Recomendaciones para escapar de la cartelera

Como podrán haberlo notado queridos lectores, desde finales del 2013 Cinescopia ha dado la bienvenida al honorable Doctor Dark, figura que nos estará acompañando a través de esta nueva etapa de su recinto preferido del cine y del cual nos sentimos gozosos y afortunados de su compañía y talento. Así mismo y siguiendo contando con las plumas de sus autores consentidos, aprovechamos esta sección mensual para expresar también con harta felicidad el ingreso de Peter Bridges, el cual acaba de hacer su bienvenida oficial.

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Como ya es costumbre estimados lectores, vamos con las recomendaciones para escapar de la cartelera; 6 cintas aptas para comenzar un nuevo año lleno de arte y buen cine y tener una  segunda opción por si la economía se pone complicada en estas época y asistir al cine pudiera parecer para algunos mas un lujo que un entretenimiento. Recuerden que esperamos su participación asignando tarea a los escritores con sus recomendaciones y les sugerimos que no se despeguen de su blog favorito, que las nominaciones y las quinielas por el Oscar, los TOP del 2013 y la voz de sus autores están por venir ¡Feliz 2014!

 

Inglourious Basterds (Quentin Tarantino, 2009)

ElTigre & ElTiempo

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Quiero empezar el 2014 con un divertimento, con un gozo total, mi recomendación: «Bastardos Sin Gloria» (Inglourious Basterds, 2009) del “vengador de las minorías” y favorito de las mayorías, Quentin «Genius Mother Fucker» Tarantino. Pocas películas hay, que no tengan desperdicio, y ésta es una de ellas, capítulo por capítulo, escena por escena, línea por línea y cuadro por cuadro te provee una felicidad cinematográfica completa:

Desde la llegada de los nazis a la propiedad del Monsieur LaPadite y ese diálogo con el ruin pero simpático Coronel Hans Landa y las referencias a los clásicos del western y ese “Au revoir, Shosanna!” que retumba en la pradera desatando la historia de venganza… hasta el ajuste de cuentas del Teniente Aldo ‘The Apache’ Rain con ese mismo sonriente y ladino hijoeputa Landa, ajuste de cuentas al son marcial de Ennio Morricone (¡fantástico!); pasando por la presentación de sus bastardos, presentación que tiene que ver con lo que han sido, son y harán, tal como el “amateur” Sargento Hugo Stiglitz, el bateador designado ‘The Bear Jew’, Sargento Donny Donowitz… sin olvidar a ese gran bastardo que consuma todo el gran ‘Domonick DeCocco’.

Naturalmente ostentan una conexión con las películas bélicas, con grandes clásicos como ‘Doce al patíbulo’ (The Dirty Dozen), ‘Dónde las águilas se atreven’ (Where Eagles Dare) o incluso ‘Un puente demasiado lejos’ (A Bridge Too Far) y un largo, largo etcétera; obras de arte en las que un puñado de soldados, los peores con frecuencia, deben realizar una gran hazaña, una misión suicida. Y qué mejor misión suicida, qué hazaña más gloriosa que matar a Hitler.

Hasta el 2009–2010, nadie… ninguna película habían planteado con tal magnitud y repercusión cristalizar el sueño que generaciones enteras habían acariciado por un largo, largo tiempo… matar a Hitler; en cada ocasión los casi–héroes (incluyendo al Abuelo Abe de los Simpson) y las intentonas (que frecuentemente tenían que ver con el viaje en el tiempo) fallaban miserablemente, permitiendo a la historia continuar su fatal y doloroso curso. Pero Tarantino se atrevió a reescribir la historia (con minúscula y) al menos en una parte de nuestro ideario popular, con una orgía de balazos y explosiones, llamas y risas, con el Mago de Oz y el cine de por medio. Y quizá nunca, nunca, en toda su historia el Cine impartió mejor justicia poética que con «Bastardos Sin Gloria». Y esto lo vale todo, una película digna de verse una y otra y otra vez.

