Momentos Favoritos de la Televisión: Remi, el niño de nadie

Para los treintones y un poco más viejos la infancia se desarrollo en la calle. No existían los videojuegos, no existía internet y básicamente no existía la tecnología. Lo más tecnológico que existía era el juego electrónico de FRED.

Eran bellos tiempos donde los niños aún corríamos como locos despavoridos por las calles y no estábamos obesos, disfrutábamos los placeres simples de la vida como ganarle en el base ball a los niños de la otra cuadra o sacar la canica más bonita del ‘ahogado’. Las madres podían estar seguras que no había nada indigno de verse en la TV. Tal vez lo más indigno sería ver Alf queriendo comerse un gato.

Así pues las tardes eran del tío Gamboín y las caricaturas ¡Y que caricaturas! Mi favorita y ciertamente la que veíamos todos en mi casa, incluida mi mamá, era Remi. Sobra decir que llorábamos a diario.

remi

La historia de Remi (El Niño de Nadie) está basada en la novela Sans Famille del escritor francés Hector Malot y cuenta con 51 capítulos, cada uno de los cuáles es más triste que el anterior. Yo creo que las madres nos querían torturar o nos estaban preparando para lo peor porque la historia a pesar de ser muy bella te hace llorar porque te hace llorar. Y nosotros lo hacíamos a diario.

Y es que cómo no sufrir con la historia de Remi, un niño feliz que a los 8 años es vendido por su padrastro a un músico ambulante y es separado de su madre que hasta ese momento descubre que no es su verdadera madre. Poco a poco va entrando al mundo del circo ambulante del Señor Vitalis. Haciéndose amigo de los animales que les acompañan para después irse desprendido uno a uno de ellos.

En los primeros capítulos vemos como Remi pierde a sus amigos Servino y Dulce a manos de una jauría de lobos hambrientos en un crudo invierno europeo en el que se refugian ya sea en algún granero si les dan permiso o en alguna cueva húmeda.

remi y sus animalitos

Después pierde al Señor Vitalis, el anciano que lo compró y se ganó su corazón pues a pesar de ser duro le brindó al niño más amor del que jamás había conocido antes, excepto aquel que le diera su madre. El Señor Vitallis lo preparó para la vida, le enseñó el valor del trabajo, la honestidad, la amistad y le mostró que no importa que tan dura sea la vida hay que ‘caminar, siempre adelante, camina siempre adelante hijo’ … El capítulo donde muere el señor Vitalis en medio de la tormenta de nieve cubriendo a Remi con su cuerpo para que no muriera también es una de las cosas más desgarradora que un niño de 8 años podía ver en la vida en ese entonces. Y descubrir la ironía de la muerte a la puerta de una casa que pudo haberles salvado, te enseñaba que la vida es injusta y no perdona.


Cuando Remi descubre que el Señor Vitalis era una antiguo cantante de ópera, famoso en todo el mundo, es que aprende el valor de la humildad y el terrible final que puede uno tener al ser orgulloso. Así, solo en compañía del único perro y amigo que le quedaba (Corazón Alegre, el hermoso mono actor murió tiempo antes de pulmonía, mientras daba su mejor actuación en el escenario improvisado) partiría a buscar a su verdadera madre,descubriendo que es la señora Milligan a quien tiempo atrás había conocido y le había brindado una calidez que hasta entonces le era desconocida. Y en el camino conocería a innumerables personas que se convertirían en sus amigos de por vida.

Remi era de esas viejas caricaturas que estaban llenas de valores olvidados hoy día. De esas que se antoja ver como pretexto para soltar una lágrima, de esas que los niños irrespetuosos y chiflados de hoy deberían ver junto a sus padres quinceañeros para que juntos aprendan que la vida no es un lecho de rosas y que hay que ser valientes y salir y darle la cara sin rendirse, caminando adelante, siempre adelante.

 

Etiquetas:  

Acerca del autor

Cinescopia   @Cinescopia   cinescopia.com

Equipo editorial de Cinescopia.


9 Comments

  • Quizás de lo mejor de la serie fue precisamente su final, pues ahí refuerzan toda la enseñanza de la caricatura. Muy triste caricatura, pero muy buena.

    Saludos

    Reply
    • Muchas Gracias por comentar.
      Si, ciertamente una serie que marcó a varias generaciones. Muy Triste pero no podías dejar de verla.

      Hasta pronto 🙂

      Reply
  • Eso si, por mas milagrosa que haya sido la curación de la amiga muda de Remi, no podria soportar tener una novia que me grite al oido mi nombre 100 veces por minuto… REEEEEMIIIIII…. REEEEMIIIIIIII…..

    Reply
  • Ah, otra cosa.. nada mas dificil para una persona de nuestra generacion que oir el ending de Remi sin pensar que algo triste y doloroso habia ocurrido segundos antes…

    tun tun tun caminar…. nooooooooo corazon alegreeeee…. tun tun tun a correr… SEÑOR VITALISSSSS…… tun tun tun caminar… POR QUE LE CAMBIAS MAMAAAAAAA?…

    Reply
    • jajajajaja totalmente de acuerdo. Que buenos guiones los de esa serie porque cada capítulo uno llraba un litro de lágrimas y te dejaban con el jesus en la boca hasta el día siguiente…

      Gracias por comentar, esperemos verle de nuevo por estos rumbos.

      PD sigo llorando por el señor Vitalis T_T

      Reply
    • Crecí viendo Remy, entre otras series, tengo arriba de 30 años y hoy en día, con 3 hijos, siempre que voy con ellos a cualquier lado caminando, siempre les cantó el ending de Remi, en lo personal me marcó esa canción, me gusta bastante y yo se las he cantado a mis hijos desde que están pequeños y a ellos les ha gustado y se la saben, aunque no conocen de donde es o porque la canto, espero poder conseguir la serie y al igual que yo, ojalá disfruten viendola.

      Reply
      • Buenos días estimado.
        Si sus hijos son pequeños es la mejor edad para que vean la caricatura antes de que sus mentes se saturen de videojuegos violentos. Siento que poco a poco se pierde la bonita costumbre familiar de ver caricaturas en familia y comentarlas. Básicamente porque no hay mucho de donde agarrarse pero Remi, Bell y Sebastian,Candy y Heidi, son buenos ejemplos de caricaturas con valores que ya casi no existen que se pueden rescatar para ver en familia.

        Gracias por su comentario. Buen día.

        Reply
  • Así es, eran caricaturas que inculcaban valores. Snif, snif, snif, snif

    Reply
  • Mi papa la veía con nosotros, y definitivamente nos marcó, yo lloraba con cada capítulo, sin duda nos enseñó a valorar muchas cosas, y hoy día como adulto aún disfruto verla y aunque sigo llorando, me encanta ver que aun en la peor de las circunstancias se puede salir adelante.

    Reply

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

*

*