Sans Laisser de Traces, suspense a lo Woody Allen

Extraordinario tratamiento el que da Woody Allen a la casualidad en su triunfal regreso al cine tras una serie de comedias poco exitosas que en su momento se antojaron forzadas y poco honestas. Match Point (“La Provocación”, 2005) recibió un extraordinario recibimiento por la prensa especializada y el público en general, parte del éxito de esta “nueva era Allen” de inmediato se atribuyó al cambio de escenario del director neoyorquino de se amada Nueva York  y buscar nuevos aires de inspiración en el viejo continente.

Match Point es un ejercicio sobre la casualidad, causalidad y sobre todo, la suerte. Pareciera que hay personas que nacen con “buena estrella” y otros simplemente nacen “estrellados”. El tratamiento de historias cuyo personaje principal sea la suerte es campo peligroso, ya que es sencillo que la historia se vuelva inverosímil y lo que inicie como drama fácilmente se convierta en una farsa aburrida e inconexa.

Aquí el segundo filme francés que refresca la maltratada cartelera cinematográfica de abril, plena de blockbusters, refritos, secuelas de bostezo y comedias simplonas. El director francés Gregoire Vigneron (Prête-moi ta main, 2006) presenta su cuarto largometraje en el que aborda el género del thriller y presenta una historia en la que el protagonista parece no ser más que una víctima de las circunstancias… o la suerte.

Étienne Meunier (Benoît Magimel, The Piano Teacher, 2001) quien es un exitoso ejecutivo  de una empresa que elabora químicos para limpieza industrial,  está apunto de ser ascendido al puesto de sus sueños, está casado con Clémence (Julie Gayet, Select Hotel, 1996) la hermosa y atormentada hija del dueño de la empresa además de ser joven y atractivo. Pero ninguna vida es perfecta, bajo esa máscara de felicidad y perfección familiar Étienne vive lo que su familia considera el drama de la no concepción de un heredero que afiance el consorcio familiar, lo que se verá agravado por un pequeño secreto que, a juicio de Étienne, representa una falta moral imperdonable que viola su código ético personal.

Pero todo evento necesita de un detonante, y ése parece ser el objetivo en la vida del miserable Patrick Chambon (François-Xavier Demaison, Olé, 2005), quien en su disfraz de rata miserable esconde todas las desgracias propias de un hombre cuya irresponsabilidad se traduce en una vida plagada de infortunio que desde las sombras de su autogenerada desdicha fragua planes retorcidos para colgarse de la mano de Étienne, sangrarle todo eso que “la vida le negó”, un viejo lobo vestido de oveja.

A partir de un encuentro fortuito entre Étienne y Patrick, Étienne se verá envuelto en una serie de situaciones que pondrán a prueba no sólo su temple, sino la buena fortuna que siempre le ha acompañado.

Con momentos de tensión logrados mediante una buena dirección y notables actuaciones Sin Rastro Alguno (título en castellano) ofrece una historia entretenida sin pretensiones que cumple su objetivo: entretener.

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2 Comments

  • Caballero, recomiendeme un top de Woody Allen mi hermana era fan pero nunca me adentre a sus peliculas.
    Saludos.

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  • Desde luego debo disculpar mi (casi eterna) tardanza y la falta de atención a su solicitud estimado Garis, y aunque no tengo disculpa, no recibo notificaciones de los comentarios que tan amablemente hacen los lectores de esta sección. Para compensar he de recomendar un “tutti-frutti” de la obra del maestro Allen y aquí va:
    – Manhattan
    – Annie Hall
    – Match Point
    – Hanna & Her Sisters
    – Sleeper
    Espero con esta pequeña lista congraciarme con usted y seguir contando con sus comentarios que prometo revisar continuamente. Gracias.

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