1001 películas que no viste antes de morir: Obsesiones subliminales
Bienvenidos a la única columna de los jueves publicada otro día como tal vez los días viernes ¿por qué? Porque la escribo los días jueves y eso es lo relevante de ser la columna de los jueves, no la fecha de su publicación.
Póstumos, finaos, fallecidos, zombies y muertos en general, esta es otra edición más de 1001 películas que no viste antes de morir…
CAPÍTULO VI: Obsesiones subliminales
Cuando empiezas a ver una disque película de Michael Bay, sabes perfectamente que debes utilizar lentes apropiados para las radiaciones UV provenientes de sus constantes explosivas escenas, así como en el caso de ver una de las grabaciones caseras de la disque-persona llamada Sebastián Badilla, debes tener el ad-block activado previamente. Sin embargo, hay elementos repetitivos en las películas que no son para nada desagradables a diferencia de mis desagradables ejemplos, como objetos, diseños, música o personajes que son utilizados permanentemente causando un fenómeno subliminal, o sea que no te das ni cuenta pero están ahí y tu cerebro se los come.
Una idea más que obvia es la que nos presenta Fight Club, al parecer al tío Fincher le gusta el café tanto como si le pagaran para ello (¿) y lo suficiente para incluirlo en toda las escenas de su película de 1999. Quizás tenía algo en contra de Starbucks y a pesar de ello, la marca (si, la marca, no café) solo le impidió poner la misma en la cafetería destruida por la escultura de bola gigante, al fin y al cabo era publicidad aunque su sobre-exposición era una ironía. El punto es que …no es una mala insistencia por parte del director, le da un toque de nosequé y los coffee lovers son un público fiel para el film, interesante es la inclusión de distintas formas como las tazas cosidas en la bata de Durden. Al final uno queda con la idea de que la película completa se realiza en un estado de insomnia constante, lo que sin duda es un factor importante en la trama ¿cierto?
¿Está idea es nueva? No la verdad, ya en The Godfather podemos apreciar un uso similar (aunque no tan exagerado) de un producto mucho menos comercial: las naranjas. Si han sido observadores o han llegado a leer sobre esto en internet, weones ociosos habrán notado que Ford Coppola incluyó naranjas en muchas escenas de su trilogía, siendo unas 22 escenas en total (fuente: internet, pero igual las puedes contarlas por tu cuenta si quieres) ¿qué significan? Nada, don Francis dijo que no se habían dado cuenta que las ponían ahí y que cuando lo notaron, empezaron a hacerlo a propósito …lo que se convirtió en un gran detalle a la hora de realizar las escenas de los fallecidos Vito y Michael.
¿Pero saben quién lo empezó a hacer con intención? Yo no, pero mucho antes al Padrino en 1932, una película llamada Scarface, que nada tiene que ver con un cubano dicen, tiene un protagonista con una cicatriz con forma de “x” que nada tiene que ver con Rurouni dicen, la que marca no solo a quien la porta sino que a sus víctimas, enemigos y socio cualquiera que muera por ahí. De distintas formas aparece en pantalla la marca a la hora de mandar pal patio de los callaos (a.k.a. Cementerio, para los paisanos), “x” pintadas en las paredes, formadas por efecto de sombra-luz o por objetos random. Quizás nos pueda parecer algo caricaturezca esta inclusión de “x” como manifestación de muerte, pero en una suerte homenaje la misma idea está en The Departed, donde los personajes que morirán son todos marcados en algún momento por una “x” formada de distintas maneras (objetos, sombras, etc.).
Así también, podemos encontrar filmes cuya trama se concentra en íconos que son recurrentes ante los ojos del espectador, un burdo ejemplo es la película “23” con Jim Carrey, en la cual el protagonista ve ese número en todas partes dentro de sus delirios y es parte principal de la trama que eso sea así, se le presenta al espectador como algo obvio. Por otro lado (y sin ánimo de compararlas), V for Vendetta nos lleva a través de una trama en que la letra “V” es un símbolo que aparece siempre pero solo pocas veces de forma manifiesta, pues la trama es mucho más que una consonante, sin embargo, son muy pocas las escenas en toda la película que no tenga esa letra agregada de alguna particular forma ¿really? Tus vidrios nunca videaron tanto la “V” sin que te dieras cuenta.
No todo es imagen, si viste Inception al menos tienes una hora y media de Non, je ne regrette rien. Posiblemente reconociste la famosa canción de Edith Piaf durante el largometraje, pero lo que no notaste fue que esta sonaba en los niveles de sueño donde el plot se desenvolvía, y sonaba cada vez más lento a medida que la profundidad de la onírica aventura aumentaba …¡pues claro! los hechos en los sueños ocurrían más rápido que en la realidad y por cada nivel de sueño este efecto se multiplicaba exponencialmente, generando que la música de los primeros niveles llegara lentísima a los sueños más rápidos = Edith Piaf leeeeeeeeeennnnnnnntttttttttoooooooooo e imperceptible.
¿Hermoso detalle cierto? Cómete esa Zack Snyder (Sucker punch) y llévate tus remixes de Army of me lejos.
Desde otro punto de vista, hay films que por trama consisten en mostrar a un solo sujeto a propósito (1st person movies), como 127 hours, Whiplash y en menor medida Sandra Bullock en Gravity why god?! Why?!. Pero hay casos de películas que no nos damos cuenta (una vez más) y nos mantienen viendo al mismo tipo a pesar de haber otros excelentes personajes a lo largo de toda la historia. Busquen una escena en que no esté The dude en The Big Lebowski. Tienes a Donny, a Walter, a Maude, a los nihilistas, a Jesús Quintana, etc. Todos excelentes, pero ninguno de ellos aparece independientemente del gran Duderino ¡en serio! ¿por qué?
Así mismo ¿han visto Blues brothers? John Belushi y Dan Aykroyd no se separan en toda la película, desde que el primero sale de la cárcel en todo momento comparte escena con el otro …¡hermanos po wn!
En fin, como pueden apreciar algunas de estas obsesiones no son más que accidentales, otras por querer y otras como una manifestación de una idea en la cinta, una de las tantas licencias que se pueden dar los cineastas para que años después las descubran rebuscados cinéfilos ociosos.
¿Han notado algún otro largometraje que incluya insistentemente elementos a lo largo de la misma? ¿tiene alguna razón de ser así por ser?
Hasta la próxima semana …y que tengan un bonito viernes 13.
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