10 Datos para recordar a John G. Avildsen, el rey de los desvalidos fílmicos
El pasado viernes falleció el director, productor, guionista y editor John G. Avildsen, artista y nombre perdido a través del tiempo debido a su larga inactividad, desconocimiento de las nuevas generaciones y a la creación de dos marcas – iconos cinematográficos que de buena y/o mala manera lograron posicionarse por sobre su obra e influencia no sin antes ser galardonado por el Oscar y convertirse en un referente de la escuela fílmica deportiva durante las décadas de los 70’s y 80’s.
Podríamos decir que Avildsen es quizá uno de los pocos cineastas en erigir dos de los dramas deportivos más emblemáticos de la historia (tal vez el único) y en dos décadas distintas, aludiendo a su gran capacidad de adaptación narrativa en distintos tiempos y para diferenciadas audiencias, convirtiéndose también en proveedor de innovaciones técnicas y narrativas. Lo que es un hecho es que dos triunfadores films, uno de innegable calidad (pero devaluado a partir de las innumerables e infumables secuelas) y otro transformado en insignia juvenil ochentera, fueron poco para un director que dio a notar un gran talento en la descripción dramática y hábil desarrollo de sus relatos; trabajando siempre con pocos recursos, Avildsen logró no solo fabricar dos de las cintas “más americanas”, sino que hizo de ellas dos estandartes de bajo pero poderoso perfil para reverenciar a las razas inmigrantes en una especie de testimonio sigiloso, bien estructurado y emotivo sobre la condición humana, superación e himno anti racista.
Víctima del cáncer de páncreas, John G. Avildsen se despidió de este mundo a los 81 años. Lo recordamos a través de estos datos y curiosidades sobre su obra y más representativos films, no sin antes desearle un buen viaje a la inmortalidad.
Los comienzos e influencia
Nacido en Illinois, Avildsen comenzó su carrera en la industria fílmica a principios de los 60’s como asistente de producción y dirección bajo el mando de figuras como Otto Preminger y Arthur Penn. Recibiría su oportunidad como director con Turn on to Love en 1969 y Guees What We Learned in the School Today? de 1970, drama y comedia que compartían el tema del despertar sexual y comenzaban a sugerir el estilo y preferencia de Avildsen por los personajes incomprendidos y desvalidos, victimas y participes de los estereotipos sociales y culturales dentro del bajo estrato económico.
Primeros éxitos
John prontamente comenzaría a lucir dentro de ese respetado y constante círculo de nominados dentro de los Oscar. Su primer éxito en la crítica llegaría en 1970 de la mano de Joe, un intenso drama sobre un empresario que mata al novio de su hija adicta. Este film bien aún pudiera verse en alguna rara programación de televisión, contando con la soberbia actuación de Peter Boyle y una muy joven Susan Sarandon. La cinta se haría acreedora a una nominación por mejor guion.
Le seguiría una serie de fracasos, pero de entre ellos un Oscar para Jack Lemmon por Save the Tiger, drama que narra día y medio la travesía de un hombre deprimido. Nótese la constancia por los temas de personas incomprendidos, inermes, pero su máximo “underdog” estaría por llegar.
Rocky
Nunca habiendo visto una pelea de box, Avildsen se encontraba tan emocionado por el guion escrito por un desconocido Sylvester Stallone que renunció a la suma original de su salario para costear más elementos de producción, una que apenas se llevaría a cabo en 28 días ¿Habrá sabido el cineasta el potencial de este tesoro desvalido que lo llevaría al Oscar?
Rocky ganaría 3 Oscar de 10 nominaciones: película, guion y director para Avildsen, concibiendo junto a Stallone a uno de los iconos de la cultura fílmica por excelencia y con este film, un emotivo y soberbio drama deportivo que si se exime de su vergonzoso legado, solo podrá notarse un estilo directivo depurado y rico en aportaciones técnicas y narrativas, tales como los montajes a manera de videos en el clásico entrenamiento o dentro de la pelea final, la dirección actoral y la evolución de las secuencias en las peleas de box.
