7 Películas “Gringas” muy patriotas para celebrar el 4 de Julio
Gracias al apoyo de la corona francesa y un firme deseo a no pagar impuestos, el 4 de julio de 1776 fue declarada la Independencia de Estados Unidos por el Congreso Continental de las Trece Colonias, dando inicio a la creación de uno de los Estados más importantes y controversiales de la historia universal. De ser una colonia inglesa compuestas por religiosos exiliados y aventureros buscando mejor fortuna en tierras nuevas se convirtieron, a base de una feroz expansión territorial y la explotación de mano de obra y recursos naturales, en la potencia hegemónica a finales del siglo XX y lo que va del XXI.
Autoproclamada “el mejor país del mundo”, Estados Unidos es un Estado en constantes contradicciones mortales, que por igual celebra su poderío militar -con el que defiende los valores de Libertad y Democracia- pero descuida y abandona a sus soldados una vez que regresan a casa, además de dejar desastres en los países invadidos (directa o indirectamente); declama que la Libertad debe ser respetada y asegurada para todos pero persigue y discrimina institucionalmente a quienes no se adaptan a su Modelo Ideal de Americano (el WASP: white anglo-saxon protestant). Se gusta llamarse “país de migrantes” en alusión a quienes fundaron las colonias y a quienes impulsaron al país a inicios de siglo XX, pero el sueño americano, en el que cualquier cosa es posible si se llega a vivir en ese país a trabajar duro, ha tomado millones de vidas en las fronteras con México desde que concluyó el programa Braceros, y su fuerte adicción a las drogas -que, convenientemente, mantiene ilegales- ha destrozado por décadas a millones de personas.
And yet. Gracias a su ambición monetaria y artística, consolidaron la maquinaria de sueños que ahora es Hollywood. Han creado industrias que revolucionaron nuestro estilo de vida y en ese país han brotado movimientos culturales y sociales cruciales para construir sociedades más plurales. Alimentan la idea de que siempre se puede comenzar de nuevo, que cualquier ambición es posible y que todo es realizable, de una forma u otra. Para acompañarles su conmemoración histórica, compartimos 7 películas sobre Estados Unidos como nación y el amor que le tienen tanto los realizadores de las mismas como su propia población.
¡Feliz 4 de Julio!
Atte. Una regia agringada
Rocky IV (Sylvester Stallone, 1985)
Dr. Dark
Legendario boxeador gringo, a su vez hijo de inmigrantes italianos, venga la muerte de su mejor amigo en el ring a manos de un ruso malévolo, gigantesco y sin sentimientos, que es justo como los E.U.A. veían a la Unión Soviética, en una película realizada al calor de la Guerra Fría ¿Se les ocurre algo más gringo que eso?
Con escenas de pelea boxística excelentes, un soundtrack de ensueño capaz de motivar al gimnasio al más perezoso obeso y un disimulado mensaje en pro de la tolerancia, estamos ante un panfleto patriotero cargado de simbolismos con gringos buenos, muy buenos, y soviéticos malos, muy malos. Los que somos anti comunistas la disfrutamos a más no poder…
Born on the Fourth of July (Oliver Stone, 1989)
El Fett
Dentro del cine bélico y patriotero de Estados Unidos existe una rama o subgénero dentro del rubro que en uno de sus tópicos crítica la campaña mediante el análisis de la estadía del soldado en combate, su psicología posterior y estado emocional que lo convierte ahora en un afectado veterano de guerra. En el tipo de film llamado anti – bélico, en lugar de ensalzar la batalla, se centra sencillamente en los horrores y consecuencias de esta, proyectándola como insulsa, falsa y como lo que es, una cortina de humo de las naciones para poder enriquecerse a consta de algunos cuantos sacrificios para controlar la población y economía ¿Hay algo más patriota que la honestidad?
