Foxcatcher: Cuando la actuación no puede limpiar la cochinada

Lo que acaba de pasar con el director Bennett Miller es bastante inusual. Si bien el neoyorquino cuenta aún con una joven carrera, lo que había demostrado con la inquietante Capote y la espléndida Moneyball era que su sello de garantía muy particular se cimentaba en poder narrar con gran soltura, agilidad y complejidad pasajes basados en la vida real de una manera que dentro de la ficción parecían incluso más relevantes, en otras palabras, dichos sucesos tomaban mayor importancia dentro de la adaptación cinematográfica que en el plano real, haciéndolo un director ejemplar para el manejo de dichas historias desde su planteamiento, estructura y posterior desarrollo.

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Desgraciadamente en su tercer film, la terrible y decepcionante Foxcacther, pasa todo lo contrario, pues Miller acaba de extirparle el alma a un suceso por demás interesante (Al menos en su propuesta y su lugar en la historia americana moderna), que conforme arrastra una serie de errores progresivos en su metraje de principio a fin, se va tornando por demás nefasta e insufrible al grado de no saber que carajos se quiso proyectar, transmitir o narrar tanto la misma historia como sus personajes, estos últimos víctimas de una pérfida dirección.

Foxcatcher es mala a tantos niveles que lamentablemente sus buenas actuaciones son anuladas por una propuesta automática que se queda apenas a un milímetro de asimilarse a un melodrama o mini serie televisiva de poca monta, confirmando nuevamente que el pasado Festival de Cannes contó en su lista de contendientes a la Palma de Oro con más penas que decencias, con más asquerosidades que regocijos. Foxcatcher es definitivamente, una de las mayores decepciones del pasado año, reflejo de la tendencia pretenciosa del 2014 e irónicamente una de las más pobres contendientes por el Oscar 2015 a pesar de las nominaciones que se pudiese llevar.

 

Inservible guion, llana dirección

¿Por dónde comenzar a enumerar todos los fallos de esta mala broma? Comencemos por los principales culpables: los guionistas E. Max Fry y Dan Futterman, los cuales al escribir el libreto obviaron que los personajes deben de contar con “motivos” para su accionar al menos creíbles o de perdida justificados. La tragedia del relato es tan débil que uno nunca logra comprender los motivos que impulsan a los 3 ejes protagonistas a embarcarse en las complicaciones por las que pasaron en sus vidas.

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El mayor ejemplo de este desacierto extravagante se podría referir en la misma sinopsis, pues la historia de la relación entre el magnate y ultra patriota John DuPont y los dos hermanos medallistas olímpicos Mark y David Schultz desembocará en el asesinato del último por parte del magnate, manager y también supuesto esquizofrénico, sin embargo los porqués, las causas y las consecuencias son tan absurdas (Aclaro, en su contexto cinematográfico), que el espectador no logra conectar debido a las casi nulas razones provistas, mucho menos crear una empatía, lástima o repudio hacia nada ni nadie que se presente en el film (La última escena de la película es tan ajena a todo el relato que incluso parece otro film o una babosa secuela).

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Sin motivos aparentes, sin una lógica en sus secuencias (Mucha de la trama está narrada a través de retazos sin nexos y saltos en la historia incomprensibles) y a través de un desarrollo plano, aburrido y demasiad cansino hasta técnica y visualmente, es el turno de Miller para redimirse con algún pico narrativo que denote una inyección de intensidad al supuesto tono de suspenso de la historia, pero desgraciadamente no hay nada, no hay clímax, y al final todo se resume en un giro ya sabido por todos que al igual que toda la cinta decepciona en su concepción, narración e impresión visual ¡Vergonzoso!

Al final Miller se convierte en víctima y socio de esta tabla narrativa, pero despiadadamente intenta salvar su pellejo refugiándose en el último rubro que queda aún exento de esta catástrofe: la actuación. La pregunta es ¿Será suficiente?

 

¿Carell maquillado salva la casa? No lo creo

La respuesta es no, no es suficiente. A pesar de que las interpretaciones de dos de los 3 ejes protagonistas son soberbias, sus desempeños quedan a la deriva sin una base ya no digamos coherente, sino al menos decente. Por si esto fuera poco, Tatum viene a empeorar el caótico ambiente con una actuación sobrevalorada a base de pucheros y entrenamiento físico que si bien pudo impresionar a todos en los avances rompiendo vidrios y bufando como vaca con sed, a la hora de los verdaderos chingadazos actorales queda muy por debajo de sus dos contrapartes.

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Por una parte tenemos a  Carell y su excelente actuación, pero también la principal en ser afectada por las carencias del libreto y la dirección. El conocido por la comedia se convierte física y emocionalmente en John DuPont, un cruento personaje que logra sacar algún repudio o comprensión por parte del espectador, pero que lamentablemente queda en el olvido gracias a que Miller y sus dos ineptos guionistas decidieron no brindar una correcta delimitación o explosión a su personaje.

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Ciertamente el menos escupido por esta catástrofe es Mark Ruffalo, pues su personaje se encuentra separado de cierta parte del vehículo principal de la trama, razón que le permite otorgar una soberbia interpretación como David Schultz, la víctima en cuestión (De merecer una nominación y/o un premio, sin duda Ruffalo es el indicado por parte de toda esta cochinada)

 

¿Hay que verla?

No. En la opinión de su cazarrecompensas preferido no hay que perder el tiempo con una cinta que deliberadamente busca eso: perder tiempo en un metraje forzado, pretencioso y escondido cobardemente detrás de su cuadro interpretativo.

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Foxcacther es una de las razones por las cuales un director como Bennett Miller debería comprender que con su calidad también necesita meterse al rubro del guion si es que quiere tomar la relevancia objetiva alguna vez en su carrera. Por el momento, esta piltrafa pasará a la historia como un anecdotario del maquillaje chistoso de Carell

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


5 Comments

  • O sea, nuevamente le echas la culpa al director de que no te enteraste de nada 😛
    Cierto es que varias de las motivaciones del Schultz chico y Du Pont se encuentran sugeridas más que explicitadas, pero ahí están, así como su mensaje respecto a la busqueda del éxito tanto de Du Pont como de Schultz. No entra en mi top del año, pero es una película bastante buena.

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    • Mi estimado es que es exactamente eso, el director no encauda y el guión no profundiza. De los actores no hay queja jajaja

      Saludos estimado gracias por la opinión

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  • Tienes los dedos llenos razón, tus palabras parecen ser sacadas de mis pensamientos … Desde los primeros 5min de la película te das cuenta que el ritmo será igual a principio y fin (lento y carente de todo) yo la verdad tomaría la cinta original y la quemaria junto con el disco arrasando de Thalia.
    Y por otra parte… Que no mencionaron en este espacio…. Se dieron cuenta que el equipo de maquillaje era pésimo??? Los implantes eran tan obvios como los seguidores de la reina cabezota en Alicia.

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    • Muchas gracias mi estimado, ya se unió al club de los que odian esta lenta, aburrida y pretenciosa cinta
      Lo del maquillaje que menciona es para destacarse, un clavo mas al ataud

      Saludos y gracias por comentar

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