 

Ip Man1 y 2 (Wilson Yip, 2008 y 2010)

Dr. Dark

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Un tema recurrente en estas películas es la supuesta superioridad de las artes marciales chinas sobre las japonesas, concretamente el karate.  Así, una escena que quienes gustamos de este cine vemos invariablemente consiste en un único personaje originario de China que haciendo uso de alguna rama del Kung-Fu derrota sin siquiera despeinarse a un número indeterminado de expertos karatecas.  El trasfondo ideológico de estos improbables combates es complejo pero comprensiblemente tiene su origen en el resentimiento que guardan Corea y China hacia Japón, nación que a lo largo de su historia ha invadido a sus vecinas en afán expansionista.  Un hecho eclipsado por los crímenes de la Alemania nazi es que el Ejército Imperial Japonés cometió abusos y tropelías equiparables a las de sus aliados teutones en contra de sus naciones vecinas, con asesinatos, torturas y experimentación con humanos en todas las formas posibles.  Por lo que se sabe de este lado del mundo, Japón no sólo se ha resistido a aceptar su culpabilidad en estos eventos (La Masacre de Nankín, la más terrrible de las infamias cometidas por Japón es conocida como el “Incidente Nankín” en esta nación, donde historiadores revisionistas han minimizado su impacto) y todavía recientemente el primer ministro Japonés, Shinzo Abe, cometió la supina impertinencia de visitar el santuario tokiota que rinde culto según las creencias sintoístas a los japoneses caidos en esos eventos inmundos, entre ellos reconocidos criminales de guerra, hecho que ha vuelto aun más ríspidas las relaciones entre estas naciones.  No es de extrañar que el cine de artes marciales hongkonés se haya decantado hacia el orgullo nacional chino con Japón como antagonista en no pocas ocasiones.

Justo en este tenor se encuentran las películas Ip Man e Ip Man 2 ( 2008, 2010. Wilson Yip), versiones cinematográficas altamente ficcionalizadas sobre la vida de Ip Man (o Yip Man), connotado artista marcial chino y principal exponente del estilo llamado Win Chun, conocido popularmente entre los entusiastas de las artes marciales como “boxeo chino” dado su énfasis en el uso de las manos.  Se trata ni más ni menos que del maestro de Bruce Lee, hecho que le dio renombre internacional más importante aun su estatus como emblema del orgullo nacional chino, al ser un firme opositor al poderío japonés y estandarte del Kung-Fu como disciplina marcial de gran calado.  Las últimas imágenes del viejo maestro, ya muy anciano y enfermo, demostrando las formas del Win Chun son atesoradas por los entusiastas y fueron la inspiración para Wong Kar-wai, director de élite honkonés, para su película The Grand Master, cinta que si bien se dice más fiel a la biografía de Ip Man, sufrió tantos retrasos en su producción y estreno que dio paso libre a las películas referidas.   Y es justo por el estreno al parecer inminente de esta última película (que de noviembre de 2013 se aplazó “hasta nuevo aviso en algún punto del 2014” en nuestro país) que me atrevo a recomendar estas cintas para escapar de la cartelera, a veces tan rígida y poco imaginativa, para conocer la historia del gran Ip Man y lo que representa para su pueblo, con un par de buenas películas en lo que la “mística” The Grand Master por fin se deja ver en este país…

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Ip Man nos narra la vida del mencionado maestro, desde su acomodada vida en la provincia de Fo Shan, entonces baluarte del Kung Fu, hasta su exhilio a Hong Kong luego de que la ocupación Japonesa arruinase su economía y destruyese su ciudad.  Así, vemos al maestro aceptar retos de otros artistas marciales como pasatiempo para después, en plena invasión, ser un verdadero estarndarte de la resistencia, al oponerse abiertamente al dominio japonés humillando a sus guerreros en combate.  En la segunda película vemos al maestro, arruinado económicamente, luchando por abrir una escuela de artes marciales en Hong Kong para más adelante una vez más luchar por el orgullo nacional chino, esta vez al enfrentar al colonialismo inglés en una muy publicitada lucha en contra de un boxeador británico, que contra todo pronóstico resulta un rival formidable para el maestro. Todo esto en medio de espectaculares pero no necesariamente fantasiosas coreografías, con lo que se aleja del estándar de este subgénero , que nos dan un buen retrato de los diversos estilos de combate chinos, japoneses y occidentales, muy disfrutables para el público en general y que hacen las delicias del espectador conocedor del tema.  La música, la ambientación y, sorprendentemente, las actuaciones son destables, brindando un arco dramático que si bien no es para pensar en Oscares si es notable, aun tratándose de cine de artes marciales.  Ip Man es protagonizado por el excelente peleador Donnie Yen, quien muestra un desarrollo actoral inusual ante la trama que representa.  En la segunda película se hace acompañar del gran Sammo Hung, destacada estrella marcial y famoso en nuestro país por la serie Ley Marcial.

Sin pretenciones artísticas más allá de un retrato si no fiel sí respetuoso y hasta cierto punto glorificante, ambas películas son ágiles, espectaculares y muy entretenidas.  Vale la pena descubrirlas y con ello empaparnos un poco de la cultura de aquellas naciones tan lejanas a la vez que pasamos un rato agradable emocionándonos con combates espectaculares pero lejos de la fantasía Matrix.  Disponibles están en DVD en tiendas especializadas, en diversos sitios web para verse online y recientemente en cierto servicio de “video on demand”. Buena opción para huir de la cartelera.