Born on Fourth of July de Oliver Stone (cineasta que también es veterano de Vietnam y que por tal razón comprende a la perfección el estatus de soldado durante y después del conflicto), relata la verdadera historia de Ron Kovic, joven amante de su nación con el único de objetivo de prestar servicio en la guerra de Vietnam, pero que después de perder sus piernas, una serie de revelaciones lo llevarán a ser uno de las principales figuras del movimiento social que pedirá la restitución de los de su clase y de la paz. Indudablemente Cruise entrega uno de sus mejores papeles, pero es la carga dramática provista por el cineasta la que hace al film un clásico del género combinando 4 líneas temporales: el deseo de Kovicpor ir servir su país, el conflicto bélico, sus funestas consecuencias y la consecuente estructuración del personaje para convertirse en la mencionada figura política – social.
The Patriot (Roland Emmerich, 2000)
El Fett
No puedo con esto, lo confieso, y es que The Patriot es sin duda mi gusto culpable por excelencia y la definición de “patrioterismo fílmico” por antonomasia. Un accidente en la carrera del adoptado gringo Roland Emmerich (más americano que la pinche hamburguesa), es innegable que estamos ante lo mejor de su filmografía gracias a una mística comunión de elementos que a mi parecer se unieron por la intercesión espiritual de los mismos Washington y Lincoln; para empezar y no es casualidad, Emmerich contó con la ayuda del guionista de Saving Private Ryan en su primera incursión sin su libretista de cabecera (el igual de idiota Dean Devlin); además, el protagónico de Mel Gibson debió haber ayudado también en la dirección de escenas, coreografías y batallas, las cuales cabe destacar, en un par o trío suelen ser bastante buenas (sobre todo aquella del tomahawk en el bosque).
Sin ensalzar lo que en realidad es una cinta por debajo de la mediocridad, con demasiada postales gringas, sentimentalismos baratos, discursos progresistas y de inclusión y demasiados clichés, hay algo en el sentido trágico y paternalista de The Patriot que la hace sumamente entretenida, incluso para aquellos que deseen un poquito de historia ambigua pero en teoría correcta por parte de los gringos.
Lo sé, no tengo remedio con esto.
Captain America: The First Avenger (Joe Johnston, 2011)
El Markovich
¿Qué es más patrióticamente gringo que un güerote estampado de pies a cabeza de barras azules y rojas, así como estrellas por todos lados? NA-DA. Ni la Big Mac es tan gringa como el otrora enclenque Steve Rogers, aka Capitán America (con ese outfit, el nombre era obvio). Seguro ya han de estar creyendo que ando de hater hacia el más emblemático personaje de Marvel, pero la neta es que no. ¡La velita de mi último pastel de cumpleaños tenía la forma del héroe de Brooklyn! Mi percepción del ñoño de Steve solía ser otra y venía a raíz de su nacimiento. Corría el año de 1940 cuando Joe Simon y el gran Jack Kirby, se dieron cuenta que los eventos históricos les estaban dando un perfecto villano de cómics: Adolf Hitler. Así que decidieron crear al perfecto superhéroe que arruinaría sus planes, Simon hizo los primeros bocetos y, junto con Kirby, terminó el primer número. Lo mostraron al editor de Timely Comics y en marzo de 1941, el Capitán América hacía su primer aparición, golpeando a Hitler en su ridículo bigote en la portada. Todo suena muy bonito e inspirador, pero para ese entonces Estados Unidos ni siquiera había entrado a participar en la guerra. Como siempre, de chismosos creyéndose los héroes que el mundo necesita y con un personaje ataviado hasta con los calzones de su bandera. La verdad que hueva me daba.
