Great Expectations, la amargura de no poder ser

 

“El destino ayuda a quien lo acepta y arrastra a quien se resiste”

Séneca

 

Siempre he creído que creer en mancias, ídolos y cualquier poder mágico es poner en manos del azar nuestro propio destino, posición cómoda para evitar responsabilizarnos de nuestras propias acciones. Trabajar para lograr nuestras metas es, desde mi percepción, la única forma de alcanzar el éxito.

Sin embargo, parte de ése éxito se alcanza mediante la conciencia de establecer metas realistas para evitar un profundo sentimiento de frustración, lo que a su vez involucra el aceptar nuestras propias limitaciones, considero que esto es importante para establecer los caminos que podremos transitar hacia nuestra sana independencia y madurez.

Preguntarse “para qué” deseamos llegar a dichas metas, cuál será la satisfacción y ganancia personal, con qué elementos contamos, quienes son las personas adecuadas que deben rodearnos para adquirir el conocimiento necesario para formarnos un criterio propio y permitir que fluya una intensa y enriquecedora retroalimentación y crecimiento constante.

Las metas pueden ser modestas en apariencia, pero altamente gratificantes a nivel personal y social. Volar, encontrar el camino rodeado de conocimiento y establecer objetivos cada vez más elevados en crecimiento constante es posible. Vivir creciendo, observar aprendiendo.

Great Expectations, cortometraje dirigido y escrito por el rumano Alexei Gubenco, es una visión agridulce sobre el destino, las limitaciones y el precio de la libertad. Colgado de un tendedero pende un blanco pañuelo que anhela volar más allá de sus posibilidades y deberá pagar el precio por ello. Una anécdota animada impecablemente contada cuyo subtexto se dirige a la conciencia personal y social.

Las interrogantes fluyen como una pesada cascada sobre la nuca al enfrentarnos a una velada realidad que, aunque cotidiana, preferimos ignorar para evitar pesadas anclas que eviten liberar la imaginación y capturar los sueños en una jaula de gris realidad, frenar la carrera hacia nuestra propia utopía personal y personalizada con anhelos muchas veces inalcanzables.

Great Expectations (2008) ofrece una extraña sensación de libertad cautiva que deriva en un poco grato sentimiento de frustración, el vuelo del pañuelo, escaso distancia pero de una altura insospechada sólo es comparable con la pesada y desgraciada caída en arrastra en su caída una avalancha de falsas esperanzas y sueños guajiros. Soñar aunque sea por un rato tiene un precio cuando se hace sin conciencia, y la realidad cobra su cuota de amargura con creces. Volar sin aprender. Aventarse desprovisto del mínimo sentido común, Great Expectations es una obra indispensable en toda videoteca puede verse aquí.

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Equipo editorial de Cinescopia.


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