10 Santas Películas para la Semana Santa
Siempre hay épocas en las que existe la posibilidad de ir a nuestra videoteca y checar algunos títulos dignos de recordar para un específico momento. En estos momentos nos atañe la “Semana Santa”, e independientemente de ser budista, católico, jedi, cristiano, protestante, judío, testigo de “no se qué” (creo que hay muchos), ateo o inclusive un ferviente devoto de Chuck Norris y/o del Monstruoso Spaguetti Volador, cualquiera de ustedes no pudo haber dejado pasar la oportunidad de checar alguno de estos 10 títulos a lo largo de su vida, y si lo hicieron, pues es mi deber recordárselos, no para volverlos cristianos – católicos y/o redimir sus pecados, pero si para hacerlos testigos del Séptimo Arte
10. The Passion of the Christ (Mel Gibson, 2004).
“The Passion” es una portentosa puesta en escena, un banquete visual que pocas veces el cinéfilo puede experimentar con tal clase. Su fotografía, secuencias y planos forman un lenguaje cinematográfico vasto que hacen que Gibson alardeé de su posición como cineasta impresionista (y morboso) con una historia que en su narración e interpretaciones tropieza, pero que a pesar de ello será recordada como la adaptación mas cruda, sangrienta y realista sobre el pasaje bíblico que narra la tortura y muerte de Jesús. Aún cuando no se crea en la figura de Jesucristo, la impotencia, asombro y el ansia impresos por Gibson hacen que la lágrima esté asegurada. Un logro visual del Séptimo Arte que se debe apreciar con mucha reserva con respecto al manejo de su argumento, pero con alta estima en el tema estético
9. Dogma (Kevin Smith, 1999)
Cuando Smith era creativo, su inteligente ironía y sarcasmo grabados en un magnífico guion dieron a luz a esta independiente joya que hizo mucha presión en la yaga de la cuestionable autoridad y “dogmas” impuestos por la institución católica ¿Realidad o ficción? ¿O solo el hecho de polemizar para conseguir el culto? 2 ángeles expulsados ven la oportunidad de regresar al cielo a través de esta fragilidad en el sistema, sin embargo este peculiar par no sabe que han sido manipulados por el demonio mientras también son perseguidos por la descendencia de Cristo, dos profetas marihuanos, un apóstol negro y una querubín con forma de Salma. Interesante historia la que plantea Smith, el cual a pesar de caer en los viciados errores de su carrera como realizador, sale avante con un film que en términos generales se puede describir como innovador, digno de desempolvar de la videoteca para estas fechas y ponerla en el apartado de lo mejor de los 90’s.
8. The 10 Commandments (Cecil B. DeMille, 1956).
Ni siquiera Jerry Bruckheimer y Michael Bay multiplicados cada uno por 10 alcanzarían la notoriedad y calidad del cine comercial producido y dirigido por DeMille. Esta cinta si es digna de llamarse ¡Súper producción! al presentar al espectador una majestuosa ambientación de la historia bíblica de Moisés, un adoptado hijo del faraón que tras descubrir su origen israelita y darse cuenta del trato inhumano hacia su verdadero pueblo, decide rebelarse con la ayuda de Dios para así salvar a su raza de las garras de los egipcios. La actuaciones y la química entre Charlton Heston y Yul Brynner dotan al film de una credibilidad bárbara (tomando en cuenta la debilidad histriónica del primero, el segundo sobresale) que junto a los efectos especiales (que aun siguen sorprendiendo), hacen que Los Diez Mandamientos se convierta en una de esas películas inolvidables que cada año es de ley chutarse por televisión o aún mejor, de su propia videoteca.
7. A Serious Man (Joel & Ethan Coen, 2009).
La irreverencia en su máxima expresión es sello autoral de los hermanos Coen. Esta aparente sencilla película, es en realidad una compleja comedia negra que relata la frustrante vida del judío Larry Gopnik y su eterna búsqueda por una explicación de su difícil existencia. Los Coen juegan nuevamente con el espectador al brindar una historia sin ninguna “aparente” resolución. Desde su comienzo podemos notar que estamos ante un laberinto argumental, el cual se sirve de un excepcional libreto para que a través de Gopnik, el espectador pueda reconocer el resurgimiento del héroe y el desechar de su búsqueda por la complicación de su vida y de la trama misma. Sin duda una imprescindible película que debe ser vista en estas fechas de búsqueda de la espiritualidad, aunque la misma deseche en parte dicha aseveración.
6. Spartacus (Stanley Kubrick, 1960).
Más allá de servir como un lucimiento para el histrión, Spartacus se ha convertido en un clásico instantáneo por dos razones. La primera se debe al fenomenal desempeño actoral (y adelantado a su época) del susodicho, así como de quienes completaron el reparto, que sobra decir, son estrellas legendarias de en el Hollywood de los 50’s y 60’s (Olivier, Simmons, Laughton, Ustinov); el segundo factor recae en la producción, que se encargó de transportarnos al clímax del poder romano, que junto a la misma dirección de Kubrick (Y Douglas escondido), también nos brindaron una de las mejores batallas campales en el séptimo arte. Quizá el tema religioso no esta implícito como tal, pero la búsqueda de redención y el posterior sacrificio del héroe bastan para ser considerada entre una de las “santas películas”.
