22 Jump Street; Más de lo mismo no significa fracaso.

Nota: Esta cinta vio su estreno en tierras americanas en Junio 13 del presente año.

 

¿Quién dijo que más de lo mismo es malo?

El presente año no ha sido particularmente el mejor para el género de la comedia. Con ejercicios que van desde lo mediocre (Neighbors, A Million Ways to Die in the West) hasta lo infumable y catastrófico (Blended, The Other Woman, Tammy), sorprende darte cuenta que hasta ahora una de las comedias más disfrutable del año se presenta con este mediocre pero inteligente y divertido ejercicio que repite su fórmula narrativa y cómica para seguir ofreciendo frescura dentro de esta pseudo-corriente humorística que por las redes conocemos como “Bromance”, la cual ha visto sus mejores proyecciones en un par de tipos que aman la mariguana  (Rogen y Franco) tanto como yo amo a Margot Robbie desde que la vi en cueros posando para un tal lobo de una tal Wall Street.

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Fue hace dos años cuando la dupla directiva Phil Lord-Christopher Miller (junto al escritor de ScotT Pilgrim vs. The world), siguiendo con la corriente humorística Apatow, ofreció con 21 Jump Street, una comedia verdaderamente disfrutable que tomaba como referencia la serie televisiva de nombre homónimo e incluso supo introducir un cameo que le quedó como anillo al dedo. El argumento era sencillo y los momentos cómicos eran certeros y algunos de ellos verdaderamente bizarros (¿Quién no recuerda las fases en los efectos de la droga?). Dos años más tarde nos encontramos ante la secuela que no es tan secuela porque –sin spoilers- prácticamente estamos viendo la misma película. El guion así lo plantea e incluso se jacta de ello a principios de la cinta para que el espectador se entere de que la dupla directiva no intenta engañar a nadie: verás más de lo mismo. Y eso es precisamente lo mejor.

 Hay que aclarar que al ver 22 Jump Street no puedes esperar una innovación en su formato ni vuelta de tuerca en sus ideas y la forma en que las proyecta. Cómo dije, para placer del espectador, estamos frente a una copia casi exacta de su predecesora y dentro de esta concepción aceptaremos que a pesar de ello, nos encontramos frente a un filme plenamente disfrutable que hace gala de bromas más agudas y humor aún más negro que se permite hacer sátira incluso sobre sí misma. (Mención especial para la secuencia de créditos)

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Así pues, la trama gira de nuevo en torno a una nueva droga sintética que está siendo comercializada en el colegio (Puedes esperar otra psicodélica escena pos-consumo). ¿Es esto malo? En lo absoluto, estas auto-bromas se introducen de forma inteligente y precisa para que pases cerca de dos horas riendo y riendo aún más mientras eres testigo de cómo un par de inadaptados ahora engrandecidos por su más reciente logro sufren de bullyng por su propio jefe al no poder resolver un caso exactamente igual, mientras intentan mantener el balance en su relación ¡Qué hermosoooo!

Cero pretensiones en una comedia que no busca engañar a nadie y que ve sus puntos fuertes en un sentido del humor ácido, en ocasiones involuntario pero inteligente, y un desempeño actoral acorde a la naturaleza del relato, elemento que abordaré a continuación.

 Channing Tatum (Jenko) y Jonah Hill (Schmidt) son los principales artífices –otra vez- del éxito en 22 Jump Street. Cuando un actor se convierte en la extensión de su contraparte, cada escena es proyectada con la fluidez y naturalidad siempre tan necesaria en el género cómico. Y es que estamos hablando de un icono y principal referencia en el género humorístico desde ya hace varios años (Superbad, 2007), el gordito californiano Jonah Hill sigue demostrando la facilidad con la que se le dan este tipo de papeles siempre aunados al gag físico y los libretos que le favorecen a través de líneas verdaderamente hilarantes con el humor negro como bandera. Uno de ellos que ya le ha valido una nominación al Oscar por actor de soporte (The Wolf of Wall Street).

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Quien sí sorprende en el papel es el siempre venerado por el respetable público femenino: Chaning Tatum. Quien se esfuerza en actuar y recibe esta vez más peso en la construcción de la subtrama “bromantica” ya vista también en la entrega original y ahora focalizada en los “problemas de pareja” entre el dúo policiaco. Y siendo dotado por los escritores de escenas con mayor valor humorístico, una de ellas especialmente graciosa –no spoilers- en donde se burla de su jefe el Capitan Dickson luego de descubrir un pequeño secreto.

Además, cabe resaltar que el resto del casting cumple en el rubro histriónico aferrándose a la naturaleza de un relato que no se toma en serio a sí mismo en ningún momento. Ice Cube, para gracia o desgracia de adeptos y detractores respectivamente, también toma parte del festín cómico con un mayor grado de intervención. Así mismo, Jillian Bell es una grata integración al reparto.224

 22 Jump Street se resume en un ejercicio cómico que prescinde de cualquier atisbo de innovación o cambio en sus bases argumentales y humorísticas. Lo sorprendente es que el humor logra trascender esta falta de “creatividad” gracias a lo bien que son ejecutadas sus secuencias humorísticas y la forma en que se presentan el gag físico y el slapstick ensalzados en un recipiente de verdadera sátira. Es imposible no recordar el “Caso Hangover” que tras dos secuelas terminó siendo una trilogía de a 30 pesos usada en un tu videoteca más cercana.

Desde la opinión de este servidor 22 logra alcanzar el nivel de frescura y genialidad de 21, aun cuando vemos una copia con unos cuantos cambios aquí y allá. Evidentemente el film falla en ciertos segmentos y bromas, particularmente la inclusión de aquellos gemelos del colegio me pareció un fiasco y ese giro de tuerca hacia al final del metraje resulta forzado y hasta cierto punto predecible. Aun así hay que aplaudir la habilidad de sus directores para maquillar los defectos narrativos que por naturalidad conllevan este tipo de relatos y con ello ofrecer una cinta de disfrute del más puro y sincero. Y es que no estamos ante una comedia come-cerebros sino, de nuevo, ante un ejercicio que conserva frescura e inteligencia suficientes para hacer valer la pena su visionado en las salas comerciales.

¿Esperar una tercera parte? Irónicamente repetir la fórmula otra vez sería el declive de la franquicia. Quedémonos por ahora con un bastante entretenido blockbuster para el disfrute en un fin de semana sin mucho que hacer.

Posdata: No se pierdan la escena pos-créditos.

 

 

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