Mary Magdalene: Punto para la fe

Lo sabemos bien: el cine religioso jamás complacerá a todos. Si una película se aleja de los cánones, molestará a los creyentes más radicales; si se aleja de los dogmas, será alabada por la progresía laica por ese mero hecho. En cuanto a la calidad cinematográfica, ni quien se fije.

María Magdalena (Garth Davis, U.K. 2018) es la cinta polémica en turno. Grupos cristianos radicales la han atacado por ser “anti cristiana” y “feminista”, mientras que otros celebran la reivindicación que hace de un personaje controvertido. Era de esperarse.

Como católico practicante no podía perderme esta película. Esperamos poder analizarla sin sesgos, y es que a fin de cuentas es una adaptación de un texto antiguo, no un guion original creado expresamente para causar controversia y encono.

 

¿De qué va?

Basada en el Evangelio de María Magdalena, texto apócrifo gnóstico, narra el camino de fe recorrido por María de Magdala (Rooney Mara) desde su decisión de abandonar a su familia y seguir a Jesús de Nazaret (Joaquin Phoenix) hasta la muerte de El en la Cruz, a la vez que lidia con el recelo de los demás discípulos, sobre todo de Pedro (Chiwetel Ejiofor) y los prejuicios de una sociedad poco considerada con la mujer.

 

Un relato de fe diferente

Maria Magdalena

Esencialmente se trata de la vida pública y pasión de Cristo vista por los ojos de María Magdalena, quien tras entrar en contacto con Jesús luego de ser despreciada por su familia ante su negativa al matrimonio, decide convertirse en su discípula.

Aunque los eventos presentados son de sobra conocidos, son narrados con diversas variantes. Se nos muestra un Jesús taciturno, dubitativo y de alguna forma temeroso, que encuentra consuelo a sus miedos en Magdalena, quien aquí funge como su discípula más avanzada e incluso es factor decisivo para que otras mujeres sigan también al Rabí.

A su vez, los apóstoles igualmente se muestran llenos de dudas y hasta cierto punto confundidos ante la verdadera naturaleza del mensaje del Maestro. Pedro en particular desconfía de Magdalena, a quien ve como una amenaza, mientras que Judas Iscariote es un entusiasta de la llegada de un Mesías conquistador, lejos del traidor vilipendiado por dos mil años. Aparece además una doliente María, madre de Jesús. Todos ellos no obstante admiran el valor y entereza de Magdalena.

Eventualmente, María Magdalena tomará su lugar como testigo de la Buena Nueva y portadora del mensaje Cristiano.

 

¿Alegato Feministoide y Anticristiano?

En esta época de basura de corrección política que todo lo está echando a perder, ya no se puede tener una película que no sea comedia romántica cuyo personaje central sea mujer pues eso sería “feminista”. Lo cierto es que esta película se basa en un texto muy antiguo, de muchos siglos antes de la aparición de los Social Justice Warriors.

En efecto, se hacen referencias a la opresión hacia la mujer, pero estando ubicado el relato en una época y una región particularmente machistas no podía ser de otro modo. Claramente hay discrepancias entre los discípulos, cosa que es bien sabida por los creyentes desde siglos atrás. No hay nada incompatible.

El relato busca reivindicar la figura de Magdalena, que ha pasado de prostituta redimida a la esposa de Jesús a lo largo de la historia. Aquí nos muestra su lugar entre los apóstoles sin caer en conspiraciones. A fin de cuentas se centra en un personaje, no en el “empoderamiento femenino” en general.

Así que no se asusten, no hay “feminazis” aquí.

Por otro lado, se plantea que Magdalena era la discípula preferida de Jesús, en clara oposición a los textos canónigos que establecen a Juan como el “discípulo amado” y a Simón, rebautizado como Pedro, como la “piedra sobre la que se fundará La Iglesia” y por ende el primer Papa. Esto era de esperarse, pues mientras que el Evangelio de Judas afirma que Judas Iscariote era en realidad el disculpo preferido, en de Magdalena ocurre lo propio con ella. Obviamente la película se aleja del canon Cristiano, pero sabemos de entrada que la base es un texto apócrifo, de modo que no estamos ante un guion transgresor y ofensivo, sino simplemente diferente a la historia conocida.