 

Le Grand Bleu (Luc Besson, 1988)

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Saludos, luego de haberme ausentado de esta sección por varias fechas he vuelto con este filme que observe en mi infancia y me capturó de inmediato por esa misticismo y misterio que rodea la película.

Me refiero a Le grand bleu (Azul Profundo) que habla de dos niños que vivían cerca del mediterráneo, y aunque no eran muy amigos compartían una misma pasión: El buceo. Pero el destino cruel y caprichoso les juega una mala pasada cuando el padre de uno de ellos muere y estos se separan y no se vuelven a ver hasta que ya son adultos.

Jaques Mayol (Jean-Marc Barr) es el desafortunado que perdió a su padre; pero eso no logra desanimarlo de seguir buceando y buscar derribar los límites de la resistencia humana. En una de las investigaciones donde apoya a un grupo de científicos conoce a Johana Baker (Una joven y hermosa Rossana Arquette) la cual se enamora de este joven y se propone a seguirlo hasta una competencia de buceo en Taormina, Italia; donde Jacques se reencuentra con su amigo de la infancia Enzo Molinari (Jean Reno). Ambos compiten por ganar el importante torneo y descubren que quizás haya que pagar un alto precio para lograrlo, mientras la dulce damicela espera que su caballero vuelva a sus brazos.

Es una increíble película donde vemos esa fascinación que tenemos con el mar y todos los misterios que encierra. Aquí una de las premisas interesantes es que el protagonista posee una habilidad similar a los delfines donde la sangre se va a su cerebro y le permite bucear a gran profundidad, pero al parecer esta misma característica no le ayuda al momento de tratar de relacionarse con los demás seres humanos.

No es una película donde el héroe vaya a evitar el fin del mundo, pero es tan disfrutable dejarse llevar por los paisajes del mediterráneo, el buen humor que maneja Reno bajo la batuta de Luc Besson y como decía, ese aura de misticismo alrededor del protagonista hacen de esta cinta algo digno de verse con la novia o novio, pareja, esposa, esposo, gatos, perros o todo aquel ser vivo que genere calor y los permita abrazarlos por un buen tiempo.

Espero que sea de su agrado y si ya la vieron, denle una segunda oportunidad para disfrutarla. ¡Hasta la próxima!

 

The Believer (Henry Bean, 2001)

Peter Bridges

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The Believer es una íntima historia basada en un hecho real de los años 60’s en el que un reportero de The New York Times reveló la identidad judía de un miembro del KKK. Estrenada en 2001, The Believer es una cinta que exige al espectador cuestionarse como lo hace en sus interiores el protagonista, exige enfrentar dos formas de pensamiento completamente opuestas y exige entender la psique de su ente principal mediante el análisis de sus acciones. ¿Un judío desde su infancia que ahora es antisemita y pretende ser nazi?, ¿Un hombre que no encuentra su verdadera identidad social en su lucha interna contra el estigma por partida doble?, ¿Ser judío es su estigma?, ¿O su “defecto” es ser nazi? Este dilema moral, espiritual y social lo podemos encontrar en esta película protagonizada por Ryan Gosling, quien da vida al personaje de Danniel Balint, un joven que encuentra en el odio hacía los judíos una forma de vida, entretenimiento, socialización y progreso.

Esta es una de esas cintas que funcionan perfectamente como radiografía social, en donde el protagonista es el vehículo del espectador sobre las metáforas que propone y el conflicto que presenta. Así, vemos un Gosling en la mejor actuación de su carrera, verosímil y compleja, que se ve enaltecida por unos diálogos bastante emotivos e incluso con poder de persuasión.

Una cinta perturbadora y catártica, que atormenta a su protagónico y lo sitúa en un dilema espiritual que le lleva a probar sus límites como ser humano. Una cautivadora historia en la que el director Henry Bean se apoya ágilmente del elemento flashback para construir un relato que atrapa, y así mismo, delimitar a un personaje tridimensional que insisto, se ve perfectamente interpretado por un –en aquel entonces- jovencito Ryan Gosling. Merece le echemos un vistazo

 

Elizabethtown (Cameron Crowe, 2005)

Jjacob

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Reza el dicho popular que hay que evitar discutir sobre religión, política y amor, pero como es sabido para el arte no hay fronteras y el director norteamericano Cameron Crowe es una prueba de ello. Distinto de pretenciosos como Terrence Mallick que se esfuerzan demasiado en copiar el estilo de genios como Tarr o Lynch, éste hombre ha sabido construir verdaderas piezas de arte en base a la cultura de los Estados Unidos de América.

