Nuevo trailer de Nymphomaniac, hablar de sexo siempre es hablar de amor

Es un provocador profesional, torpe en apariencia y profundo como un cuchillo. Su obra duele, porque como cuchillo hinca la hoja limpia, virgen, fría y cuando la remueve sale poluta, profana y caliente. En Melancholia inserta la daga en los sesos con una de las imágenes más hermosas que se han visto en el cine, y retira la daga de un tirón dejando desangrar el alma. En Braking the Waves, quizá una de las películas más importantes de todos los tiempo, hiere la carne con una historia de amor espléndido casi irreal, y remueve despiadado las entrañas de la ética, la moral y la consciencia (capacidad de los humanos de verse y reconocerse a sí mismos).

Con Ninfómana Lars vuelve a recurrir al sexo como arma de poder, porque el sexo siempre es amor, quizá no a la pareja, pero sí al hedonismo, al poder, a estar arriba, a estar abajo, a estar tras un cristal o debajo de la cama, a ser tocado y tocar sin arrepentimiento, a saberse expuesto y a aprovecharse de ello. El sexo es amor a los detalles que sublevan al amante dominado y que engrandecen al amante dominante.

Como siempre el director danés va torpe por la vida con su inteligencia bajo el brazo y nos reta a echar una mirada a los que no queremos ver, por temor a reconocernos y el peor miedo de todos, a que nos guste lo que somos. Porque una vez que tocamos lo que amamos sabemos que no lo dejaremos ir, porque tememos dejarnos ir, porque tememos que se terminen las etiquetas que todo mundo desea, porque amamos los eufemismos: no somos ancianos, somos adultos mayores, no somos discapacitados, somos personas con capacidades diferentes, no somos homosexuales, somos hombres/mujeres que tenemos sexo con otros hombres/mujeres, no somos criminales, somos personas en proceso de readaptación.

Y como siempre, llega Von Trier con su actitud enjuta, inserta su daga, remueve nuestras capas y nos muestra la cara que no nos gusta ver, nalgas, vaginas, penes, prepucios, saliva, sudor, lenguas amando cuerpos sudorosos… sexo.

“Soy ninfomaníaca”

“Adicta al sexo… les llamamos adictas al sexo”

Al demonio, Lars Von Trier dice: ¡Ninfómana! Porque estoy seguro que Lars ha de coincidir en que, quien teme a las palabras y ve la vida en blanco y negro seguro sólo genera  bostezos en la cama.

Nymphomaniac Official Trailer from Zentropa on Vimeo.

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