Así mismo, Avildsen uso la recién inventada SteadyCam, adquirida del oriundo de Philadelphia Garrett Brown, para filmar la clásica escena de las escaleras, final del montaje de entrenamiento que por cierto, fue filmado al estilo “guerrilla”, sin permisos, equipo o extras, por lo que Rocky convive y hace se convirtió tanto en improvisación como aprovechamiento de los pocos recursos
Gonna Fly Now
He aquí un dato muy curioso y otra aportación de Avildsen al mito de Rocky. Cuando Bill Conti le mostró por primera vez el tema “Gonna Fly Now” sin tener aún título, el director dijo al compositor que debería sonar para la escena “casi como si Rocky volara ahora” (It should be almost like Rocky is flying now).
Varios despidos
Una de las quejas constantes alrededor de su persona era que Avildsen era una persona muy necia. Encaraba las decisiones de los productores y guionistas creando conflictos. Es sabido que la relación con Stallone no era del todo buena debido a cambios en el argumento y en la forma que debía llevarse al personaje de Rocky, sin embargo esta característica lo llevó a ser despedido también de proyectos que pudieron subir sus bonos como cineasta y salir de cierta forma de ese encasillamiento “drama deportivo”. Los más sonados fueron Saturday Night Fever y Serpico, así como también renunciar a dirigir la parte dos de Rocky
Sinónimo de Oscar
Además de ganar el suyo, bajo su dirección 7 actores fueron nominados al Oscar, dirigiendo así mismo otras 6 cintas con distintas nominaciones. Los actores fueron Jack Lemmon, Jack Gilford, Burgess Meredith, Sylvester Stallone, Talia Shire, Pat Morita y Burt Young
El Karate Kid
Para el otro de sus famosos “underdogs”, Avildsen recreó el estilo que lo había llevado a la fama hace 8 años. Ahorró recursos con tomas sin extras, ni mucho equipo, realizó varios montajes de entrenamiento, terminó su film con una peculiar última escena en el ring de combate que propositivamente parece torpemente editada y nuevamente centró su historia en el aspecto de superación con toques de romance, drama y un discreto tema racial. Aunque el Karate Kid no logró la calidad de Rocky, si fue capaz nuevamente de instituir un icono no solo en Daniel San, sino en el Sr. Miyagi, dándole su nominación e inmortalizando a Pat Morita.
Por desgracia, el cineasta fue cayendo en la repetición y en las pésimas secuelas, embarcándose en Karate Kid II y III, que mejor valdría la pena olvidar.
Desprecio a Mifune
Un dato curioso aquí es que Avildsen fue el que rechazó al gran Toshiro Mifune para interpretar a Miyagi. En comentarios del mismo director, aunque el legendario histrión japonés hizo una magnífica audición, al cineasta le parecía bastante serio para el rol y sus distintivos gestos, influencia del teatro kabuki, le parecían exagerados para el relajado Miyagi.
Regreso a Rocky
El ocaso de su carrera llegaría tristemente muy pronto para Avildsen. Para principios de los 90s aceptaría el encargo de dirigir Rocky V, siendo esto el comienzo del film tras su tercer ya nominación al Razzie casi de manera consecutiva como peor director (1981 – 1990 – 1991). Tras haberse encontrado con su hijo pródigo, el cineasta se iría apagando lentamente con solo 4 largometrajes más sumados a una obra de 24 largometrajes.
En el final e influencia
El último trabajo de Avildsen fue tan desgraciado que hasta tuvo que usar un seudónimo, el de Danny Mulroon, responsable de la cinta de acción, drama y comedia estelarizada por Jean-Claude Van Damme: Inferno de 1999. Ese fue su último film, 18 años antes de su muerte.
En 2016 se manufacturó un documental sobre su carrera llamado John G. Avildsen: King of the Underdogs, dirigido por Derek Wayne Johnson y narrado a través de los testimonios de expertos, admiradores de su obra, actores y amigos tales como Ralph Macchio, Stallone, Martin Scorsese, John Travolta, Al Pacino, Sigourney Weaver, Danny Trejo, Susan Sarandon y Peter Boyle, entre otros
“Gonna Fly Now John”
Que descanse en paz