Las 5 Mejores Películas de James Earl Jones
Son varios los datos curiosos que rodean a la talentosa figura y voz de James Earl Jones, histrión que toda generación carga consigo al menos en su memoria auditiva. Nacido un día como hoy de 1931, pareciera increíble que Jones fuera tartamudo en su infancia y hasta el estudio dela secundaria, donde a través de la poesía y del asesoramiento de sus profesores, logró superar dicho trastorno causándole desde muy temprana edad el gusto por la literatura, la exclamación y el teatro.
Primero pensó ser doctor militar, pero encontraría en su servicio en la Guerra de Corea que esa no era su vocación, sino la de actuar en los telones, comenzando su experiencia histriónica precisamente cuando servía en el ejército americano y consecuentemente estudiando artes hasta ver su debut en 1955. Habrá que decir que antes de actor fílmico y televisivo, Jones es un consumado talento teatral ya ganador de dos Tonys y una de las figuras más emblemáticas en cuanto a las interpretaciones shakespearanas, combinando su aún trabajo en activo en la pantalla grande con este su primer amor.
Su trabajo en el cine comenzaría con un pequeño papel en la gran epopeya de humor negro y bélico de Stanley Kubrick, Dr. Strangelove de 1964, pero no sería hasta seis años después cuando Hollywood lo tendría en la mira tras convertirse en el segundo actor afroamericano en ser nominado al Oscar en 1970, por su protagónico en The Great White Hope. Consecuentemente se convertiría en uno delo actores de reparto más solventes y activos dentro de las dos pantallas, no sin antes convertir a su voz en dos de los más grandes personajes en la historia del cine y de la cultura pop, uno dentro de una galaxia muy muy lejana, y el otro dentro de la sabanas africanas animadas de Disney.
Con más de 180 créditos en su carrera y más de 20 galardones dentro de los que destacan un Oscar honorario, un Globo de Oro y 2 Emmy, celebremos a Darth Vader y a Mufasa con sus 5 Mejores Películas
5 – Claudine (John Berry, 1974)
A lo largo de su carrera, Earl Jones se ha distinguido (o incluso encasillado) por tomar parte activa dentro de lo relatos afroamericanos en su más pura esencia social y/o vivencial, bajo cualquier género pero siendo uno de los rostros más reconocibles en la aventura, el drama y la comedia de Harlem o incluso hasta los orígenes de dicha inmigración e influencia poblacional americana (Coming to America con Eddie Murphy es un claro ejemplo ¿o recuerdan también la horrenda pero divertida Meteor Man?). Sobre todas estas participaciones sin duda destaca “Claudine”, tragicomedia sobre las complicaciones laborales y sociales de la mujer en Harlem, y en donde Jones funge y provee la parte romántica con bastante naturalidad y mucha química
4 – The Sandlot (David M. Evans, 1993)
La cautivante historia de este grupo de amigos logró captar con gran nostalgia y habilidad narrativa la inocencia y el gran vínculo amistoso de estos y cualquier grupo de amigos en el orbe. Un “one hit wonder” que pasó a formar parte de la cultura pop de la generación millennial, siendo su mayor valor ese toque dramático enfocado en la pérdida del contacto con las amistades conforme se va madurando, haciéndola un producto muy equilibrado y adepto para toda edad gracias a esa combinación de la visión infantil y la narración desde la perspectiva adulta. Jones funge aquí como una especie de guía espiritual para este grupo de amigos, haciendo inolvidable su presencia como el vecino ciego ex jugador de baseball, y dueño de una gran bestia traga pelotas.
3 –The Lion King (Roger Allers, Rob Minkoff, 1994)
Y pensar que hay gente que prefiere ver The Lion King doblada al español ¡una grosería! El ciclo de la vida no estaría completo sin la grandiosa voz que Jones prestó al patriarca de la sabana “Mufasa”, haciéndola un ente emisor de sabiduría muy adepto no solo a la vena recital que el mismo actor desarrolló desde sus tiempos estudiantiles, sino también a la naturaleza shakesperiana de los relatos que lo llevaron a la grandeza en el escenario teatral (siendo The Lion King una adaptación de Hamlet). Jones no solo provee a Mufasa de esa calidez paternal, sino que también y gracias a ese inigualable y grave tono de voz, de imponentes escenas tales como el reencuentro con Simba. Como dato, repitió para el horrendo remake live action
2 – The Great White Hope (Martin Ritt, 1970)
Sin duda su clímax como actor fílmico, varios elementos convergieron en esta adaptación para Jones encausara una fastuosa interpretación y química con Jane Alexander, que marcaría el valor de esta obra muy incluso por encima de su propia narrativa. El primero de ellos es el propio pasado de Jones, al ser abandonado por su padre, el boxeador y también actor (y con el que se reconciliaría una década antes); la segunda que esta cinta proviene de Broadway y de su previa actuación en el telón acreedora al Tony junto a su compañera de reparto, haciendo una labor redonda dentro de este drama deportivo que brilla gracias a la relación y el amorío entre un boxeador afroamericano y su amante blanca
1 – Star Wars Episodes IV, V, VI (Lucas, Kershner, Marquand, 1977, 1980, 1983)
En un principio, Jones pidió a Lucas y a la producción omitir su crédito de los primeros dos episodios debido a que sentía que voz era un elemento insignificante para la historia ¡qué bárbaro! Seguramente y tras ver la importancia de su labor en The Empire Strikes Back, Jones se hizo de un crédito oficial para The Return of the Jedi. Con el permiso y respeto que merecen los finados, Sebastian Shaw y David Prowse, la verdad es que el villano intergaláctico más famoso del cine nunca hubiera existido de no ser por su voz (todo lo demás era prescindible y/o intercambiable), proveyendo al Sith de esa imponente y terrorífica presencia para los primeros dos episodios, pero también de esa humanidad y redención para el final.
Como dato curioso, Jones ha sido la voz de Darth Vader en sus 11 apariciones en la saga, incluyendo la serie Rebels.