Joyas Ocultas de la Animación: Anina (2013)

Hola amigos ¿les ha pasado que es fin de semana y no tienen ganas de hacer absolutamente nada? De esos días que uno dice hoy voy a ver tele y a comer chatarra todo el día… me lo merezco.

Bueno, así estaba yo la semana pasada y soy de esas que siempre anda buscando cosas nuevas que ver. Yo no veo las series que están de moda, o esas de las que todos hablan, no, siempre busco otras cosas, cosas distintas, cosas que pueda uno recomendarle a sus amigos estando segura que nadie las ha visto. Es así que en mi búsqueda en Netflix me topé con esta película que es coproducción Colombia-Uruguay, Anina.

Anina es una película animada de 2013 dirigida por Alfredo Soderguit con una protagonista única, una capicúa. Anina Yatay Salas tiene 10 años y odia su nombre capicúo (palíndromo, cada uno de sus nombres se lee igual de izquierda a derecha y al revés. Sus compañeros se burlan mucho de ella debido a esto pero ella como toda niña linda, inteligente y bien portada no les hace caso, hasta ese fatídico día en el recreo.

Por mañas del destino, que seguramente no quiere a las capicúas como ella, se enfrasca en una pelea a golpes, con Yisel, a quien ella llama ‘la elefanta’, pero la pelea salvaje es detenida por la maestra más pero más siniestra de la escuela, quien sin escuchar razonamientos la lleva derechito a dirección donde en castigo le es entregado un sobre negro cerrado, más bien sellado con cera y que en su interior contiene el castigo de Anina que se hará efectivo en una semana. Hasta entonces ella y la niña con quien se peleó deberán cargar a diario ese sobre con su castigo y entregarlo en una semana sin el sello roto, para que juntas descubran su castigo. De aquí para adelante comienza la tortura, porque no se le puede llamar de otra forma al hecho de querer frenar la natural curiosidad de un niño de 10 años.

La historia de Anina es una historia sencillita, de esas que uno le leería a sus hijos en las noches que al final tienen una moraleja, que aquí sería nunca juzgues a las personas sin conocerlas, pues no sabes por lo que están pasando.

Es tan sencillita la historia que no le contaré más y lo animaré a que junto a su familia se disponga a reír con las aventuras de esta singular soñadora que ha visto la luz por vez primera en 2003 del puño del escritor uruguayo Sergio López Suárez.

Lo que me parece interesante es cómo Anina llegó al cine. Resulta que el escritor  Sergio López, escribe y dibuja sus propias historias, pero con Anina, por primera vez le solicita a otro dibujante que se encargue de las ilustraciones. Ese otro dibujante es nada menos que el propio Alfredo Soderguit, también uruguayo y que labora en un estudio donde desarrollan animaciones basadas en libros ilustrados y ahí es donde nace la idea de que Anina se convierta en una película animada que finalmente es el mismo Soderguit quien termina dirigiéndola.

Los dibujos son una bella remembranza de la infancia del espectador, llenos de color pero sencillos y vívidos, todos recordamos haber tenido en la primaria a ese mejor amigo, a ese compañero odioso, a la maestra mala y la maestra tierna. Anina es un canto a la niñez, a la curiosidad, a los sueños; es una historia preciosa que no debe dejar pasar querido lector, estoy segura que para un domingo familiar es una opción que como adulto lo llevará a recordar y a sus hijos los ayudará a madurar y enfrentar esos miedos que todos tenemos en nuestro paso por la escuela.

Ojala le den una oportunidad a esta cinta que ha sido galardonada en diversos festivales alrededor del mundo… sumérjase en el mundo de Anina y aprenda junto con ella algunas lecciones de vida.

¡Hasta Pronto estimado lector!

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