6 películas sobre narcotráfico para molestar y festejar a Bedub
Bedub, ese crítico de cine colombiano preferido de todos nosotros, ese personaje casi surrealista con una personalidad misteriosa y perversamente honesta, ese creador de la sección mensual de las recomendaciones para escapar de la cartelera, ese antes lector que con cada opinión suya nos ponía a trabajar en revisar films hasta de Uzbekistán, ese ahora colaborador que nos brinda un punto de vista distinto sobre las obras y clásicos independiente y de arte bajo un tono mordaz y de humor negro que lo y nos caracteriza, ese amante de la música y de su amalgama cinematográfica, ese anti Coen, anti Fincher, anti Hollywood, ese seguidor férreo de Cannes que nos hace sudar sangre con cada una de sus necedades, ese compañero y colaborador que con su toque y estilo ha brindado a este portal un distintivo sobre esas obras escondidas que todos deberíamos apreciar ¡Sí! Ese colombiano hoy cumple años y aquí en Cinescopia lo estimamos un chingo a pesar de que a veces nos quiere triturar con sus declaraciones
Ahí le va un beso para que no se enoje
Por tal razón, nos dimos a la tarea de repasar no cine de arte (Ese el próximo año), no cine europeo (Ese el siguiente), tampoco cine surrealista (Ese quizá para el 2019), sino de aplicar su humor muy negro y con cariño, mucho, mucho cariño, hacerle una listita de 7 películas con tema de narcotráfico de drogas ¡Ya saben! Solo para hacerlo molestar, pero repito, con mucho cariño
A pesar de la bromita, nosotros aquí en Cinescopia queremos brindarle este pequeño detalle y festejo a nuestro amigo y colaborador de México, España y Chile hasta Colombia, esperando que se encuentre bien y que nos dure muchos años por acá con sus terquedades y estilo único ¡Muchas felicidades Bedub! ¿Preparado para su rabieta?
P.D. Las recomendaciones de este mes serán de ganadoras Cannes, así que ahí nos recuperamos por la broma estimado
Los Pecados de mi Padre (Nicolás Entel, 2009)
Sin más intención que la de matar de un coraje al estimado Bedub ahora tendremos que hablar de películas que involucren al narco. Tal vez no me lo crea Sr. Bedub pero le aseguro que le pudo haber ido mucho peor con la temática, así que procure no derramar tanta bilis, es su cumpleaños, así que disfrútelo.
La temática del narco en el cine o televisión no me llama la atención, la mayoría de los libros tampoco, es un tema que digamos no es que no me guste saber, pero tampoco quiero caer en el punto de difundir, así que esto no es precisamente una recomendación de mi parte, sino una manera de estar informados.
Los Pecados de mi Padre es un documental del director argentino Nicolás Entel, el mayor mérito que tiene el documental es reunir después de muchos años, a los hijos de algunos de los protagonistas de la guerra del narco en Colombia en los últimos años de Pablo Escobar. El reparto está encabezado por Juan Pablo Escobar, Rodrigo Lara Restrepo (hijo de Rodrigo Lara Ministro de Justicia, asesinado por gente de Escobar) y los hermanos Carlos Fernando y Claudio Mario Galán (hijos de Luis Carlos Galán candidato a la Presidencia de Colombia en 1982 muerto a causa de las heridas que recibió en un atentado en su contra).
Juan Pablo Escobar cambió su nombre a Sebastián Marroquín mientras se escondía en Argentina, pero parece que no se escondió muy bien porque Entel lo encontró fácilmente. Si bien el documental cuenta con algunas escenas del terror que se vivía en esa época en Colombia, la historia se centra en una carta a manera de disculpa de Juan Pablo Escobar a los hijos de los funcionarios muertos.
A diferencia de otras películas de Escobar, en Los pecados de mi padre, no veremos a una versión del Robin Hood colombiano enaltecido, no hay escenas cargadas de acción violenta y eternas balaceras, es más parecido a asomarse a una ciudad después de un terremoto devastador; es caminar entre los escombros de un país que ha pagado un precio muy alto por tratar de detener a los sanguinarios representantes del narcotráfico. Mucho se ha dicho que la historia de México se está reescribiendo sobre los pasos de Colombia, yo pensé que la caída de Beltrán Leyva era equivalente a la caída de Escobar, desgraciadamente lo peor para nosotros apenas comienza y para Colombia la pesadilla no ha terminado.
Las dos facetas de Escobar se asoman en la película, como narcotraficante y como padre de familia. A mí me queda una sensación de sospechosísimo con su hijo y su espíritu conciliador, después de que dejó Colombia jurando vengarse de los que mataron a su padre, claro que era un adolescente resentido, pero hay quienes afirman que el ahora Marroquín participó activamente en el negocio familiar y pacifista no era.
El documental es bueno a medias, su veracidad depende de los protagonistas y eso es complicado de confirmar, a pesar de lo interesante del tema resulta lento y por momentos aburrido, pero con todo y todo prefiero conocer ese lado de la historia que asomarme al Cartel de los Sapos o cualquier cosa que se le parezca. No hubo grandes premios y al final de cuentas siempre será el morbo lo que nos mueva a verlo.
