Bajo la Arena: Explosivo drama bélico lleno de corazón

El pueblo alemán ha tenido que pagar durante años los pecados cometidos por los nazis durante la segunda guerra mundial;  tal vez el castigo “más visto” fue el muro de Berlín que sufrieron durante 28 años, sin embargo hay muchos documentales donde se aprecia cómo los ciudadanos comunes tuvieron que ayudar a enterrar y mover cuerpos en los campos de concentración (recomiendo ver en NetflixNazi Concentration Camps” documental de 1945…si tienen estómago, yo no he podido terminarlo todavía), y otros casos donde los soldados alemanes que quedaron varados en otros países al terminar la guerra, fueron tomados por los locales como prisioneros.

En el último de los casos, se documenta que en Dinamarca, para poder regresar a su país, antes tenían que desactivar las minas que habían sido enterradas en lasplayas. Y de eso nos habla Bajo la Arena, nominada al Oscar como mejor película extranjera en la pasada ceremonia.

La historia relata como un grupo de catorce jóvenes, muy jóvenes, soldados alemanes son reclutados bajo el mando del Sargento danés Carl Rasmussen, para desenterrar y desactivar las minas en determinada playa. En caso de que no mueran o queden mutilados en el intento, podrán irse libremente a sus casas una vez terminado el trabajo.  Este sargento tiene un odio muy fuerte por los alemanes y nos lo deja ver muy claro en la primera escena, donde da tremenda paliza a un soldado que pasa por su lado. Él es el encargado de los jóvenes, los deja días sin comer y no le importa si mueren o quedan heridos, sin embargo poco a poco su humanidad le gana y empieza a ver a estos soldados como lo que son, unos niños víctimas de una guerra que no les correspondía.

Bajo la Arena es una gran película repleta de unas actuaciones entrañables; el Sargento es interpretado por Roland Møller, actor danés que empezó tarde su carrera ya que estuvo preso por delincuencia  durante algunos años de su juventud y tras salir de la cárcel, con 30 años cumplidos, se dedico a la música y la actuación.  Los jóvenes son interpretados por Louis Hofmann, Joel Basman, Mikkel Boe Følsgaard, Emil Belton entre otros, con gran soltura.

El director Martin Zandvliet logra mantenernos en tensión todo el tiempo,  como si estuviéramos en esa playa esperando oír explotar alguna mina, rodeados de grandes paisajes y una bellísima fotografía que se contrapone a l infierno vivido por aquellos jóvenes soldados.

Pero tal vez lo más bello de esta película es que muestra la humanidad, que a pesar de todas las adversidades y odios, el hombre siempre tiene algo bueno en su corazón que cede  hacia el otro, no importando su nacionalidad, raza y/o ideología. Una película que nos viene muy bien a estos tiempos locos de retrocesos, de atentados terroristas, de guerras sin fin. El ser humano, al final, es capaz de ser bueno aún lleno de odio.

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