Kung Fu Panda 3: El Guerrero Dragón encuentra el yin y el yang

A veces sólo tenemos que esperar los primeros minutos de una secuela, para tirar nuestras expectativas a la basura. En los últimos años hemos tenido excelentes animaciones con personajes que se vuelven entrañables justo al momento de abandonar la sala de cine. Brincas de emoción cuando se anuncia oficialmente que habrá una secuela, aunque de antemano sabes que nunca será mejor que la primera.

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A unos días de su estreno simultáneo en China y Estados Unidos, los medios gritan que Kung fu Panda es la mejor trilogía de Dreamworks Animation Studios. Está rompiendo records de taquilla, desbancó en dos segundos al “Rey Mono: El héroe ha vuelto“, el último boom de la animación oriental.

Antes de entrar en más detalles morbosos, les platico de qué va la tercera aventura de “El Guerrero Dragón”. Después de recuperarse del desastre que dejó la lucha contra Lord Shen, todo en China parece paz y tranquilad. El maestro Shifu (Dustin Hoffman/Octavio Rojas) está pensando en ceder el mando al joven Po (Jack Black/Omar Chaparro), para que él sea el nuevo maestro del Palacio de Jade. Las cosas para Po se complican por varias vías, a su incapacidad para enseñar le tiene que agregar la aparición de Kai (J.K. Simmons/Humberto Solórzano), un villano que regresa desde el mundo de los espíritus para robar el “Chi” a todos los guerreros y volverse así el más poderoso. También tendrá que lidiar con la sorpresiva llegada de Li Shan (Bryan Cranston/Carlos Segundo) su padre biológico, que hará que Mr Ping (James Hong/ Ismael Castro) su padre adoptivo, se sienta desplazado.

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El primer punto que más me sorprende de la cinta, es que la historia no tiene nada nuevo que contar, la historia es la misma. Po tendrá que vencer un enemigo que a todas luces le supera en todo. Seguirá renegando por tener subir las escaleras y por contener su voraz apetito. Pese a esto la película es muy llevadera y muy simpática, ¿en dónde estuvo la gracia de los guionistas Jonathan Aibel y Glenn Berger? Pues no lo sé, tal vez en esa mezcla que han venido manejando que alterna la comedia, con una dosis intermitente de acción y unos brotes de sentimentalismo.

El peso de la cinta recae sobre el personaje principal, cosa que sospecho tiene mucho que ver con el carisma que muchos ven en Jack Black. Los nuevos personajes, Li Shan y Kai, traen cargando sus propias historias. Li Shan representa el santuario de los pandas en las montañas de Sichuan, así como el misticismo más antiguo de Chinos: el Chi o qi, la energía de la vida,  la fuerza vital de todas las formas de vida del universo, lo que no tiene forma pero lo impregna todo (“The Force” para que me entiendan).

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Por su parte, Kai, a quien me hubiera encantado ver, mejor dicho escuchar, en la voz de J.K. Simmons,  rompe con el molde del meramente malo. Y no es que deje ser malo, para Simmons es imposible dejar de ser malo. La cosa está en que mientras más malo se pone, más risa te da. A  los “Cinco Furiosos”, “Tigresa” (Angelina Jolie), “Mono” (Jackie Chan), “Mantis” (Seth Rogen), “Serpiente” (Lucy Liu), y “Grulla” (David Cross) los veremos así como de pasadita nada más.

La directora Jennifer Yuh encontró el “camino del panda” y logró enderezar lo que se le fue chueco en la segunda entrega. Sin embargo, en cuestión de animación, y aquí pongo mi palabra en duda hasta que el Arqui Cruz exprese su opinión, creo que los culpables de la belleza de la cinta son: Oriental Dreamworks

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DreamWorks Animation Studios echó mano a su filial creada en el año 2012, Oriental DreamWorks, dedicados exclusivamente a la animación con temática china. Así que si por momentos le da la sensación de que está viendo la versión oriental de Kung fu Panda, es porque así es. Y gracias a eso, es que puede usted admirar esos gráficos maravillosos. Hans Zimmer repite por tercera ocasión con la banda sonora y se mantiene estable, no se me ocurre nada que comentar de ella.

Todo el mundo podrá decir que estamos en verdad ante la mejor trilogía animada americana, ¡oh sí! Americana nada más, los orientales ya sabemos que se cuecen aparte en este rubro. Aunque yo nunca la he visto como maravillosa,  puedo decir que el gordito y simpático Guerrero Dragón alcanzó el yin y el yang. La cinta es equilibrada pese a no tener mucha innovación en la historia, le dieron un nuevo sentido al humor, y en cuanto a imágenes; Kung fu Panda 3 superó por mucho a sus antecesoras, creo que tres es un buen número para que esta saga pase a la posteridad, no se deberían arriesgar a ir más allá de este cierre, pero ya ve que los productores no tienen llenadera, seguro tendremos más panda en un par de años.

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2 Comments

  • A mi en lo personal me gustó, sólo que desde un inicio me pregunté porqué Po tenía que pelear con Kratos versión zootopia. Porque vamos, eso de capturar los poderes de los adversarios para usarlos en su favor, andar por ahí con las espadas encadenadas a los brazos y clamando venganza ya lo vimos en varias ocasiones con el pelon más sanguinario de la industria.

    Ni en mugen se me habría ocurrido hacer un Kratos que hace el kame hame ha al revés y ponerlo a pelear con Po despues de enseñarle jardinería nivel “guerrerodragónconchi”

    PD. Saludos al Fett

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