Sólo el Sr. Bedub puede dar fe de lo que pasa en la tierra de sus amores, las heridas que deja este tipo de guerras son profundas y difíciles de sanar, el territorio es lo de menos cuando no existe territorio virgen. Al día de hoy se puede ver más de este mal entre los Cinescopios mexicanos que en el festejado, pero el propósito era hacerlo renegar así que proceda a hacer su berrinche Sr. Bedub y ¡feliz cumpleaños!
La Virgen de los Sicarios (Barbet Schroeder, 2000)
Mi querido Bedub, me va usted a perdonar, pero al pensar en un film con el topicazo terrible que tantos tienen sobre su país (las drogas, los sicarios, los narcos y demás monerías) y cumplir con lo estipulado por todos para darle este regalo agridulce (como usted), me fue inevitable pensar en esta obra basada en el libro del gran Fernando Vallejo “La Virgen de los sicarios” y dirigida por el francés Barbet Schroeder; legendario por sus trabajos con las bandas sonoras de Pink Floyd en More y El Valle en los años setenta.
Si usted conoce la historia, entonces cualquier cosa que pueda yo contarle está de más, porque mis palabras lucirían insulsas ante las suyas. Si no la ha visto, déjeme soñar que le gusta lo que le cuento.
Ahí tiene que todo se centra en la historia de Fernando, un escritor homosexual que luego de una ausencia prolongada, vuelve a Medellín. Lo que se encuentra es un sitio hostil, violento y dominado por los cárteles; sin embargo, en medio de tanta guerra, encuentra su bunker de paz en Alexis, un sicario de 16 años que lo adentrará en realidades por demás surrealistas y lo llevará de la mano a enfrentar sus temores más profundos hasta llegar a Wilmar, el chico con nombre de actor gringo y corazón de cuervo.
Le advierto que la cinta no es en su composición elemental, la mejor. Pero el contenido arrebata, corta la respiración y emana suspiros que estremecen.
Que tenga un muy feliz cumpleaños mi querido Bedub, y no permita que abandone el buen camino 😉
El Infierno (Luis Estrada, México, 2010)
Un retrato lleno de contrastes sobre el narcotráfico en México. Por una parte, lleno de irrisorios clichés con un resultado casi paródico. Por otro lado, un crudo relato de la deshumanización propia de quienes se dedican al crimen organizado.
Buscando contrastar con la algarabía del bicentenario del inicio de la Guerra de Independencia de México, El Infierno narra las desventuras de Benjamín “Benny” García (Damián Alcázar), quien tras su fallido intento de hacer fortuna en los Estados Unidos regresa a su miserable pueblo para verse pronto sumergido en la espiral de violencia y muerte del narcotráfico, que domina el lugar y la vida de todos los habitantes. Su sórdido final pasaría a la historia como uno de los más desafortunados del cine nacional.
En una época en que la absurda admiración profesada a los “narcos” es muy evidente (corridos, series de TV y hasta delincuentes “canonizados”, a la vez que el Ejército es defenestrado por darles muerte en combate), El Infierno es un desestructurado retrato de la ideología nacional (y latina, por lo visto): La búsqueda del poder y el dinero fáciles, mediante la intimidación y la violencia más que con trabajo y esfuerzo. De ahí que al “narco” se le admire (finalmente, logró fortunas por la fuerza de las balas y no con trabajo duro), al grado de presentar al “Chochiloco” (el buen Joaquín Cosío) como un simpático sujeto siendo él mismo un delincuente.
Feliz cumpleaños, estimado Bedub! Y no dejes de opinar con fuerza y contundencia!
Escobar: Paradise Lost (Andrea Di Stefano 2014)
Tengo que admitir que mientras preparábamos este divertida broma a manera de post, mi mentalidad hacia el inclemente Bedub ha ido evolucionando primero de:
“Ah mira, Bedub no es tan amarguetas” a un total y completo giro de 180° donde termino diciendo: “Bedub, te comprendo”.
Si hay una razón para que nuestro estimado insecto intelectual al estilo Cronenberg desprecie de manera tan dura todo lo que se produce, edita y se promociona en Hollywood es la asquerosa película que elegí por ignorante para celebrar el cumpleaños del Bedub.
Si hay peor que el narcotráfico y todas sus implicaciones, son los jodidos gringos y su forma de contar las historias para su auditorio, en este caso se valen de una insípida y forzada historia que mezcla el romance de dos mequetrefes que son el ladrillo andante de Josh Hutcherson y la bella Claudia Traisac a quien le ponen el nombre latino más original del mundo: María. Si con esto no les basta para comprender la inmundicia que tuve que ver, ahí les va el resto del argumento donde vemos al Josh que llega con su hermano y su familia a instalarse en una de las playas de Colombia y se dedican a talar árboles como leñadores, obviamente llegan los mafiosos y les cobran piso porque estás en Colombia y todos son Narcos. Luego nuestro héroe canadiense se topa con la belleza latina llamada María y se enamoran perdidamente, poco sabe que esta mujer es nada más y nada menos que la sobrina consentida del capo de capos: Pablo Escobar.
