Monsieur Lazhar, la vida es aprendizaje

Si lo que vas a decirme [sobre mi alumno] no es bueno, la verdad o de utilidad, entonces ¿para qué quieres decírmelo?

Sócrates

Ser docente es un oficio para el que se nace, difícil aceptar este reto si no se hace por amor, amor al prójimo, a la sociedad y a uno mismo. Parase frente a un grupo de escépticos por naturaleza y moldear sus mentes con ningún arma más que la palabra y el lenguaje corporal es un reto monumental. El educando debe creer, antes que en la asignatura que se esté impartiendo, en quien la imparte. El profesor es antes que persona ejemplo, no sólo científico, también de vida, es líder natural y fuente de experiencia siempre generosa e inagotable.

Para el profesor no basta conocer, su necesidad de compartir ése conocimiento se finca en una inagotable esperanza en que el ser humano es perfectible, se enorgullece del alumno que le mejora y es puente entre sus superiores y sus alumnos, el profesor es pues, un utópico emprendedor de sueños siempre anclados en la ciencia quien armado con armas invisibles se dispone día a día a liderar un ejército de personas hambrientas de vivir y perdidas en la ignorancia, es por lo mismo, guía.

Psicólogo empírico, el profesor además se erige como medio de catarsis consciente de su papel como padre sustituto de la vida fuera de casa. El profesor alienta a pensar y establece retos que deben librarse utilizando la lección enseñada, pero además es el amigo que escucha y observa como paciente depredador cualquier indicio de deserción o posible situación  que pueda interferir con el objetivo para el cuál ha sido creado su puesto: aprender.

El profesor es, por lo tanto, una especie de titiritero que busca mantener a flote un barco tirando los hilos de una vida vivida en varios escenarios conciliando su vida personal con su vida laboral, las cuales son a final de cuentas una sola. La docencia como fuente diaria de crecimiento profesional estrechamente unida al crecimiento personal. Vivir para servir.

Basado en el personaje de la dramaturga Évelyne de la Cheneliére, el director canadiense Philippe Falardeau desarrolla en Monsieur Lazhar un personaje tridimensional bordado a partir de su tragedia personal y posterior evolución.

Bachir Lazhan (Mohamed Fellag) es un argelino refugiado en Canadá quien en recuerdo de su esposa, una activista argelina fallecida durante un atentado en su país natal, busca curar sus propias heridas rindiendo un personal culto a la memoria de ésta. La casualidad llega en su ayuda y abre el camino para que logre su objetivo. La muy poca científica casualidad. El suicidio de una profesora en una escuela pública de la población ofrece  la oportunidad para que Bachir se cuele y juegue el juego de la vida.

Abandono y aprendizaje, pero sobre todo el instinto de supervivencia conviven en un aula de clase que en toda forma es un reflejo de cotidianidad, una muestra representativa y descarnada de la sociedad donde durante el transcurso de las horas de clase la piel se va aclimantando y despojando sus capas, como el hogar temporal que es, una vez hecho nuestro se vuelve un refugio donde el sentimiento aflora y mostramos nuestra cara más secretamente oculta a la sociedad. En este marco, el dolor, amor, miedo y vergüenza alcanzan su nivel máximo buscando respuestas, las mismas respuestas básicas que impulsan al hombre de ciencia a aventurarse y proyectarse en pos del bien social a través del conocimiento ordenado.

Bachir no sólo busca un refugio físico sino espiritual que llene el vacío de la muerte de su esposa,  los niños buscan a su vez respuestas que les permitan continuar. Solos con su alma y cercados por las estrictas normas que una sociedad ajena a esa otra realidad ha implantado en la simpleza de su percepción, donde profesor alumnos se encuentran y desencuentran día a día, donde estos perdidos personajes buscan cogerse de las manos para continuar.

Monsieur Lazhan es otra mirada a un tema ya antes visto, una mirada tan refrescante como conmovedora, que deja patente que los grandes efectos especiales del cine son los se originan en el corazón de los personajes y se manifiestan a través de los cuerpos de los histriones que se emocionan y conectan con el público. Alejado de la espectacularidad y lágrimas de cocodrilo (Dead Poets Society, 2009) Monsieur Lazhan se clava en la memoria y corazón de todos aquellos que una vez amamos las aulas. Asimismo, es una lección de vida para quienes consciente o inconscientemente regresamos las mismas aulas como docentes para continuar aprendiendo.

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9 Comments

  • Increíble película, gran reseña! por favor mi estimado colega, dígame que hay posibilidades de ser proyectada en este país!!

    Realmente me intereso mucho la película, yo también haré mi labor por saber cuando llega a estos lugares.

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  • Estimado Arquicruz, si se encuentra en México la película aún se encuentra en exhibición en la cadena Cinépolis de toda la república. Agradezco su comentario.

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  • Me enamoro aquello de el “utopico emprendedor de sueños”, de acuerdo con Arquicruz, gran reseña

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    • Benjamín Llamas, agradezco su amabilidad y le invito a continuar leyendo nuestras reseñas que se hacen con la intención de dar una guía objetiva sobre la pasión que compartimos, el cine. Reciba un cálido saludo de su servidor.

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  • Ya la apunte en mi lista mi estimado Jacob, aprovecho también para darle el welcome back! No deje a sus fans (el cazarrecompensas incluido) desamparados

    Saludos colega

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    • Don Oscar, siempre será un placer y orgullo contar con su opinión y guía en esta cosa del séptimo arte, un fuerte abrazo mate!

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