El papi de la semana: George Clooney

 

George Timothy Clooney, nace el 6 de mayo de 1961, es actor, director, productor y guionista, además de atractivo y elegante, lo que lo pone en la categoría de “estuche de monerías”, así como de “los maduros que cada día se ponen mejor”.

La familia de Clooney se destacó en el mundo artístico, la tía Rosemary quien fue actriz y cantante,  (fue además esposa de José Ferrer, quien a su vez, ganó el Oscar en 1950 por la interpretación de Cyrano de Bergerac), el padre: Nick Clooney, uno de los mejores presentadores de la televisión en Cincinnati; así que el pequeño George creció rodeado de cámaras y espectáculo.

Clooney prefería el béisbol —hubiera sido genial verlo en uno de esos entallados uniformes de beisbolista— pero el destino dio un giro cuando, al hacer una participación pequeña en una película, (que, de hecho, nunca se estrenó) Clooney se enamoró del cine. Muchos pensamos que Clooney se hizo conocido en la serie de televisión E.R., pero  en realidad ya llevaba una década haciendo pequeñas participaciones en series de televisión de baja audiencia.

En E.R. se nos cumplió la fantasía de apreciarlo en bata blanca, a ese Clooney, atractivo, sexy, maduro, crocante…  (quién no fantaseó, también, con ser paciente del famoso Dr. Doug Ross) algunas lloramos cuando abandonó la serie y saltamos de la emoción cuando,  algunas temporadas después, regresó a ésta.

Protagonizó en 1995 “Del crepúsculo al amanecer”, un thriller vampirístico de Quentin Tarantino,  haciendo el papel del hombre varonil, empistolado y mafioso.

En 1996 actuó junto a Michelle Pfeiffer, en “One fine day”, comedia romántica en donde interpreta a un reportero, padre soltero y rompe corazones, que se encuentra con una madre soltera arquitecta y comienzan un romance peculiar entre horarios infantiles, un día complicado y su historia en las relaciones amorosas. Clooney impecable en su traje: tierno como padre y caballeroso cínico… esa pimienta que nos vuelve locas.

En 1997 se pone el gran traje del caballero oscuro en “Batman y Robin”, (me parece que en esta cinta no tuvo un buen “desempeño”), y nosotras enrojecimos al ver esa mirada profunda y amable de Batman (quién hubiera rechazado la batiseñal). El porte lo tiene, pero para súper héroe le falta poquito.

En 2000 con “O brother, where art thou”, de los hermanos Coen, recibe aplausos de la crítica especializada, que calificó esta película como uno de sus mejores trabajos. Hablando de buenos trabajos: “El ocaso de un asesino” en 2010, aquí aparece un Clooney, más fermentado, macerado: más serio como actor, sin embargo, esto no le quita nada de guapo sino todo lo contrario. A decir verdad, me parece una película bien lograda, con un buen argumento: el asesino a sueldo, que debe cumplir con su última misión y al estar en el punto crucial le viene una crisis moral, debido al  contacto que tiene con la gente del pueblo.

Clooney, aun con mucho que dar que nos tiene reservado y que no tardará en mostrar, es el papi de la semana. Después de sus rompimientos y encuentros con el amor, Clooney, este buen cincuentón, galán impecable que se ha ganado el título del soltero más cotizado por varios años y no creo esté dispuesto a perderlo, ni por las curvas de la joven Stacey Keibler.

En tanto nos deleita con algún otro filme, les dejo esto para que tengan un buen día y, por qué no, una buena noche también.

 

Acerca del autor

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