Espiritismo, de cuando los rezos no sirven de nada y Holanda deja fuera a México del Mundial
Quizá fue una premonición, una estúpida casualidad o simplemente una coincidencia más de esas que la vida nos da por puños cada día, la cosa es, que el sábado por la noche me encontré en casa, sola y muy sobria, no había planes… y luego de haber hecho zapping una y otra vez en la televisión, de pronto, en el canal de cine mexicano, me encontré con una joya, una extraña película cuyo tema me saltó a la cara tras un diálogo memorable entre José Luis Jiménez y Nora Veryán, uno en el que Norita, interpretando a María, pone en duda la benevolencia, misericordia y favores divinos que se nos han inculcado como mexicanos y católicos, algo así como por forzosa tradición. ¿Interesante? ¡Lo que le sigue!
Espiritismo es el nombre de esta cinta de 1961 y dirigida por Benito Alazraki en la que la ambición de una madre hace que renuncie a su fe y creencias más arraigadas para darle paso a temas tan escabrosos y tabú como la ouija, las médiums, el poder a través del contacto con las almas descarnadas e incluso, la otorgación del alma al príncipe de las tinieblas para la obtención de poder absoluto, sí queridísimo lector, hablo del diablo, el demonio en todo su esplendor ¡Imagínese! Y todo esto a principios de los años sesenta en nuestro país, católico, apostólico y romano por excelencia. Le explico; María y José (nombres tan propios y con todo el propósito que usted les quiera adjudicar) son una pareja que al cumplir sus 20 años de casados y luego de grandes esfuerzos, logran obtener las escrituras de su casa y sacar adelante a su hijo Rodolfo (René Cardona Jr.) un chavo ambicioso, tanto como su madre, que tiene en mente un gran negocio con el que podrá sacar la pura billetiza, salir de clasemediero y por supuesto, casarse con su novia, la cosa es que necesita un empujoncito por parte de sus papis y allí empieza el desastre, José y María empeñan su casa para conseguir una fuerte suma de dinero que le permita a su retoño iniciar con su negociazo, a partir de ese momento la desgracia cae sobre ellos.
Y es allí, en el momento en el que la mano del todopoderoso en las alturas, parece haberlos abandonado, y allí, el de la rebelión, del dejar de lado la cabeza gacha, el dios proveerá, el dios aprieta pero no ahorca,… aquello de que con el favor de dios siempre se puede, nada, esta mujer decide fajarse los pantalones y dejar de lado todo aquello en lo que creyó para abrazar al espiritismo como su nueva religión, como la llave a un futuro mucho más alentador, lleno de riquezas y pagos tangibles a la fe entregada; es decir, algo así como dejar claro que eso de que la gloria y la dicha eterna no son necesarias vivirlas en otra vida, la que siempre se nos ha dicho que vendrá después de nuestra muerte y de acuerdo al buen comportamiento que hayamos tenido, no, aquí no, aquí todo eso se puede tener en un momento valiéndonos de medios poco ortodoxos y convencionales.
Si usted la ha visto, podrá decirme que quizá estoy exagerando en poner a esta película dentro de esos extraños casos de tramas que se salen del plano de la época; sin tomar en cuenta lo que posteriormente se hizo con las películas del Santo, eso es punto y aparte. La cosa es, que a mí me pareció una de esas perlitas escondidas entre tanta historia de rancheros, amores truncados, príncipes charros y comedias de barrio; porque si bien, el mensaje que prevalece es moralista sobre lo que nos puede pasar si nos alejamos de la mano de ese dios tan bello, ojiazul, güero y de cabellos dorados en el cual, el contexto de la religión católica occidental ha basado sus creencias, yo le aplaudo por atreverse, porque enseña algo que pocas veces se muestra, e insisto, en aquella época, mucho menos.
Valoro las actuaciones, (no se pierda la escena en donde varias almas toman posesión de la médium Estercita, interpretada por Beatriz Aguirre) la incursión de temas prohibidos como la aparición del mismísimo Satanás y una adaptación de The Monkey’s Paw (La pata de mono) un cuento de W. Jacobs, en el que a través de una pata de mono, en este caso una mano, se concede a quien la tenga con tres deseos, pero sin poder evitar las fatales consecuencias que estos acarrean. Sí, le hablo de aquella misma historia que tan bien y también se parodió en Los Simpsons, ¿ya se acordó?
Entonces, luego de todo lo que le he contado, estará usted de acuerdo conmigo en que estamos ante un excelente trabajo, una buena historia cuyo único pecado es quizá, terminar con la moraleja de un mensaje que parece ser obvio, el terreno de lo oculto es cosa en la que uno no debe de meter las narices, sí, ni hablar, no se pudo sacudir el qué dirán de las buenas conciencias y todas aquellas asociaciones de seguidores de la vela chorreada que seguro, habrían puesto el grito en el cielo de haber contado con un final amoralizante en donde se incitara a las buena conciencias a experimentar con las ciencias ocultas, llámese ouija, médium, las cartas, el café o la invocación a Belcebú, eso hubiera sido sin duda un puntazo, pero a pesar de todo, merece un reconocimiento, el mío lo tiene.
¿Qué por qué lo de la premonición? Bueno, porque entonces llegó el domingo futbolero, las plegarias de todo el país azteca se alzaron, el santo niño futbolero vistió la casaca verde, se prendieron cirios y veladoras, en las misa dominical se pidió con especial fervor por la selección, por el buen tino en sus piernitas y el triunfo que nos llevara a la gloria y dicha nacional más efusiva que usted y yo pudiéramos haber imaginado, pero nuevamente y como cada cuatro años, los fantasmas se aparecieron, los nosotros no podemos porque somos mexicanos, los juguemos como nunca y perdamos como siempre y toda esa bola de mantras que de sobra conocemos. Al final, de poco valieron las peticiones a los santos, las vírgenes y todos los seres celestiales, nos quedamos al filo, caímos y nos perdimos en el abismo del amargo sabor de la derrota.
Evidentemente, yo no me atrevería a ofrecerle mi alma al chamuco por ver a mis queridos ratones verdes campeones del mundo, pero estoy segura, que en algún confín de esta galaxia, este microcosmos mexica, habrá alguien que algún día lo hará, entonces, entonces pasaremos a cuartos y quién sabe, algún día, campeones del mundo.
http://www.youtube.com/watch?v=bf3ak7yxKvc
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