De ahí en adelante tenemos una versión chafísima de The Beach, pero sin Di Caprio y luego de una maldita hora al fin se les ocurre decirte de que va la historia y que es lo que está pasando. Esto es una verdadera desgracia narrativa que deja de moraleja no te enamores de las latinas porque sus tíos son narcos y si son colombianos a huevo son narcos.
Feliz Cumpleaños Bedub
Heli (Amat Escalante, 2013)
No estoy seguro de cuando México se convirtió en el país directamente asociado al narcotráfico.
Pero tampoco estoy seguro de si el haberle arrebatado ese puesto a Colombia se deba a aquella denuncia social de la cual desconozco si estaba presente.
Con Heli, esa denuncia social es el silencio por no necesitar decir nada, la deshumanización de su puesta en escena y la violencia de sus escenarios hablan por sí mismos, y perturban no lo gráfico de su contenido, si no por ser manejada de manera tan “normal” dentro de la propia obra.
Amat Escalante no apela a las ideologías facilonas izquierdistas ni al populismo ramplón como otros directores en búsqueda de atención mediática, y al igual que Carlos Reygadas con Post Tenebras Lux (2012), lo demuestra con esa imagen que por intereses políticos no conviene denunciar artísticamente. La conducta autodestructiva y falta de moral y de principios presente en la mayoría de las personas que se encuentran en la miseria económica, ignorando los contextos y situándose en el núcleo del conflicto, representando a una mayoría ignorada que plantea la hipótesis de que la condición de un país es una especie de justicia divina con y hacia su propia gente.
Es muy difícil que una cinta del narcotráfico aborde desde tantos aspectos un tema que ya se ha tratado hasta el hartazgo, y también es fácil ver la polémica cuando la contemplación está en la consecuencia del impacto de la película, y no en sus formas, las cuales se mantienen mínimas y dejan al momento correr con una naturaleza confrontativa.
Cuando estaba planeando una buena elección referente al tema, ésta me pareció la única opción viable para nuestro estimado Bedub, el cuál es un autor de este espacio optimista hacia el séptimo arte e indagando constantemente en su valor e importancia.
Si bien no es una película perfecta, creo que es de las pocas respetables sobre la temática.
No Country for Old Men (Joel & Ethan Coen, 2007)
Está bien mi estimado. Quizá pueda aceptar que no le gusten el 90% de las películas de estos hermanos, pero en lo que respecta a este western no logró comprender el por qué si en tantas de sus virtudes me recuerda a los valores cinematográficos que usted aprecia, por ejemplo, un desarrollo de secuencias largas y detalladas que pasan del suspenso a una trepidante acción gracias a un ritmo eficaz y sorpresivo; el mismo estilo narrativo hace pasar de los duelos cánones del genero a brillantes momentos de un rico diálogo que, bajo un guion virtuoso (que no genera un génesis, pero si una introducción magistral de los personajes para clarificar y estructurar perfectamente sus personalidades y su motif) alcanza momentos icónicos dentro del rubro, también factor de una increíble fotografía y una serie de actuaciones precisas con todo y un caricaturizado pero soberbio villano ¡Pero oiga! ¿Qué así no son todos los westerns?
En este caso especial estamos que la detonante precia a un veterano de guerra que ve su destino y su monótona vida cambiar al encontrar un jugoso botín en medio de lo que fue una carnicería humana a causa de una transacción de droga que salió mal; en consecuencia, el vaquero se vuelve presa de un peligroso pistolero contratado al cual solo le importa una cosa: el dinero. A esta fulminante y hábil cacería se les une la búsqueda de respuestas de un sheriff cansado, que convertirá a los sucesos en un mensaje metafórico ante el violento panorama ¡Mi estimado! Un glorioso western que conlleva contexto y no solo planicie argumental y/o visual como ya lo hemos ricamente debatido en toro a este género ¿No lo cree?
Insisto, incluso el descuidado propósito de sus diálogos y esa inserción de momentos de relajación cómica al mero estilo de nuestro humor negro, debería ver un rayo de esperanza para su gusto tan especial y refinado en cuanto al cine de autor mi apreciable y siempre respetable colega.
En cuanto a la rabieta, créame que acá en México entendemos su pesar nacional con este tema, pues tanto política como social y culturalmente este cáncer llamado narcotráfico nos afecta a todos, y esto incluye al cine, el cual en su propósito de radiografía referente a este tema se ha quedado en el morbo visual o ejercicios cómicos absurdos que incluso se burlan de una sociedad oprimida. No Country for Old Men creo que se salva de esto al proyectar bajo una estructura de western y aventuras el intrínseco sentido de todo este mal: el maldito dinero
¡Muchas felicidades Bedub! Y andamos preocupados por usted ¿Done anda?
¡Lo queremos Bedub! ¡Lo queremos!