10 Películas Claves del Cine de Irán
Aunque el cinematógrafo llegó a Irán en 1900 gracias al monarca Mozaffareddín Shah Qayar (que lo trajo de Francia para poner a sus súbditos y estudiosos a grabar procesiones reales, coronaciones, festivales y demás actividades sociales, culturales y/o políticas), fue hasta 1930 cuando el país de medio oriente tuvo su primer film oficial, una comedia de 60 minutos llamada Abi va Rabi, remake de una serie danesa sobre dos tipos que montaban espectáculos dirigida por Ovanes Ohanian, quien había estudiado previamente cine en Rusia.
Así pues comenzaron a surgir algunos artistas de donde destacó Abdolhossein Sepanta, actor, productor y director conocido como “el padre del cine sonoro iraní”, que tuvo una fugaz pero revolucionaria carrera de 1934 a 1937 y de donde nació el primer gran éxito a través dela ayuda de otro cineasta, Ardeshir Irani, los cuales trajeron la épica de dos horas y media, Dokhtar-e Lor de 1933, sobre una chica que fue secuestrada cuando era niña y llevada con un clan de bandidos.
Tras un largo periodo de opresión de parte extranjera que impidió que Sepanta trabajar por la amenaza de no consumir productos de Europa en los pocos cines que había en Irán (y por la segunda guerra mundial), fue hasta 1945 cuando el primer film hablado apareció, Toofane zendegi del formado en Alemania Ali Dary?bigi, dando inicio a una época de prosperidad fílmica que se extendería hasta 1954 con la producción de poco más de 50 películas, la mayoría influenciada (o remakes) por el cine de Turquía, Egipto y principalmente de la India.
En crecimiento comercial, el cine iraní creció exponencialmente en los 60, creando varias festividades internas de una rica distribución extranjera y local; sin embargo fue para 1969 cuando un grupo de cineastas liderados por Masoud Kimiai concibe una nueva corriente llamada “motefavet “, un neorrealismo que “imponía un estilo realista y reflexivo, menos superficial” y que liberaría a los artistas del yugo comercial permitiendo a los mismos una aproximación más artística y de autor a sus historias. Fue el mismo Kimiai quien inicializó todo este movimiento con el thriller Gheisar, sobre un joven que busca venganza en su regreso a Terán cuando se entera que su hermana se ha suicidado después de haber sido violada y su hermano ha sido asesinado.
A la par surge otro movimiento llamado “Cine Libre”, influenciado por los mismos Estados Unidos y en donde los cineastas procrearían proyectos experimentales, su mayoría en formato de cortos. Esta tendencia junto a la corriente del Motefavet, caracterizarían a la industria fílmica de Irán hasta nuestros días, a pesar de su larga opresión política que surgiría desde los años 70 cuando el estado islámico tomara el control artístico dejando al romance y a las mujeres fuera de toda ficció iraní.
Pero fue de dicha opresión donde nacerían los mejores cineastas de Irán, y donde sus producciones comenzarían a dar la vuelta al mundo ganando festivales y posicionándose como una de las industrias más serias y distinguidas del neorrealismo en la historia. Dicho incluso por Werner Herzog y otros grandes directores de Europa y Asia, Irán es considerado como uno de los países “más artísticos e importantes para el cine” desde su expansión oficial y fuera del yugo en los años 90.
Con nombres como Kiarostami, Panahi, Farhadi, Ghobadi, Makhmalbaf, entre otros(as), el universo fílmico contemporáneo iraní es de suma importancia y de equilibrio para la industria global, ya no sometiéndose a los estándares europeos o asiáticos y llegando incluso con relevantes tablas y conocimiento hacía una distribución americana que comienza ya a manejar estos y demás apellidos en su baraja diaria de “mejores propuestas” año con año.
Revisemos pues 10 Películas fundamentales para apreciar y comprender el cine iraní.
01 – Y la Vida Continúa – Abbas Kiarostami (1992)
Si bien para muchos las obras mayúsculas del gran Kiarostami son ¿Dónde está la Casa de mi Amigo? y Primer Plano, ambas cintas realizadas previamente, y que fueron las que le dieron un impulso al mundo, en Y la Vida Continúa sostiene ese estilo tan personal, y hasta lima pequeñas asperezas, plasmando una obra maestra absoluta, en donde logra imprimir una cuota de realismo insuperable, yendo de inmediato al foco de acción, retratando en forma sublime el hastío y dolor de las familias que padecieron el terremoto acontecido en Irán en junio de 1990, mientras se jugaba el mundial de fútbol en Italia, y en donde gran parte de la población recibió un golpe al que costaría sobreponerse.
02 – Kandahar – Mohsen Makhmalbaf (2001)
Tras una década de 1990 donde el cine de Irán otorgó al mundo cintas inmensas, el maestro Mohsen Makhmalbaf logra realizar ni bien iniciado el nuevo milenio Kandahar, una película a la altura de las mejores de la década pasada, sosteniendo el nivel de realismo que se veía expresado tanto en sus cintas previas, como en la de la mayoría de sus compatriotas. Así como en Y la Vida Continúa Kiarostami se sumerge en las ruinas de una ciudad derruida, aquí Makhmalbaf realiza un trayecto similar, contando mediante la historia de una mujer afgana que decide ir en búsqueda de su hermana, fragmentos de la situación de Afganistán en plena guerra, sumida por el régimen talibán, y la penosa condición que sufren las mujeres en dicho sitio. Si bien la cuota de realismo tiene el factor a remarcar, ciertos cruces de índole poética y lirismo, hacen de esta cinta una obra maestra, fruto de la cruza de elementos.