 

Doctrinalmente correcta

Si bien los eventos de la vida y pasión de Cristo son narrados con variantes, la esencia del relato se basa en la fe y el amor al prójimo, lo cual está en concordancia con la fe cristiana. Pese a la mala propaganda, no se hacen alusiones específicas ni controversias sobre la cristiandad actual; tampoco hay conspiraciones o mensajes ocultos. Es un relato de fe alterno, solamente.

 

Pero ¿entretiene?

Como suele ocurrir en este tipo de cine, la película si bien cuenta con un diseño de producción correcto y buenas actuaciones, padece un ritmo lento y un ambiente anticlimatico y contemplativo que resulta difícil de tolerar. Rooney Mara muestra un destacado registro actoral y Joaquin Phoenix convence como un Jesús apesadumbrado pero al mismo tiempo estoico. No obstante, el desarrollo es cansino y sin sobresaltos.

¿Hay que verla? Solo para creyentes que a su vez tengan un amplio criterio, pues ciertos detalles incomodarán a los más ortodoxos. Igualmente, es más para verse en casa en épocas festivas cristianas más que en el cine, directo al catálogo de Semana Santa del canal cinco…

 

Anexo: ¿Quién es La Magdalena?

Mandatory Credit: Photo by Mondadori Electa/UIG/REX/Shutterstock (2522355a)
St. Mary Magdalene, by Piccinelli Andrea known as Brescianino, 16th Century (C16), 1523, oil on board, cm 77 x 63
Art

Discípula de Jesús, y ni más ni menos que la primer testigo de Su resurrección, base de la fe Cristiana. A lo largo de la historia se le han dado diversas identidades. En el siglo VI D.C. se le identificó como la adúltera (no prostituta) salvada de la lapidación por Jesús en aquel famoso pasaje en que conminó a quien estuviese libre de pecado a arrojar la primera piedra, y quien a partir de ahí se convirtió en su seguidora. Esa imagen persiste pese a que no es bíblicamente correcto.

Por otra parte, se le ha llegado a considerar esposa de Jesús y madre de su supuesta hija, Sara. Los textos que avalan esta versión han sido destruidos por la Iglesia a fin de divinizar a Jesús, un mero profeta mortal, y privar a la mujer del derecho divino.

 

¿Un personaje olvidado?

María de Magdala es venerada como Santa por las iglesias Católica, Ortodoxa y Anglicana. Aun tomando como cierta la versión de su pasado pecaminoso, se le considera una discípula destacada y primer testigo de Cristo Resucitado, habiendo logrado la redención por la fe si tal fue el caso.

Se sabe ampliamente sobre su llanto a los pies de la Cruz, un privilegio sagrado que compartió con María, Madre de Jesús y con Juan, el discípulo amado, situación que todo católico conoce bien. Todo esto mucho antes del edicto papal de 2016 que ordenó reconocer el día de Santa María Magdalena como Fiesta Litúrgica.

 

¿Esposa de Jesús despreciada por la Iglesia “misogina”?

En The Da Vinci Code se establece una hipótesis fascinante: Jesús fue divinizado por sus seguidores y a fin de despojarlo de su humanidad la mujer que desposó, María Magdalena, fue borrada de la historia y replanteada como una prostituta por la Iglesia que buscó dar poder exclusivo al hombre. Todo en el Concilio de Nicea, en el siglo IV. He aquí las razones por lo que esto es falso:

1.- Maria, Madre de Dios. El himno Sub tuum praesidium (Bajo tu amparo) es el canto mariano más antiguo y data del siglo I. En él se denomina a María como “Santa Madre De Dios”. Por tanto, la creencia en la divinidad de Cristo es mucho más antigua. No hubo necesidad de “divorciarlo”

2.- Una mujer a la cabeza de la Iglesia María, Madre de Jesús, goza de un estatus preponderante en la fe católica y es un punto de inflexión con las sectas protestantes. Los dogmas de la Inmaculada Concepción (María nace sin Pecado Original), la Asunción (ha ascendido en cuerpo y alma al cielo) y su calidad de Coredentora de la humanidad colocan a una mujer en un sitio privilegiado, muy superior que el de José, padre adoptivo de Jesús.

