Lars Von Trier, ícono de una época (parte 1 de 3)

A manera de celebración por el estreno comercial de Melancholia del 21-26 de mayo en el marco del 32 Foro de la Cineteca Nacional  me permitiré recordar tres obras del polémico, pero siempre genial directos danés Lars Von Trier, pionero del cine dogma. Muchos aún recordamos la lamentable presentación de Melancholia en el festival de Cannes el año pasado durante la cual atestiguamos la presencia de un perturbado, confuso y confundido Lars que trastabillaba al tratar de explicar por qué (según él) “entendía a  Hitler, pero aceptaba que había hecho algunas cosas mal”, una avergonzada, suplicante y sorprendida Kirsten Dunst, protagonista de la película, deseaba ser “tragada por la tierra” o quizá salir corriendo de la sala de prensa. Tema delicadísimo en países que participaron en la segunda guerra mundial.

El veredicto de quienes conocemos su obra es sencillo: Lars debe dedicarse a hacer películas y dejar los medios a quien sepa manejarlos. Resultado, fue declarado persona non grata en Francia.

No es de sorprender que este evento y su consecuencia haya eclipsado la importancia de una película que debiera ser considerada una pieza de excepcional madurez e intensidad argumental y belleza visual pocas veces vista en la pantalla.

Otra obra pilar del maestro Von Trier, quizá la más conocida y poco comprendida es Dogville, una cinta cuyo desarrollo  milimalista  extremo resulta casi insoportable para algunas personas. Concebida como la primera parte de una trilogía cuyo objetivo es construir una intrincada e incisiva crítica a la sociedad, organización política e hipocresía norteamericana, Lars se apoya totalmente en el guión y casi deja de lado “muletas visuales”, lo que constituye el mayor reto para el espectador quien debe construir todos los elementos escenográficos necesarios para construir la historia a partir de apenas unos cuantos trazos dibujados en el piso del escenario, que bien recuerda los foros de teatro universitario o experimental.

Es este factor el que obliga al espectador a concentrarse en la trama que gira en torno a Grace Margaret Mulligan (Nicole Kidman), una fugitiva aparentemente indefensa que llega a un poblado ubicado en el estado de Colorado, EUA, y cuya población la acoge al verla desvalida y en peligro.

Sin embargo, Grace quien personifica la bondad y tal como su nombre lo indica la “gracia”, deberá enfrentar la mezquindad y avaricia de un otrora pueblo gentil y amable. Divagando a ratos entre la perversidad natural en el humano y su civilizada tendencia a matizarse as sí mismo, Dogville es una profunda reflexión sobre la naturaleza humana.

A medida que transcurren las casi 3 horas del filme el espectador se encontrará nadando en un espeso mar de emociones que hará difícil tomar partido por cualquiera de los personajes que intervienen en la historia, y que en un momento dado revelan la perversa dualidad que todo humano vive en el día a día, rasgo que le impide desligarse de su origen salvaje definitivamente.

El nivel de crueldad que logra Lars encuentra su punto máximo en el niño del pueblo que experimenta una perversidad “naturalmente pura”. Grace es sobajada, humillada y sentimental y corporalmente abusada, agudizando su crítica hacia el pueblo norteamericano, al retratarlo como hostil y abusivo.

Si Melancholia se vio envuelta en el escándalo y restó puntos a la honestidad del trabajo del director, Dogville no corrió con una suerte distinta cuando, quizá muchos de ustedes no recuerden, declaró haber basado su guión en experiencias de “amigos” y no en su experiencia personal, ya que él “jamás ha estado en los EUA, ni tenía interés en visitar ése país” debido a su miedo a volar.

Desde luego, este argumento fue utilizado para tratar de descalificar la cinta, pero el hecho es que su fuerza y nivel de perfección echa por tierra cualquier intento de descalificación.

Polémica, perfecta y potente, Dogville se ha ganado un lugar en la historia del cine como una de las cintas más originales y honestas jamás rodadas.

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3 Comments

  • Ricardo Palafox May 24, 2012 @ 9:53 am

    Te parece Von Trier de los mejores directores de la época actual?

    En lo personal me parece sensacional, a veces necesito de mucha concentración para poder ver sus películas que son buenísimas pero difíciles de ver.

    Dijiste que hablarías de tres películas y solo has hablado de Dogville, podrías tratar a Rompiendo las olas que en lo personal es la mejor película de los últimos 20 años.

    Saludos

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    • Buenos días Ricardo, efectivamente, a título personal considero a LVT uno de los mejores directores contemporáneos junto con Bela Tarr y otros, aunque como bien apuntas, en ocasiones es difícil de ver, sin embargo creo que de vez en vez en buena idea ver historias no tan “digeridas” que representen un reto para el espectador. Esta noche abordaré “Antichrist” y precisamente mañana por la noche terminaré con “Breaking The Waves” que, como también mencionas, es una joya de la cinematografía. Agradezco profundamente tu comentario y confío no sea la última vez que escribes.

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