Nunca vi venir que mi percepción iba a cambiar cuando, más por valor curricular que de ganas, fui a ver “Captain America: The First Avenger” en el 2011. Sentía que iba a ser todo un comercial propagandístico y vomitivo del espíritu americano, pero la película de Joe Johnston le dio un giro a todo esto. De manera inteligente hacen que la realidad se una a la ficción. Nos habla del origen del Capitán mediante un experimento para crear al súper soldado pero, al no poder ser replicado, fue descartado y terminó siendo un simio de la mercadotecnia con el fin de recaudar fondos para las tropas mediante espectáculos, ventas de cómics y demás cosas (en un momento incluso podemos ver a unos niños leyendo el primer ejemplar del Capitán). A pesar del número musical y toda la faramalla, Steve está decepcionado de lo que han hecho de él. El objetivo de su vida era pelear contra los abusadores y no ser sólo una marioneta del gobierno. El “llamado a la acción” de nuestro héroe llega cuando se entera que su mejor amigo, su bromance, fue secuestrado por el enemigo. Steve se rebela ante todo y decide usar sus nuevos poderes para algo útil. No fue el sentido de patriotismo extremo lo que lo llevó a actuar, sino una simple necesidad innata de hacer lo correcto, de pelear contra el mal sin importar de qué nacionalidad sea. Un abusador siempre será un abusador.
Las primeras dos entregas de esta trilogía son geniales. La tercera mñeh, quedó floja y ni se enfocó tanto en el Capitán. Algo que se agradece de “Captain America: The First Avenger” es que en esos tiempos, Marvel aún tenía un tono más serio. La película no está plagada de chistes cada 2 minutos. Incluso hay una memorable toma en que el Capitán y su equipo entran en slow-motion a partir madres a una base enemiga. Con pistola en mano, va Steve disparándole a los secuaces de Red Skull (ahhh pero si Batman hace eso ahí andan llorando. ¡Congruencia señores!)
Finalmente, debo admitir que, al menos para mí, el traje e imagen del Capitán América siguen poniendo una especie de barrera. Por más bueno que sea y esperanza que emule, no me representará jamás alguien que viste los colores de otro país. Un símbolo de esperanza debe ser más neutral y no tan enfocado, no todos pueden ser un Superman.
American Sniper (Clint Eastwood, 2014)
Kbhaud
Dirigida por Clint Eastwood, American Sniper es un drama biográfico basado en American Sniper: The Autobiography of the Most Lethal Sniper in U.S. Military History (2012) by Chris Kyle, que sigue la vida de Kyle quien aspiraba a ser un simple cowboy se convirtió en el francotirador más letal en la historia de la milicia americana.
Una opción que plasma perfectamente el sentimiento de patriotismo y libertad americanos, aunque en lo personal me pareció muy lenta, explica muy bien el sentimiento de impotencia que sentían nuestros vecinos después de los atentados a embajadas de Estados Unidos en el 98 y Las Torres Gemelas en 2001. Si te gustan las películas biográficas o quieres entender más el sentimiento americano esta es una excelente opción, de lo contrario probablemente te aburra y no la logres terminar.
Saving Private Ryan (Steven Spielberg, 1998)
Kim Tobias
Y no podría faltar en nuestras recomendaciones patriotas esta película de Steven Spielberg. Durante la Segunda Guerra Mundial, un grupo de soldados americanos tiene la misión de encontrar a James Ryan, el único sobreviviente de 4 hermanos que han muerto durante la guerra, para llevarlo de vuelta a casa junto a su familia. Arriesgando sus vidas, harán cualquier cosa que sea necesario para traerlo sano y salvo a Estados Unidos, todo sea por poner en alto el nombre de su amado país.
Y es que esta película bélica resulta imprescindible no solo para conocer lo valientes y honorables que pueden ser los estadounidenses cuando de honrar a su patria se refiere, sino que también es un retrato bastante real de la crueldad que se vive durante la guerra. Spielberg logra mover fibras, adentrándonos de manera íntima a intensas batallas que parece que poco se alejan de la ficción, dejándonos un par de secuencias memorables que hacen que valga la pena el recorrido. ¿Hay algo más patriótico que esto?
Team America: World Police (Trey Parker, 2004)
Oraleia