5. Raiders of the Lost Ark / The Last Crusade (Steven Spielberg, 1981, 1989).
El misticismo y la destrucción del escepticismo son el fin de la búsqueda material del arqueólogo Indiana Jones en estas dos entregas de una de las mejores sagas del cine de aventuras. Por un lado estamos ante la búsqueda de la Arca de la Alianza, símbolo bíblico y bélico de suma importancia para la raza israelita y que por la cual la ira de Dios toma forma hacia los profanadores nazis. La admiración y la falta de respeto hacia el artefacto místico y religioso se contraponen a los objetivos y conocimientos de un arqueólogo escéptico que siempre dará cuenta del poder divino. La tercera entrega y última cruzada (y para muchos considerada la mejor), mas allá de presenciar el poder del Santo Grial, se centra en la redención del mismo personaje hacia con su padre y en la culminación hacia la profanación a su misma profesión, todo a través de una búsqueda de iluminación y espiritualidad. Indiana Jones debe de tener fe.
4. The Life of Brian (Terry Jones, 1979).
La obra cumbre del Monthy Python narra la historia del pobre desgraciado de Brian, hombre nacido el mismo día y hora que Jesucristo (y a la puerta de a lado), que se verá confundido (como en su nacimiento por los Reyes Magos) 33 años después por el Mesías. Catalogada como una de las mejores comedias del cine, los Monthy montan una excepcional sátira sobre los movimientos políticos revolucionarios y las fervientes creencias religiosas. Sin embargo, “Brian” nunca ha sido torturada por ser una falta de respeto hacia una corriente religiosa, y esto se debe a que la película se ha posicionado como la mejor parodia sobre el rubro, que bajo una intencional torpe realización y la repetición del humor inglés (en este caso muy efectivo), irrefutablemente la han convertido en una obra de culto hasta su último minuto, en la que el espectador se llevará un poderoso mensaje espiritual gracias a una de las secuencias mas hilarantes del cine: “Always look on the Bright Side of your Life”. Simplemente sensacional.
3. Jesus of Nazareth (Franco Zeffirelli, 1977).
Magistral film transformado para el beneplácito del espectador en una mini serie, en la cual Zeffirelli captura de manera única y memorable la historia de Jesús. La producción y escenificación dan la credibilidad necesaria para que un Robert Powell haga la mejor personificación de Jesucristo jamás vista, donde este le confiere la esencia humana y divina que el personaje requiere y que nunca se ha podido asimilar por ninguno otro actor (la mirada de Powell es inolvidable). Mundialmente aceptado por las instituciones eclesiásticas y por la crítica como una fiel y realista adaptación sobre la historia bíblica, mención honorable merece la dirección de arte y los apartados de vestuario y maquillaje, los cuales respetan al 100% la Judea de aquella época. Que decir del reparto, cuando a lado de un Powell (verdaderamente transformado en el Jesucristo de los relatos), se encuentran acompañándolo actores de la talla de Olivia Hussey, Anthony Quinn y Ernest Borgnine
2. The Last Temptation of Christ (Martin Scorsese, 1988)
La novela de Nikos Kazantzakis a través del guionista de cabecera de Martin Scorsese, Paul Schrader, originó uno de los films mas polémicos en la historia del cine al contar la historia de Jesús, un carpintero de Nazareth que decide aceptar el llamado de Dios para sacrificarse por los pecados de la raza humana, cosa que el ignora en primeras instancias, creando una revolución espiritual con sus discípulos y su mas allegado compañero ideológico: Judas. Al final de su viaje, Jesús será tentado por una vida normal a lado de Magdalena, una vida de engañosa paz que lo torturará. A pesar de que el libro y película plantean solo un supuesto: “¿Qué pasaría si Jesús hubiera escogido una vida normal y no la muerte en la cruz?” Muchos círculos ignorantes trataron de boicotear el film aun cuando este no ataca la ideología de la religión cristiana / católica, sino que solo decide plantear la elección de lo humano por lo divino. Una magnífica película que le debió haber valido los premios a la mejor dirección a Scorsese en aquel año, pero que con la polémica le fue suficiente para nuevamente ser ignorado. Todo individuo debería de darse la oportunidad de presenciar este film para captar en palabras de San Pablo (personificado por Harry Dean Stanton), la verdadera esencia de la religión profesada por el personaje, que vas mas allá de la encarnación en un humano, para caer en cuenta que la búsqueda de la espiritualidad y la felicidad lo son todo.
1. Ben-Hur (William Wyler, 1959).
Uno de los pináculos del cine americano. Las virtudes profesadas por la Iglesia son representadas en esta súper producción (que literalmente es de proporciones épicas), al presentar la historia del judío Ben-Hur, el cual después de ser traicionado por el círculo romano con el cual guardaba una intima amistad, se le presenta una odisea tortuosa motivada por la venganza. Judá Ben-Hur no solo encuentra en esta odisea la justicia y fortaleza, sino también la fe y esperanza representada por la figura de Jesucristo. Un personaje ficticio concebido por el General Lew Wallace en la guerra de secesión americana, Ben-Hur pasó del papel al teatro y para 1925 ya se había realizado una adaptación muda al cine, sin embargo fue hasta 1959 cuando Wyler realizó una de las mejores películas de la historia que trasciende no solo por sus impresionantes secuencias (La carrera de cuadrigas es sencillamente un milagro cinematográfico), sino por la relación impresa y la química entre Ben-Hur y el odiado Messala, los cuales en la carne de Heston y Stephen Boyd brindan las mejores actuaciones de sus carrera y se posicionan como una de las mejores parejas antagónicas.
Otro de los aciertos del film es mostrar a un Jesucristo místico, divino y alcanzable, factores que nuevamente confirman la ideología de la fe cristiana. Ben-Hur va mas allá de una película para semana santa y/o religiosa, para convertirse en un banquete milagroso del séptimo arte. Imprescindible.
2 Comments
No hacía falta una hora y pico de morbo en “La pasión de Cristo” para darnos cuenta de que Jesús se sacrificó por nosotros.
De acuerdo Sr. Combine. La pasion de Cristo recurre mucho al morbo, pero sin duda en lo visual es una entrega cinematografica soberbia (Fotografia, arte, maquillaje)