En 2005 Crowe dirige Elizabethtown, con la que logra una historia redonda que poéticamente toca todos los aspectos que afectan la vida de cualquier humano contemporáneo, la vida, la muerte, la economía, el trabajo. Con frases que se antojan inmortales y una fotografía y ambientación que se antojan inolvidables, Elizabethtown es un melancólico viaje hacia la conciencia que toca cada fibra de cualquier persona con sentimientos. Casi rozando la línea del chic-flick pero con la profundidad suficiente para acaparar una audiencia masculina, la película se mueve entre el drama sutil, la comedia fina y farsa.

La película alcanza un equilibrio tal que hasta la breve intervención de Susan Sarandon es tan contundente que en tan solo 3 minutos logra sumir al espectador en la más profunda reflexión sobre la trascendencia de las personas más allá de la muerte para en cuestión de segundos provocar la sonrisa honesta del respetable. Hacia la secuencia final Crowe hace recurre a las bondades de un road movie único para reconciliar a un perfecto Orlando Bloom con su vida y, de un tirón, denotar a ése personaje activo por el que hemos esperado por más de una hora. Una de mis cintas favoritas que debe aprovecharse en esta época que invitan a la reflexión y al renacimiento espiritual.

 

The Deer Hunter (Michael Cimino, 1978)

El Fett

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Mi señor padre no puede ser catalogado como un gran fanático del cine, sin embargo de él tuve la oportunidad de aprender dos tipos de filmografías que hasta la fecha no solo siguen retumbando en mi cabeza como algunos de los mejores recuerdos de mi niñez y adolescencia al estar sentado junto a él mientras apreciábamos y comentábamos verdaderas obras de arte, sino que también a la postre forjaron mi conocimiento y educación cinematográfica trayéndome hasta con ustedes.

Uno de esos rubros que ya he mencionado en anteriores columnas y especiales es el western, mientras que el otro está sujeto a la carrera de Robert DeNiro, siendo sus preferidas cintas la sublime The Godfather II (La cual me regaló junto a la primera actuando como Santa Claus y dejándolas debajo de mi almohada cuando cumplí 15 años) y la que a continuación desmenuzaré fugazmente: The Deer Hunter, o como le llamaba mi padre y la televisión: El Francotirador (Lamentable traducción que despedaza la esencia del relato).

Ganadora del Oscar en 1978 (En una época donde la academia era mucho más justa), el director Michael Cimino construye con particular elegancia y máxima crueldad un relato donde la amistad es destruida por los horrores de la guerra, donde la unión familiar es acribillada por la suerte y el destino de seis disparos; donde no hay lugar para el amor y la inocencia, para el regreso a una vida normal o bien para retomar ese pasatiempo de caza de venados que solía unir en cuerpo y alma a un grupo de amigos que se alistarán en Vietnam para jugar a la suerte con la muerte.

La historia se desarrolla de una manera tan inquietante y cargada de miseria humana que para su revisión el espectador debe contar con nervios, estómago y mente de acero, sin embargo es tal la maestría en todos sus apartados (destacando un libreto veraz y actuaciones memorables) que resulta irónico y hasta cierto punto masoquista seguir observando y buscando diálogo tras diálogo y momento tras momento ese final tan brutal y sanguinario donde el relato de una amistad verdadera ve en un duelo mortal ese desenlace tan esperado, intimo  e inhumano acorde a los preceptos cimentados por el guionista Deric Washburn.

Con un reparto magistral (Robert DeNiro, John Cazale, John Savage y Meryl Streep), cabe destacar con toda justicia la labor de Christopher Walken en una de las más impactantes y memorables actuaciones de reparto que haya visto la historia, haciendo de tan mencionada y traumática secuencia final un momento difícil de olvidar pero fácil de preservar para la magnífica historia de este arte. Gracias Papá.

 

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4 Comments

  • El Gran Azul estaba en algun rincon de mi memoria desde hace varios años y hoy la he recordado, creo haber visto en aquellos años una version extendida o algo asi, al menos eso decia la caratula del dvd.

    El Francotirador esta en mi dvdteca desde hace varios años, $10 pesos me costo en el Block, y aun no la miro completa, siempre caigo dormido en la primera media hora, tendre que hacer el esfuerzo.

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    • Si esa de Azul Profundo es chida, creo que mi subconsciente me pide vacaciones o que me sumerja en lo más profundo del mar para encontrar mi vocación XD

      Gracias por comentar la sección!

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  • each time i used to read smaller articles or reviews that also clear their motive, and that is
    also happening with this post which I am readig at this time.

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