Evaluación cinematográfica del 2010. Parte 5.

¿Y México?

La audiencia cinematográfica de México fue víctima de un complot que traspasó los límites del arte, al presentar producciones que pretendían imprimir un nacionalismo bastante mermado por la situación política y económica actual. El complot llamado “Cine Bicentenario” fue un chiste a la calidad del arte y a la inteligencia del espectador.

La primer realización de dicho complot fue una mezcla y compilación de noticias actuales vistas a diario en México en los principales noticieros televisivos en “prime time”, las cuales informan y dan a conocer la penosa situación en la que el país se encuentra sumido visto desde un punto de vista ¿satírico? Este híbrido resultante también del cáncer del cineasta mexicano por repetirse a si mismo hasta donde el espectador se lo permita fue “El Infierno” ¿El culpable? Un Luis Estrada con tendencia a vender y posicionar una imagen vergonzosa del mexicano en la escena internacional. No se puede negar la calidad en la producción y el rubro histriónico de dicha cinta, factores con los cuales cautivó a un par  de medios impresos especializados que tuvieron la hipocresía de haberla llamado “la propuesta rebelde del cine bicentenario” ignorando como es de costumbre (y por convenios previos con la productora) la falta de originalidad y atrevimiento de una propuesta repetitiva, engendro de una situación actual que se refleja en la cultura, el lenguaje verbal, la información en los medios y el hablar diario en México. Una radiografía más de un país castigado, ajena a cualquier ficción y que no ofreció absolutamente nada, que junto con una repetición histriónica de un comediante de la televisión mexicana llamada “No eres tu, soy yo”, se hicieron de la taquilla durante este año: 130 millones de pesos. Sin comentarios.

Estas dos películas se unieron a otras más apegadas al objetivo de promover las festividades por el Bicentenario y Centenario de la independencia y revolución mexicana respectivamente, en una etapa del cine nacional nunca antes vista: Una estrategia publicitaria envidiable a través de todos los medios de comunicación y de promoción posibles (T.V, radio, anuncio espectacular, parabus, valla e Internet) así como también inundando los complejos de salas cinematográficas en forma de displays, avances en todo estreno previo y con un número de copias mucho mayor al promedio de la gran mayoría de las producciones mexicanas ¿El resultado? Dos principales adaptaciones mediocres que pese a la inversión en su producción quedaron varadas en el olvido no sólo de este año sino también en el del cine mexicano.

La primera: “El Atentado”, basado en el libro homónimo de Álvaro Uribe, marcó el regreso de uno de los cineastas más reconocidos de México: Jorge Fons. La cinta toma un hecho poco conocido en la historia mexicana, pretendiendo con muy buenas intenciones y con un costo de 76 millones de pesos, salir de lo estipulado y buscar una brecha de ese cine con poco contenido tan mencionado en este escrito. Sin embargo nos volvemos a encontrar con los pecados que acarrea el cine mexicano actual: una historia plana, llena de clichés en sus diálogos y que buscando crear personajes entrañables al querer dotarlos de personalidades e historias secundarias ficticias (gracias a la libertad en la adaptación), muere en el intento. Pese a eso, la obra de Fons ofrecía artísticamente mucho más que las cintas de Estrada y Derbez, además de contar con la fortaleza de lucir una trama histórica y una gran producción ¿El resultado? Sólo 10 millones recaudados de los 76 invertidos.

Hidalgo: la historia jamás contada” fue el segundo filme refugiado y favorecido por dicha mercadotecnia. La historia del libertador de México tuvo una recepción mas cálida en la taquilla (50 millones; 10 mas de lo invertido) debido al morbo de observar a ese personaje histórico tan glorificado en los textos como alguien adicto a muchos excesos de la vida, factor reforzado incluso en su promoción por el desnudo de una las actrices más bellas de México: Ana de la Reguera. En el nombre de su cineasta lleva su penitencia. Un Serrano que es la viva imagen de la mediocridad en la industria fílmica del país, que si bien libra una pizca de decencia con una ambientación que nos transporta al año 1800, nunca existió lo “revolucionario”,  lo “audaz” o lo  “atrevido” de su propuesta.

