Flight: El borracho salva el día

Flight es una de esas películas donde la frase “tiene sus momentos” aplica perfectamente, una cinta que si bien funciona gracias a ciertas secuencias y a sus actuaciones, presenta serios problemas en su desarrollo gracias al alejamiento del que alguna vez fue uno de los directores más prolíficos y versátiles de Hollywood, un Robert Zemeckis que se ensañó con el motion capture dentro de la animación dejando la ficción real que tantas glorias le trajo con películas y clásicos como Back to the Future, Forrest Gump, Who Framed Roger Rabbit? (Para su servidor su mejor film que combinó animación y personas reales) y Cast Away.

El regreso a dirigir una historia de carne y hueso le ha costado calidad narrativa a Zemeckis, entregando un producto arrítmico, que si bien guarda una excelsa exposición de su conflicto y un sublime clímax, también recae en su mencionado desarrollo en una serie de recursos visuales repetitivos y cierta previsibilidad que afortunadamente hace soportable otro regreso, que a diferencia de su director, si entrega un trabajo completo.

 

¿Mucho guion para el director?

El guion de Flight le debe su calidad a la estructura de su personaje principal, un capitán de vuelos comerciales adicto al alcohol y a las drogas. Con esto establecido en los primeros minutos el conflicto no se hace esperar, y es ahí donde Zemeckis parece que ha regresado avasallante y renovado en la que indiscutiblemente significa su historia más oscura y compleja: tras un fallo mecánico en el vuelo, el Capitán Whitaker realiza una maniobra muy peculiar que termina por salvarles la vida a la mayoría de su tripulación, 15 minutos de verdadero suspenso y tensión bajo una trepidante y elegante dirección soportados en una más que excelente labor actoral, en verdad, una secuencia memorable no apta para los que padecen de aerofobia.

¿El problema? Zemeckis a partir de aquí deja el listón muy alto (el cual no alcanzará sino hasta la resolución), haciendo que un buen guion con personajes interesantes se desperdicie con situaciones y momentos que nunca pueden servir de correcto equilibrio y que de hecho no transmiten la magnitud del conflicto plasmado. Pareciera incluso que el director podía haber pasado del accidente aéreo al juicio que se lleva a cabo hacia al final del metraje (debido a que la bizarra figura heroica se encuentra bajo investigación, gracias a que en su acto de valentía se encontraba bajo la influencia de varias drogas), sorteando un tratamiento no explotado y servido solamente a que el protagónico despliegue todas sus cualidades histriónicas.

A pesar del desliz, para el tercer acto Zemeckis nuevamente alcanza esa genialidad, ahora no con una secuencia trepidante, pero si con un acto de gran carga dramática que logra la misma explosividad, solo que ahora de una manera emocional. Un punto relevante también en la trama es ese comedy relief que precede y antecede respectivamente esos dos momentos que hacen que un fresco y original guion (nominado al Oscar) no caigan en el olvido.

 

Mucho reparto

Perdonemos a Zemeckis, pues si alguien y algo le salva la chamba es esa química que el cineasta mantiene con sus histriones los cuales se muestran perfectos, comenzando por una impecable interpretación de Denzel Washington, un antihéroe que marca el regreso a la calidad a la que nos tenía acostumbrados a finales de los 90’s y principios de la década pasada. Denzel (Ya nominado al Oscar y a varios galardones por este papel), se transforma en ese ente adicto de manera terrorífica, transmitiendo esa desfachatez, complejidad y hasta comicidad que un personaje como estos conlleva de manera muy natural y veraz; sin duda una de las mejores actuaciones del 2012 que alcanza su clímax en un juicio catártico que por sí solo le regalaron las variadas menciones a su trabajo el año pasado.

A Denzel se le une una cara bonita y talentosa, la de la actriz Kelly Reilly, la contraparte femenina que significa la redención del protagonista, sin embargo, es su papel el más intrascendente gracias a que su aparición está ligada a todos esos momentos en donde el relato pierde su ritmo y brillantez. Una lástima. Pero por otro lado tenemos a ese personaje que no solo sirve como nexo para los momentos más fuertes y dramáticos, sino que también significa el comedy relief de la cinta que mantiene un plausible equilibrio para la narración; John Goddman recuerda a su papel en Big Lebowski, y de paso hace gran mancuerna con Washington, también robándole la atención en todas sus pocas pero geniales escenas juntos.

 

¿Hay que verla?

Claro que sí. A pesar de que Zemeckis paga sus facturas en cuanto a su alejamiento de sus estándares acostumbrados, el experimentado cineasta entrega un correcto film de grandes momentos, pero sobre todo, de grandes actuaciones, en especial la de un Washington sublime.

Si cortamos la escena final y uno que otro cliché americano que hacen que la película se asemeje a un documental sobre auto ayuda más que a una ficción debilitando el conflicto principal, estaríamos ante una mejor suerte o incluso ante una película que hubiera sido mayormente galardonada, sin embargo, la pura secuencia inicial vale el boleto ¡Ya no digamos la catarsis de su clímax! En donde Denzel regresa a ese nivel histriónico y en donde usted espectador se debería salir sin ver el agregado moralino de la historia (Créame, me lo agradecerá).

En conclusión, una buena cinta que esperemos pase a la posteridad por marcar el retorno de manera aceptable de un director que entregó alegrías y clásicos al séptimo arte (Recemos para que no vuelva al motion capture); Flight no alcanza ese estatus, pero si resulta ser una grata experiencia audio visual

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


3 Comments

  • La vi la semana pasada y sinceramente creo que es de lo mejor que he visto en lo que va del año (The Master ya la tengo, pero aun no la veo). La actuación es muy buena, demasiado, no le veía tremendas tallas a Denzel desde Training Day, tanto incluso que al final *spoiler* no quería que fuera a la cárcel y perdonarle todos sus excesos.

    No es para nada una de esas cintas que uno va al cine solo para pasar el rato. En verdad se disfruta. De la dirección y su arritmia estoy de acuerdo, pero eso no le quita el morbo que nos provoca la vida de The Whip.

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    • Si, la verdad que uno siente lo que Denzel pasa en pantalla y ese es el gran valor del film y de su actuación mi estimado monarca.
      Le agradezco su comentario y es bueno que alguien no haya dejado pasar una buena pelicula, señal de que si lee su Pronostico Palomero eehhh XD
      Saludos!

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