Gifted: Melodrama cliché con un don excepcional

¿Han sentido esa culpable pero satisfactoria sensación en la que al terminar de ver la película ya sabían todo lo que iba a pasar y en lo que se iba terminar? ¿Que pese a ser un melodrama sensiblero de argumento reciclado, lloraron y se emocionaron como si las tragedias y las dichas de sus protagonistas las vivieran en carne propia? ¿Que si la pasaran una y otra vez en televisión o si estuviera en Netflix ahí anduvieran viéndola cuantas veces sea necesario? Pues bueno, vayan agregando Gifted a esa lista, dramón de toques infantiles que significa el comienzo de una nueva etapa para el aún joven cineasta Marc Webb, que tras haber destruido al SpiderMan de Sony, se resetea de la manera más simplista y loable posible para entregar un emotivo cuento doméstico.

Con guion del también novato Tom Flynn, Gifted cuenta la historia de una niña genio que tras quedarse huérfana, es criada por su tío, el cual la educa para que esta se pueda integrar a la sociedad y pueda llevar una vida normal, alejada de todos los excesos y la explotación de la que fue víctima su difunta hermana. El problema viene cuando se aparece de repente la abuela, “la explotadora” en cuestión, que viene a llevarse a la niña para que esta pueda alcanzar su potencial intelectual. Esto obviamente desatará una lucha familiar–legal entre madre e hijo por la custodia de la pobre nieta– sobrina.

A pesar de que el argumento no es nada nuevo, el desarrollo de Webb y las situaciones descritas por Flynn proveen a esta familiaridad de una cierta chispa, llamémosle en este caso “un don”, que si bien no es único, si parece ser excepcional para la narrativa, haciéndola prescindir de cualquier esbozo de la lágrima fácil para centrarse en la creación de una empatía hacía con los vivos y muertos de la trama gracias a una correcta estructuración de los mismos. Así, la artificialidad que suele opacar este tipo de relatos es aquí eliminada casi en su totalidad para dar entrada a una progresión natural de los hechos, causas y consecuencias de esta trifulca familiar.

Aludiendo a todas las reglas del género, podremos así encontrar una pila de elementos a manera de lotería: “el gato”, “la nana”, “la maestra”, “el bully”, “el bulleado”, “la difunta”, y por supuesto a nuestro par protagónico, “la chiquilla” y “el tío”, foco de atención de Webb en donde se concibe una tragicómica relación paternalista y en donde también estas incidencias alimentan de una u otra manera un conflicto predecible que al final encuentra muy buen puerto y momentos.

En el aspecto histriónico, Chris Evans confirma un crecimiento actoral–dramático elogiable, una versatilidad sorpresiva contrariada a su trabajo de tiempo completo como el Capitán América, ¿será que el superhéroe irónicamente le ha ayudado a evolucionar? Sin embargo, aquí la que se carga la trama al hombro es la espectacular, carismática y cautivante chiquilla genio que Webb dirige como pez en el agua; gracias a McKenna Grace, tanto director como guionista pueden ubicar sus mejores diálogos y situaciones para que el reparto, y en especial la dupla tío–sobrina, puedan encausar una química que luce casi en su totalidad honesta y fuera de todo artífice melodramático, al grado de justificar con bastante astucia cierta paja narrativa–contemplativa enmarcada con diálogos espirituales y estilizados con una fotografía y ambientación por el manual, patrocinada por tomas playeras y puestas de sol.

En el reparto complementario quizá encontremos su principal fragilidad, y es que en contraparte a la estructura del núcleo familiar (a la que se suma la abuela interpretada por la veterana Lindsay Duncan), todos los demás involucrados, principalmente Octavia Spencer y Jenny Slate, padecen de un acartonamiento e inutilidad dentro del contexto que al final restan puntos al ejercicio final.

Un drama tan convencional como entrañable gracias a una serie de elementos que hábilmente sortean la manipulación emocional, Webb logra intimar con el espectador y encausar una serie de buenos momentos actorales que surten efecto inmediato en el agradable desarrollo del film. Al final es una de tantas, pero tiene un toque especial que la distingue dentro de toda esa mediocridad. Se recomienda ir en familia.

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


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