Dos son familia: Ni hecha en Francia se compone

Corría el año 2013 cuando “No se aceptan devoluciones”  arrasaba en México con los records de taquillas colocándose, hasta la fecha, como “la película mexicana más taquillera de la historia”, a lo cual podría agregar un irónico: pésele a quién le pese.  Un éxito rotundo en México y en EEUU, noventa y nueve millones de dólares de recaudación mundial. Las noticias a su alrededor alcanzaban el tono de escándalo, muchos se llenaron de orgullo y muchos otros hicieron corajes monumentales llenos de indignación (por favor inclúyame en este último bando), cuando la gente empezó a clamar por su nominación al Oscar.

Como consecuencia del éxito de la cinta, los titulares de los derechos, en donde desde luego se encuentra Eugenio Derbez, lograron venderla a un par de buenos postores, entre ellos Francia y Brasil. Este verano los franceses toman la delantera estrenando su versión, que si bien está muy apegada a la historia original (de más), no deja de tener su toque personal.

El director seleccionado para este remake fue Hugo Gélin (Comme des frères) quien es prácticamente un desconocido, no obstante,  el que resulta llamativo en la cinta es sin duda Omar Sy, ya que se ha convertido en el obligado de las películas cursis de manufactura francesa desde su participación en ‘Intouchables’ (Amigos Intocables). Y no es que no me guste lo que el país produce, pero siendo honesta, con todo y que no es un actorazo, a él le queda mucho mejor el papel de galán mujeriego que a Don Eugenio.

En esta ocasión la historia gira alrededor de Samuel (Omar Sy), un vividor irresponsable quien de repente se entera que tiene una hija producto de una relación ocasional de la que ni siquiera se acuerda. Kristin (Clémence Poésy) deja en brazos de Samuel a Gloria (Gloria Colson), una bebé de tres meses de la que tendrá obligadamente que hacerse cargo.

La verdad es que no hay mucho que decir de la cinta, para bien o para mal en México nos fumamos la historia hasta el hartazgo y tal vez voy a arder en el infierno por lo que le voy a decir, pero me pareció más simpática la versión original. Sí, esa, la que incluye a Derbez. Ni modo ¿qué le voy a hacer?, no soy inmune ni a los albures, ni al doble sentido.

Visualmente ‘Dos son familia’ (Demain tout commence) es más elegante y el humor más refinado, sin que por eso pierda el empalagoso tono rosado. Sólo es más afrancesada para que me entienda. Se nota mucho la mano de la corrección política en la cinta, porque trataron con mucho cuidado las escenas que pudieran ser tachadas de maltrato infantil, esas que curiosamente fueron las que más hicieron reír por acá.  Fuera de eso es una copia exacta de la mexicana.

Al igual que la película madre parece más un comercial larguísimo alusivo al “Día del Padre” de tienda departamental cara con la etiqueta a la vista asomando muchos millones. Ese en donde todo es perfecto con un papá a toda madre que se comporta como un niño más, saltándose todas las reglas y obligaciones, ya sabe, de esos que nos encantan a las mamás mandonas.

Tal vez estoy siendo muy estricta con la cinta, pero creo que, al menos para México, es muy pronto para un remake de una cinta tan mala como exitosa. Seguro en otras latitudes encontrará público interesado, sobre todo si son niños que piensan que su divertido y desobligado padre es un superhéroe. Adultos responsables y de buen gusto cinematográfico, absténganse.

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