10 Datos Curiosos para recordar a Marlene Dietrich, la gran diva alemana
Diva como pocas, símbolo de la diversidad sexual, activista política y artista completa del teatro, el cine y la música, un día como hoy pero de 1901 nace la polémica y excéntrica Marie Magdalene Dietrich, un mito de dos continentes, enemiga de Hitler y aliada del Hollywood clásico.
De una imponente presencia, esta depredadora sexual y de los escenarios forjó con su atrevimiento, feminidad y androginismo al cine alemán y al Hollywood sonoro de las primeras décadas, trabajando en 56 películas a través de 4 décadas y más de 60 participaciones musicales que se extienden hasta nuestros días.
Estandarte y arquetipo, sus peculiares atributos físicos y su pose bien podrían definir gráficamente el significado de “Diva”, provista también de un talento histriónico destacable bajo la dirección de brillantes directores y encausando grandes clásicos del cine noir.
Recordamos a la soberbia Marlene Dietrich con 10 datos curiosos sobre su carrera
Inicios
Con tan solo 11 años se etiquetó así misma como “Marlene” (Una combinación entre sus dos nombres) e hizo que su familia y allegados se refieran a ella como tal. Su primer trabajo en su carrera artística fue como violinista dentro de una orquesta que musicalizaba y ambientaba películas mudas, sin embargo rápidamente consiguió debutar en los escenarios de cabarets de Berlín y en algunos roles en el teatro y cine durante los inicios de la década de los 20’s.
Travestismo y bisexualidad
Antes de la Alemania nazi la capital Berlín era conocida por su libertinaje sexual y artístico, ambiente en el cual Marlene desarrolló una carrera de actriz, cantante y músico travesti (Dominaba el violín y el acordeón) que definiría posteriormente su vestimenta andrógina y la llevaría a ser una de las primeras estrellas del cine en declararse públicamente como bisexual y ninfómana
Lola Lola
A pesar de contar con casi ya una veintena de títulos hacia el principio de los 30’s, la fama y gloria cinematográficas le llegarían al interpretar a la polémica figura de la cabaretera Lola Lola en la que será la primera cinta sonora europea: El ángel Azul (1930). Dirigida por su eterno socio y también amante Josef Von Sternberg, de esta película se desprendería el mito de “las piernas perfectas”, sin embargo su corrida comercial fue imposibilitada por el partido nazi prohibiendo su exhibición y haciéndola solo conocida a través de proyecciones clandestinas.
La marca de Josef Von Sternberg
La mente maestra detrás de la figura, estilo y mito de Marlene fue el director Josef Von Sternberg, el cual dirigió a su diva y pupila en Alemania y Estados Unidos en 7 películas. Se dice que Sternberg tenía una relación tan íntima con la actriz que este seleccionaba su maquillaje y vestuario para cada toma y producción, alentando su travestismo y arreglando las luces y las tomas para ensalzar los rasgos más agraciados de su amante. Aquella mujer fatal y vampiresa del cine noir de los 30’s fue marca del cineasta alemán.
Aliada
Durante el rodaje de Knight without Armour (1937), los nazis le ofrecieron a Marlene ser la estrella principal de nuevo régimen III Reich, oferta la cual rechazó enérgicamente no solo pidiendo la ciudadanía estadounidense concedida en 1939, sino también creando un programa de apoyo y de entretenimiento a las tropas americanas en el cual recabó fondos junto con otros actores y directores, grabó discos antinazis interpretados en alemán y dio presentaciones para las tropas en más de 500 ocasiones. Este comportamiento le acarreó el desprecio de su familia y ser declarada traidora por su nación. Cuando le preguntaban cuál era su razón para haber emprendido esta lucha artística e ideológica ella solo respondía en su lengua natal: “aus Anstand”, que significa “Por decencia”. Por sus servicios recibió posteriormente la condecoración y Medalla de la Libertad
Amor y odio
Después de sus colaboraciones con Sternberg, Dietrich gozó de una mala fama en cuestión a su trabajo con otros directores y fotógrafos, en especial como Billy Wilder, al que reclamaba no hacerla lucir bien. Mucho de esto se debía a la inseguridad que la misma actriz sentía por el surgimiento de otras actrices más bellas y con mejores atractivos físicos, por tal razón su fervor hacía Orson Welles nunca pasó de moda, pues el director siempre alabó su “extraña” belleza. Para referirse a Welles, Dietrich solía decir “La gente debería santiguarse antes de hablar de él”.
Manías
¿Qué sería de una diva sin sus mañas? ¡Y Marlene tenía varias! Además de sufrir bacilo fobia (el miedo obsesivo hacia los gérmenes), la actriz requería siempre tener un espejo a su disposición entre tomas para admirarse y retocarse. Así mismo, chupaba cascaras de limón para mantener los músculos de su boca tensos
Los Kennedy
Y hablando de sus excesos sexuales, Marlene no tuvo pudor en siempre presumir orgullosamente haberse acostado con 3 Kennedy: Joseph P., Joseph P. Jr. y John F. ¡Ni Marilyn Monroe!
Aborto
En el rodaje del western Destry Rides Again (1939) tuvo un romance con James Stewart que resultó en un embarazo. Marlene nunca comunicó este a Stewart y abortó al hijo; el actor permaneció sin saberlo y Dietrich lo confesó en sus memorias ya retirada de la farándula.
Retiro
Dietrich redujo su actividad en el cine desde la década de los 50’s. Su última gran participación fue en la película Seed of Evil (1958) de su gran amigo y fanático Orson Welles. Prolongó su carrera como cantante y artista de cabaret y teatro hasta mediados de los 70’s recibiendo incluso un Tony en 1968. En 1975 se rompió severamente una pierda durante una presentación en Sydney, accidente que la llevó finalmente al retiro y confinamiento en su mansión en Francia; aunque escribió algunos libros y era asidua a redactar cartas y hacer llamadas a sus amigos y colaboradores, decidió ya no querer ser vista públicamente para conservar su imagen de diva en la memoria. Según testimonios de su amiga, secretaria y asistente, Dietrich en los últimos años de su vida cayó en la depresión y alcoholismo, trastornos que le causaron otros accidentes y finalmente aceleraron su inmovilidad y posteriormente la muerte a los 90 años en 1990.
Y para recordarla cantando, aquí un momento inolvidable de la excelente Witness for the Prosecution (1957)
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