momento y ante la desesperación de su madre por querer contactar con la pequeña Bee, acceden a que un espíritu se pueda contactar con su hija muerta y se posesione de una muñeca. Porque el papá a eso se dedica, a hacer muñequitas. Y pues de ahí surge todo ¿Qué tal?

Luego del desmadre que Anabelle, (Bee para los compas) empieza a montar en la casa de los Mullins, sus papis se dan cuenta de que en realidad, se le metió el chamuco y hay que encerrarla en un armario; ya ven que es bien seguro.

Luego por circunstancias que hasta el final se comprenden, llegan a habitar la casa un grupo de niñas de un orfanato. Dos de ellas Talitha Bateman y Lulu Wilson Janice y Linda comenzarán a tener contacto con el espíritu-demonio de Anabelle tras encontrar la muñeca escondida.

 

¿Y entonces?

Mire, a mí me dio coraje, porque yo tenía entendido que según los críticos gringos más cabrones, le habían dado todas las estrellas a esta cinta, que se iba a convertir en un nuevo clásico del género y que bueno, poco le faltaba para convertirse en el éxito cinematográfico del año. ¡Patrañas! Anabelle Creation no es más que una precuela con errores de guion que no coinciden con las expectativas.

Una vez que la vea, se dará cuenta que el final parece haberse metido de forma forzada, como cuando uno mete la ropa en el cajón amontonada y éste no termina de cerrar por completo. Eso sí, si usted no ha visto la primera entrega correspondiente a esta muñeca, no entenderá el final de esta otra.

Yo digo que entre tanto demonio dark y estereotipos de una católica latina, se perdió la esencia de toda esta historia que nos han estado contando los Warren. Y en el último de los casos, tanta secuela y precuela terminarán quitándole aquello que tuvo The Conjuring y que tanto nos fascinó.

Vaya a verla, aproveche los sustos de su conquista en cuestión y abrácela. Vaya con su mejor amiga y cáguense primero del susto y luego de risa y si va usted solo, apueste a su yo interior a que es capaz de adivinar lo que va a suceder en la siguiente escena.

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Cat Movie Lee    


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