Momentos Favoritos del Cine: Witness for the Prosecution

¿Conoce usted a Billy Wilder? ¿Ese director visionario creador de joyas como Sunset Blvd., The Apartment o Some Like it Hot? Pues mi gran recomendación y momento favorito de la semana se trata sobre este verdadero genio del cine que entre sus cintas no tan conocidas podemos encontrar la magnífica Witness for the Prosecution. La razón de su poca alusión dentro del cine la desconozco pues calidad posee, incluso esta película fue por mucho tiempo confundida como una de Hitchcock debido a la mezcla tan efectiva de suspenso y comedia característica del director.

El filme es más que un drama judicial, pues como su nombre hace referir, la historia va de un juicio. Éste se centra en Sir Wilfrid Roberts (Charles Laugton), un prestigiado abogado con problemas de salud que defenderá a Leonard Vole (Tyrone Power) quien es acusado del asesinato de una viuda adinerada. El problema reside en la falta de coartada por parte del presunto asesino, siendo la única persona que puede ser testigo a favor del acusado Christine (Marlene Dietrich) pero cuya condición de esposa resultaría poco convincente para resolver el caso.

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Lo cierto es que Wilder acierta conjugando un guión ágil, grandes actuaciones y una dirección objetiva de un drama que apuesta por la delegada línea entre lo predecible y/o lo cliché, pero que hábilmente logra resolver con un desenlace que resulta conveniente pues difícilmente pasará inadvertido.

La sala  de cine recomienda que para un mayor entretenimiento por parte de sus amigos que aún no han visto la película, se abstenga de revelar el secreto del final de Witness of the Prosecution (sic).

Entonces llegamos a nuestro momento favorito: sí, el final. Es por eso que si usted no la ha visto debe abstenerse de leer esta parte y volver cuando lo haya hecho pues en éste es que encuentra su mayor labor el filme. Y es que después de dudar tanto si el acusado es o no culpable (en momentos muy evidente y otros con el privilegio de la duda), el misterio por fin es revelado por una magnífica y cínica Dietrich que demuestra que es capaz de hacer cualquier cosa por amor, además de probar que su astucia al final resultaba más eficiente que el mejor abogado de la ciudad. Genialidad que duraría solo instantes para ella pues el destino le daría una bofetada cuando resulta que el hombre al que salvó en realidad prefiere a otra; situación tan divertida que da pie a un final brillante pues todos los papeles se invierten y ahora Sir Wilfred ayudará a quién tanto despotricó a evadir la cárcel por perjurio.

 

 

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Acerca del autor

Kim Tobias   @kimm_tobias  

Enamorada del cine clásico y los guiones astutos. También odio los finales felices... ["La estimulación visual es la razón del cine. De otra manera podríamos simplemente apagar las luces y llamarlo radio" R.A.]


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