Por un lado, una de las contrincantes del “Cine Bicentenario que se quedó en la lona fue sin duda la de mayor calidad: “Chico Grande” de Felipe Cazals, que retrató el “western” mexicano en la piel de soldados villistas y su mismo general en una historia de ficción situada dentro del marco histórico de la Revolución Mexicana. Una propuesta fresca que sólo estuvo 1 semana en cartelera recaudando solamente 2.5 millones de pesos, lo cual demuestra que en su caso, la sociedad no estuvo dispuesta a entrar a su proyección, (ya sea por ignorancia o por el poco conocimiento de la cinta) factor atribuido a su poca distribución y nula promoción. En consecuencia a esa escaza semana de proyección, nosotros cinéfilos, no podíamos dejar pasar la obra de Cazals, verdadera propuesta rebelde que usa la ficción a su favor aun situándola en un contexto real y que ha recibido críticas halagadoras de parte de los círculos internacionales, y decidimos pecar contra nuestro arte a falta de una oportunidad para apreciarla como se debió haber merecido por el límite de tiempo impuesto al filme.

Chico Grande” es reflejo de todos aquellos filmes que son víctimas de un racismo cinematográfico nacional e internacional. Verdaderas obras de arte que son menguadas en su proyección y promoción por las superproducciones nulas de estructura y de cualquier cualidad. El producto bueno se produce poco, se distribuye menos y por lógica, se adquiere escasamente.

Continua en la sexta y última parte…

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


7 Comments

  • ¿Qué me dices de Revolución?

    Se distribuyó de manera distinta al resto de los priyectos cinematográficos nacionales y tiene algunas cosas rescatables. Personalmente me gustaron los cortos Este es mi reino y R100 y en general hay buen desempeño técnico y de producción.

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    • De acuerdo con usted Sr. El Fett olvido mencionar algo sobre este colectivo que sin duda fue de lo mejorcito que nos entrego el llamado “cine bicentenario”. Seguramente olvide tomar mis calmantes al recordar a Eugenio Derbez y Luis Estrada y mi mente se nublo.

      Gracias por hacer la mención y espero que le agrade la siguiente entrega.

      Saludos.

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  • Alguien mate a Luis Estrada. Gracias.

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  • Es cierto y es bien “sabido” por todo el mundo el ratraso que ocasiona la pirateria y el manejo burgues del producto cinematografico en la primer instancia de reepcion del capital, oseae el cine (polis). Tambien deberia ser bien sabido por todos que no son la unica propuesta de cine en la ciudad.Y guardo un minuto de silencio por el extinto cine del bosque.Nombres como el cineforo,El convento, la video sala del Hospicio y la del CAAV son prpuestas que se levantan dentro del urbe tapatio, entendamos tambien en los conocidos monopolios y los “mecenas” del cine mexicano, instituciones gubernamentales, bancos, empresarios derechistas, que por que por algo tienen dinero. bueno en fin son regularisaciones, el que paga manda y asi queda mermada la capacidad dramtica y fil,mica de los directores nacionales y mexicanos( separemos los conceptos).
    Asi que el cine(polis) y la pirateria no son los absolutos guillotineros de las propuestas filmicas en el paiz.

    continua en comentario parte 2

    saludos

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    • Mas claro ni el agua señor Ivan. Desgraciadamente existen muchos factores que afectan este arte y que nos llevan entre las patas. Sin embargo como usted lo dijo “el que paga manda” y tal como lo comenta el sr. Salvador tambien es cuestion de educacion. Siento que en nosotros esta la solucion pese a las varadas y distintas formas en las que se puede presentar el problema, de las cuales en este especial solo se citaron algunas que a mi punto de vista acarrearon a que este 2010 fuera no solo sufrido sino tambien mediatico parauna posible solucion.

      Agradezco su comentario y no vi la parte 2 jajaja. Saludos.

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