3.- Incongruencia. Lo que es verdad es que Jesús mismo tuvo una relación más bien desaparejada con Su Madre, lo cual no obstó para que se le diese tan importante lugar en la Iglesia primitiva. Así, si una mujer a quien Jesús no mostró demasiada deferencia ha sido elevada a tal estatus ¿cómo podrían los primeros cristianos ignorar a quien supuestamente fue Su esposa?

4.- Dios varón. La imagen masculina de Dios proviene del mero hecho de que Jesús se refería a Dios como “Padre”, pero los creyentes coinciden en que Dios es un ente en género.

5.- Sacerdocio masculino. Esto ocurre solamente porque los doce apóstoles eran varones, no por un prejuicio misógino. No es congruente tildar de machista a una Iglesia que llama “Señora del Mundo” a una mujer, según el canto navideño “Seghora Del Mundo”.

Etiquetas:  

Acerca del autor

Dr. Dark    

Médico de profesión y cinéfilo de corazón. Amante del buen cine y destructor del que no lo es.


3 Comments

  • Como mujer no creyente y curiosa de varias religiones, y culturas antiguas en general, pienso que es hipócrita defender a una iglesia misógina alegando que es una mujer quién se encuentra a la cabeza, cuando se trata de una criatura despojada de su sexualidad, una especie de deidad femenina lacerada, nunca penetrada, “virgen”, concepto que despoja a lo femenino de su fertilidad, (capacidad de crear y dar vida, que ojo, no sólo tiene que ver sólo con procrear hijos) y la dota de cierta pasividad, ya que pasa de Diosa a Virgen, fecundada por un Dios que si es masculino dado de que procreó con una mujer a su hijo en la tierra. La teoría del concepto de Maria Magdalena como esposa de Jesus se encuentra en el Evangelio según Felipe que se refiere a ella como koinonos o compañera, que también podría significar “esposa”, si bien es cierto que es bastante ambiguo, me parece curioso la inclinación a defender el hecho de que NO fue su esposa, como si el haber sucumbido a las pasiones carnales con una mujer lo hiciera menos divino. En ese sentido lo más lógico es que debido a que la imaginería católica y cristiana retoman su simbología de culturas paganas (que son duales, hablan del equilibrio de la energía femenina y masculina, la luz y oscuridad, vida y muerte), si Jesus es el Sol (su correspondencia con Apolo, y su natalicio en el antes Natalis Solis Invictis (nacimiento del sol invencible)— personificado en el dios Mitra) , por ende su esposa sea la luna, asociada a la fertilidad, los ciclos de la mujer y la menstruación, pero que curioso que esta iglesia “no misógina” de la que hablas también haya omitido esa contraparte. En la película podemos apreciar esta asociación de Maria Magdalena con la Luna, como una Artemisa o una Isis, olvidada en las profundidades del océano. En general esta María que nos ofrece el director crea un cuestionamiento más profundo a cerca de las religiones, y su constante búsqueda de poder, que termina por abandonar por completo la espiritualidad, y la compasión (o la disfrazan de evangelizaciones a cambio de una ayuda) y no entrega una mirada renovada de “el reino” entendido como un despertar espiritual.

    Reply
    • Insisto: me parece poco creíble aquello de una Iglesia misogina cuando se afirma en ella que por una mujer se salvó al mundo de la pecado.

      Tiene usted razon en cuanto a la apropiacion cristiana de ciertos elementos paganos, pero resulta contradictorio afirmar que es esa imaginería paragana la que despojó a Jesús de su supuesta esposa: estando las religiones paganas llenas de diosas ¿como justificar con ellas la “desaparcion” de Magadela como esposa de Jesús? Por otra parte, encontrar misoginia en el dogma de la nacimiento virginal de Jesús suena a paranoia. Y volvemos a lo mismo, pues de ser el cristiansimo una continuacion del paganismo ¿por que omitir a una diosa?

      Basamos la idea de un Dios unico por que Jesus se refería a este en singular y lo llamaba “padre”. A menos que Los texto sea hubiesen sido modificados para ello, pues no lo sabremos.

      Y reitero: la pelicula es doctrinalmente correcta pues busca recolocar La compasión por encima de lo ritual, que es lo que Jesus vino a enseñarnos: ámense los unos o los otros es él mandamiento supremo.

      Saludos afectuosos y gracias por su muy documentado comentario

      Reply
  • *NOS ENTREGA una mirada renovada de “el reino” entendido como un despertar espiritual.

    Reply

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

*

*