Las 5 Mejores Películas de Sidney Poitier
Sidney Poitier es sin lugar a dudas, el símbolo hollywoodense por excelencia en cuanto a la resistencia y lucha afroamericana se refiere en el entorno fílmico – artísitco. Primero en ser nominado, primero en ganar un Oscar, su increíble capacidad y registros dramáticos le permitieron asentar las bases para esa lucha en contra del racismo y la opresión de la media y las productoras en un mundo mayoritariamente blanco.
Nacido en Miami en 1927, el bebé sietemesino gozaría de una privilegiada triple nacionalidad (estadounidense, bahameño y británico), primera jugada del destino para emprender ese viaje que pronto lo llevaría a la escena de Broadway, no sin antes servir en el ejército americano durante la Segunda Guerra Mundial al enlistarse mintiendo de su edad, una alternativa a la pobreza y a la dura vida que acarreaba su obrera y agricultora familia.
Tras su regreso del conflicto bélico, Poitier tocaría puertas en el mundo del teatro, llegando a interpretar varios personajes de reparto en la escena de Broadway. Faltaría pronto para llegar al cine, debutando en 1950 en No Way Out, cinta que de cierta manera definiría desde un principio el tipo de roles que interpretaría a lo largo de su carrera: personajes afroamericanos conscientes de la segregación racial, pero férreos, preparados, brillantes y de una gran temple y personalidad, mismos que le permitieron vislumbrar un nato talento y una capacidad dramática que en muchas veces rebasaba la de sus contrapartes protagónicas y/o de reparto.
Una leyenda viva, Poitier se retiraría de la actuación en 2001, con un currículo de 46 películas y 27 galardones, de entre los que destacan un Oscar, un Globo, un BAFTA y el Oso de Plata de Berlín. Celebremos sus 94 años recordando sus 5 Mejores Películas
5 – The Defiant Ones (Kramer, 1958) Por Edgar del Valle
Primer gran éxito de su carrera y acompañado de Tony Curtis, esta cinta de fuerte crítica racial y con tintes de road movie se centra sobre dos fugitivos que han escapado de la cárcel y tienen que emprender la odisea de estar encadenados y condenados a huir juntos, a pesar de las diferencias raciales por ser un blanco y otro negro, pero con un mismo propósito: alcanzar la libertad. La película ganó el Oscar a mejor guion y mejor fotografía y nueve nominaciones adicionales, además de obtener el globo de Oro a Mejor película y el Osos de plata a mejor actor para un Sidney Poitier que se perfilaba como uno de los mejores histriones de la época. La impresión de suspenso es destacable y parte de lo impredecible de dicha química racial.
4 – Lilies of the Field (Nelson, 1963)
Más allá del tema racial, la cinta que de manera justa y unánime le daría el Oscar (primero en la historia para un afroamericano como protagonista) y el Globo es una fuerte crítica hacía el cristianismo y un fuerte choque de ideologías religiosas que a la postre se trastorna en una historia sobre la manipulación social. Simple pero rotunda en su objetivo, el trabajador nómada que es usado por un grupo de monjas para reparar su convento, es un cruento testimonio sobre el oportunismo religioso tan criticado en su evolución, alejado y confundido con la espiritualidad y el agradecimiento. La gran actuación de Poitier no pasaría desapercibida, catapultándolo a una fama que al parecer su temple y personalidad ya aguardaban.
3 – To Sir, With Love (Clavell, 1967)
Quizá sea su papel más conocido y mediático (incluso muchas personas pueden confundir su premio Oscar con este), el de un ingeniero sin trabajo que acepta ser el maestro de un grupo de estudiantes hijos de puta, con los que a la larga tendrá que usar “nuevos métodos de enseñanza”. Un dato curioso, es que independiente a la gran capacidad y adaptabilidad dramática que denota en este trabajo, fue en aquel año donde Poitier se consagraría como actor no solo gracias a esta, sino también a la gran y olvidada ganadora del Oscar de aquel año, y por supuesto al personaje de índole “racial” más simbólico de su carrera. Incluso esta de cierta manera palidece ante las dos siguientes, pero es innegable que en ningún otro papel habría tenido una mejor presencia
2 – Guess Who’s Coming to Dinner (Kramer, 1967)
Sin duda el mejor testimonio fílmico sobre el problema racial y social, tan sutil como impactante, con un guion y actuaciones sublimes, y de una teatralidad precisa. Una legendaria cinta que junto a Hepburn, Tracy y Poitier, y en donde este es capaz de conglomerar toda la complejidad y variantes que significaron el arquetipo de rol que estaba destinado a interpretar (y con el que le abriría el paso a los demás actores y actrices por venir), en esta ocasión siendo el sorpresivo novio y prometido “negro” con el que una joven de clase alta y blanca llega a su hogar. El conflicto es absorbido por Hepburn, expresado por Tracy, pero explotado de manera sensible, pasional y sobre todo veraz por un gran Poitier.
1 – In the Heat of the Night (Jewison, 1967)
Uno de los pináculos del thriller y uno de los Oscar a mejor película mejor justificados dentro del discurso antiracial, tema que siempre ha sido del gusto del certamen y que en este sublime ejercicio policiaco ve el perfecto equilibrio entre el suspenso y el mensaje crudo, más no victimario, sobre la segregación “negra” incluso dentro del inepto sistema policial. Poitier gozaría de un recio e inolvidable personaje, pero también la química con el propio Steiger procrearían incluso un éxito transformado en serie, siendo uno de esos productos tanto comerciales y mediáticos como de autor, con una guion y desarrollo sólidos, excelentes actuaciones y ninguna pizca de auto condescendencia. Una de las más “cool” ganadoras del Oscar.
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mas realista y cabrón?, no te sobrevalores mi buen, si acaso serás un aprendiz de crítico más dentro de los que pululan en esta triste vida…