Danny Boyle “en trance” sin iluminación

Atención: Spoilers

 

Cuestionando acerca de la vida y su paso por nosotros, estaba en la indagación de ¿cuando las personas se hacen viejas? no en el sentido cronológico, sino espiritual. Llegue a la conclusión de que en muchas casos (no en todos) la gente se vuelve “vieja” cuando se vuelve mediocre y conformista. Boyle fue un cineasta bastante dotado en las cuestiones visuales. Sorprendió a todos con su primera obra Shallowgrave (1994) su mejor película en términos de guion; e impacto en los 90s a nivel mundial con su soberbia y espectacular Trainspotting (1996). Su última gran película, sin aun venderse, fue la inquietante y pionera en el subgénero de zombies 28 days laters (2002). Después de esto, la conformidad y burguesía de Boyle poco a poco le fueron quitando las ganas de seguir demostrando que aun es un buen director de películas (ya no hablemos de filmmaker).

Trance (2013) es un film con tintes de thriller “psicológico” con “giros que pretenden mantener al espectador “promedio”  en suspenso. Simon (James McAvoy) un subastador de bellas artes, hace equipo con una banda criminal para robar “El vuelo de las brujas” de Goya. Sin embargo, durante el atraco recibe un fuerte golpe en la cabeza, se despierta para descubrir que no recuerda dónde escondió la pintura. Cuando amenazas y torturas físicas fallan en un intento por hacer que diga la verdad, el líder de la pandilla (Vincent Cassel) contrata a una terapeuta de hipnosis (Rosario Dawson) para que pueda recuperar la memoria. ¿Interesante? Parecía…

Ojala alguien me hipnotizara para borrar la experiencia de ver esta película

El problema de un thriller psicológico mal concebido, es que se cree que las “variantes mentales” (llámese memoria, olvido, hipnosis, etc.) pueden ser incluidas en una producción cinematográfica desde el punto de vista de la ciencia ficción; es decir poder combinar todos estos elementos partiendo del cliché clásico de las películas en donde un protagonista presenta un periodo de amnesia debido a un golpe y lo recupera gracias a otro.

A diferencia de películas como Eternal Sunshine of the Spotless Mind (2004) en donde las variantes mentales son concebidas desde un entorno netamente de la ficción científica, Boyle nos sumerge primero en un thriller, después en un argumento científico para después meternos con base a giros malogrados a la cuestión ficcional, que ya para ese entonces el espectador se harta puesto que nunca se puede enganchar con el relato a la carrera.

Mas allá del planteamiento inconexo (recordemos que Boyle filmó esta película entre las últimas olimpiadas y sus momentos de “descanso”) otro fallo del film es la poca química entre los tres protagonistas y su pobre dirección actoral: McAvoy en su papel de bueno malo, Cassel en el de malo bueno y Dawson (la más perdida de los tres) en el cliché de la científica, sexy, vulnerable pero fatal.

El otro problema, es que algunas tomas de transición  en la película, carecen del “estilo” del director, (si es que aun podemos hablar de un estilo) y pareciera que Danny, solo supervisó las secuencias que estaban en conexión directa con los momentos importantes de la cinta.

Boyle quiere hacer polémica pero no puede

Desde su anterior cinta (la pobre y aburrida 127 hours, 2010) Boyle pretende mover fibras sensibles con poca inteligencia y bajo el juego chapucero de presentar un escena poco  nada relacionada con el guion. En esta ocasión no es la excepción y trata que el espectador “inteligente” se sorprenda antes situaciones forzadas y con un claro motivo para que uno diga que aun en Hollywood el director puede meter escenas para escandalizar. Evidentemente no lo consigue. La primera de ellas es la escena de Rosario Dawson desnuda y centrándose en la vagina depilada, so pretexto de que es una conexión fuerte entre el protagonista y sus múltiples experiencias entre el olvido y el recuerdo.

La segunda escena es la del balazo propinado a Cassel bajo un estado de onírico (el cliché del cliché) que si bien funciona por los efectos especiales bien logrados, se presenta innecesario ya en el momento en que la película son puros giros y giros desesperantes.

 

A tipos como Boyle, los espectadores deberíamos castigarlos

De cierta manera las películas de Danny marcaron a gente de mi generación. Ofreció un panorama distinto entre las películas conformistas y sin compromiso, versus experiencias cinematográficas mas allá de un Renton drogándose o  una traición de amistad por dinero. A cineastas como el ingles, los espectadores deberíamos castigarlos por haber sido representantes de algo y ahora estar en la cómoda del mainstream y no arriesgarse ante nada y ante nadie. ¿Cuál sería el castigo propicio? La vida les está dando una lección de decrepitud, sin embargo mas allá de cuestiones filosóficas, el castigo propicio es no ir a ver sus películas; porque mas allá de salir con una mala experiencia cinematográfica, uno sale con la sensación de que la gente carece de compromiso, el compromiso de ser sincero y honesto con tu trabajo.

Etiquetas:  

Acerca del autor

Cinescopia   @Cinescopia   cinescopia.com

Equipo editorial de Cinescopia.


4 Comments

  • Dr. Waters:

    Me resulta extraño ver a alguien que se declaró fan de alguien terminar mentándolo. Cierto que la película falló en muchos aspectos y los giros después de un rato terminan cansando (de cierta manera me recuerda al final de Wild Things en el que pusieron todos los giros de último minuto). Pero James McAvoy y Vincent Cassel en mi opinión lo hicieron bien (de Rosario Dawson ni hablamos) y la banda sonora se acerca a la de Millions (a Trainspotting y Slumdog no las van a superar). Yo siento que si hubiera durado cerca de 2 horas y media creo que hubiera funcionado (pues en algún momento sentí que estaba viendo Inception), sin embargo, tomando en cuenta que sus películas no duran más de 2 horas y que la más larga suya es La Playa, hablamos de una hazaña imposible. Lo que más me molestó es que hubo un momento en que la trama se desinfló y dejó de interesarme hasta el final donde ya explican todo lo ocurrido.

    Y no se preocupe, yo sentí lo mismo cuando Tim Burton se prostituyó.

    De fan de Boyle a ex-fan de Boyle, le mando saludos.

    Reply
    • Sr. Cirujano:
      La banda sonora, con excepción de dos tracks, es mediocre. Ya no esta a la vanguardia musical Boyle. Aun no se porque a mucha gente le gusta Slum… en eso si estoy de acuerdo con mi estimado Feet; es una de las películas mas sobrevaloradas de todos los tiempos. Y fíjese que un gran fan de Boyle no puede ni debe dejar de ver la mejor película de este ex gran director. Váyase de volon a verlaaaaa.

      Reply

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

*

*