03 – El Globo Blanco – Jafar Panahi (1995)
El Globo Blanco es la cinta debut del realizador Jafar Panahi, que conforme paso el tiempo, se estableció como uno de los grandes cineastas iraníes. No obstante, es difícil encontrar en su filmografía una película más representativa que esta. No sería justo desmerecer la labor como director de Panahi en dicha ocasión, pero sin duda uno de los factores elementales de tal cuestión y sus resultados, es que el guión de la citada fue realizado por el mismo Abbas Kiarostami. Mediante una historia simple, sobre una niña que intenta conseguir un pez dorado para las fiestas, y sufre una serie de inconvenientes que complican su tarea, Panahi y Kiarostami construyen una de las historias mas emotivas y hermosas del cine de Irán. Un dato extra: esta cinta fue premiada en Cannes en 1995.
04 – Los Niños del Cielo – Majid Majidi (1997)
Los Niños del Cielo es otra de las películas iraníes que se posiciona como la favorita de muchos; y no es para menos, puesto que tiene todos los elementos que hicieron sobresalir al cine de Irán en su mejor momento. Presenta cierta similitud con la anterior, por tratarse de una historia que tiene niños como protagonistas, pero difiere en ciertos aspectos. En este caso trata sobre la historia de Ali, que en un descuido pierde los zapatos de su hermana menor y le ofrece una propuesta, para que no se enteren sus padres y se enojen con ellos. Majid Majidi realiza una labor impecable, y pone el peso sobre las actuaciones cuidadas de ambos pequeños, sin desviar cierto foco sobre la pobreza y las diferencias socio económicas coyunturales.
05 – El Sabor de las Cerezas – Abbas Kiarostami (1997)
El Sabor de las Cerezas representa otro de los grandes logros de Kiarostami, puesto que gracias a ella, el cineasta logró un mayor reconocimiento aún y obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1997. La historia trata sobre un hombre que decide suicidarse y anda en la búsqueda de alguien que se comprometa a enterrarlo. Si bien la historia se presenta como excesivamente simplista, el desarrollo y desenlace que logra Kiarostami es sorprendente, para este clásico iraní que para muchos significó nuestro primer acercamiento al mismo.
06 – Las Tortugas también Vuelan – Bahman Ghobadi (2004)
No es casualidad que Las Tortugas también Vuelan, otra de las cintas claves del cine iraní del nuevo milenio, trate la misma temática que Kandahar; la guerra, su significado y sus consecuencias, y en la que Bahman Ghobadi presente ciertas similitudes en el escenario y en ciertas escenas de fuerte carga dramática, en donde un espectador latente siente cierto dolor y pesar en la visualización de la mencionada, porque la forma en que Ghobadi presenta esta historia, no hace otra cosa que inducirnos en el entramado de la misma.
07 – La Separación – Asghar Farhadi (2011)
El cine de Asghar Farhadi es el claro ejemplo de hacia donde oscila el cine iraní de actualidad, y La Separación resulta el mejor ejemplo de ello: se percibe ciertas tradiciones y elementos clásicos, pero Farhadi opta por la variante de amortiguar cierto choque contra cultural, y prefiere acortar las distancias visibles entre culturales sociales marcadas, generando un cine más ameno, para ir más allá de las fronteras. Esto puede considerarse como una pequeña trampa, pero no deja de ser un método válido. Lejos de la categoría de cineastas como Kiarostami o Makhamalbaf, el cine de Farhadi es digno de verse, y probablemente La Separación sea su cinta más lograda, ganadora de varios premios, de los que se suele mencionar un Oscar, pero en realidad el más destacado y valorable es el Oso de Berlin.
08 – A las 5 de la Tarde – Samira Makhmalbaf (2004)
Considero sumamente necesario en esta lista incorporar una película realizada por una mujer, pero no por puro capricho, sino porque en A las 5 de la Tarde, Samira Makhmalbaf, la hija más grande de Mohsen, demuestra su talento y condiciones desarrollando una historia muy bien delineada y ofrece un punto de vista que, tras los ojos de una mujer, está cargado de otras connotaciones, que resultan necesarias considerando la historia, y la forma en que son tratadas, aún después de la caída del régimen talibán.
09 – Gabbeh – Mohsen Makhmalbaf (1996)
Otro que repite en esta lista es Mohsen Makhmalbaf, seguramente el segundo director más importante surgido de Irán. Previo a Kandahar, su obra maestra, se despachó con cintas como Gabbeh, una película que trata más sobre las raíces mismas, tradiciones y la historia de Irán, y en dónde se sirvió, como sucede en muchos casos, de actores no profesionales.
10 – El Viajero – Abbas Kiarostami (1974)
Muchos pasarían por alto El Viajero, quizás porque en esa época el cine de Irán recién se estaba empezando a desarrollar, y porque, en forma mucho más pronunciada que las demás películas de la lista, se perciben las influencias del Neorrealismo Italiano, movimiento que por aquel entonces era de las corrientes más influyentes. No obstante, no deja de ser el primer largometraje de Abbas Kiarostami, y presenta signos que son un claro ejemplo de su forma de hacer cine. También porque es justo que este listado inicie y cierre con su nombre, ya que todo fue gracias a su magia, su impronta, y sus motivaciones.
2 Comments
¡Enhorabuena por acordarse, por fin, de este gran director! Empero la selección y clasificación de las cintas es discutible, es de agradecer que amplíen el constreñido panorama cinematográfico. Y , de paso, el de una todavía existente audiencia.
¿Y Forough Farokhzad y su “La casa es negra”(“Khaneh siah ast” )? ¿Una pieza de arte de la cinematografía iraní y mundial y la omiten?