Libros que merecen llegar al Cine: El Padre Elías

Soy fan de Dan Brown (EUA, 1964), lo confieso. Sus novelas son ficción pura pero tremendamente entretenidas, además de invitar a documentarse sobre la realidad de los hechos narrados en sus páginas. No obstante, me atrevería a decir que con The Da Vinci Code (2003) inauguró lo que yo llamaría el Thriller Religioso , subgénero, digamos, con una fórmula típica: La Iglesia Católica, compuesta por pérfidos y nefarios sujetos enfundados en escalofriantes sotanas, se reúnen en siniestros templos para planear cómo subyugar a la humanidad con la ignorancia y la superstición mientras entonan terríficos cantos en latín, el idioma de todo mal, y deben ser derrotada por intrépidos jóvenes, invariablemente ateos o agnósticos, que representan la modernidad triunfante sobre el oscurantismo.

Lo he dicho ya: La Iglesia Católica se vende bien como villano. A eso sumemos la consigna “progre” que establece que solo el cristianismo puede ser atacado, pues hacerlo con otros credos menos taquilleros es un delito de odio, intolerancia, racismo, xenofobia y la puta que los parió…

Es precisamente en esta época de franca cristianofobia que Michael O’Brien (Canadá, 1948) emerge con cierta valentía como un artista plástico y escritor católico. Con un completo desapego a las normas literarias “progresistas”, en 2006 reeditó su obra más importante, aunque por desgracia poco conocida y que hoy nos ocupa: El Padre Elías, Un Apocalipsis, originalmente publicada en 1996.

Se trata de una novela de suspenso que plantea una premisa inquietante: El Anticristo está entre nosotros, emergiendo como un popular y ciertamente admirado político, a un paso de lograr la dominación mundial.

 

¿De qué va?

David Shaeffer, rebautizado como Elías, es un solitario y taciturno sacerdote carmelita radicado en medio de la nada y cuya vida ha sido plagada por la tragedia. Judío polaco, pierde a su familia entera durante el Holocausto del cual él apenas pudo escapar. Académico destacado, logra importantes posiciones dentro del gobierno de Israel y encuentra la felicidad al lado de una amorosa esposa, solo para verse de nuevo abandonado cuando esta y el hijo no nato de ambos perecen en el enésimo bombardeo del sempiterno conflicto Israel-Palestina.

Busca entonces refugio en la fe, abraza el catolicismo y se ordena sacerdote, adoptando el nombre Elías. Como si su vida no fuese lo suficientemente miserable, recibe del Santo Padre una misión terrorífica y prácticamente suicida: encontrar y vencer al Anticristo, quien camina entre nosotros.

La Iglesia Católica es perseguida por poderes públicos, los cuales se aglutinan poco a poco en una figura, El Presidente, un hábil y carismático político, dirigente de la Unión Europea y exitoso en la visión de unificar el poder mundial bajo una sola visión, claramente libre de la represora religión.

Elías deberá descubrir si El Presidente es el Anticristo y luchar por su conversión antes de que lleve a la humanidad a una era interminable de oscuridad.

 

Intriga, misterio y fe

Una novela de lectura amena y ritmo ágil, contiene altas dosis de misterio que logran el cometido de tener al lector al borde de cada página. Contiene además inteligentes diálogos de naturaleza introspectiva, análisis de la situación teológica actual y ciertamente elementos doctrinales cristianos.

Elías no solamente debe lidiar con fuerzas infernales y terrenales hostiles al mensaje cristiano, sino también a las tentaciones mundanas, en especial cuando conoce a Anna Benedetti, parte del círculo del Presidente con sus propios motivos para acercarse al político y que hará tambalear las convicciones del trágico cura.

Asesinatos, traiciones y fenómenos paranormales harán las delicias de lector a la vez que, en caso de ser creyente, le brinda amenos momentos de recogimiento espiritual. En cierta forma, el infeliz Elías es una alegoría de la propia Iglesia: firme pese a la adversidad y ataques por todos los frentes.

Y el terror, por supuesto, está presente: el viejo dragón, como es llamado aquí Satanás, siempre tiene trucos bajo la manga. Pero ¿que podría causar más miedo que saber que el Anticristo podría no ser un diablito pícaro y bailarín sino un humano muy real y ávido colaborador del mal?

 

¿Por qué debe llegar al cine?

Cuenta con todos los elementos para una entretenida película de terror y misterio, con la variante de no darnos un héroe joven e intrépido sino un atormentado anciano que enfrenta el mal más grande imaginable con todo en contra.

En una época de polémica religiosa y encarnizados debates sobre la validez de la fe, una historia diferente en la que el macabro Vaticano no es el villano a vencer sería una verdadera bocanada de aire fresco.

Acaso sería necesario diluir los aspectos doctrinales de la obra, que podrían ahuyentar o confundir a la audiencia no creyente, y centrarse en el misterio y la sutileza de las señales que podrían o no confirmar que El Presidente (con un escalofriante parecido a figuras como Justin Trudeau…quien alcanzaría el puesto de Primer Ministro de Canadá muchos años después de la publicación de la novela) es el Anticristo y retar la inteligencia del espectador.

 

Conclusión

Si son fans del género de terror, no dejen de conocer esta obra que trae el miedo infernal muy, pero muy cerca de nosotros. Y cuando se sientan imponentes ante los retos de la vida, piensen en Elías y encontrarán un buen modelo motivacional.

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Acerca del autor

Dr. Dark    

Médico de profesión y cinéfilo de corazón. Amante del buen cine y destructor del que no lo es.


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