A Minecraft Movie: Cubo de basura
El auge por las películas de videojuegos continúa, pero lo que al inicio parecía un tratado de paz entre ambos medios y una mejora para las historias basadas en ellos, está volviendo al pozo del que parecía haber salido. Si bien la taquilla está probando que ya son fructíferas, todavía están lejos de llamarse clásicos o como mínimo entretenimiento palomero. Prueba de ello es la nueva película de Minecraft de Jared Hess (“Napoleon Dynamite”, “Nacho Libre”).
¿Dónde he visto esto antes? Para empezar, el videojuego original no tiene historia. Es cierto que tiene su trasfondo y lore que enriquecen la experiencia del usuario, pero eso no basta para sostener una “adaptación” por sí sola, pues necesita una narrativa que le dé forma a la mitología y fomente la imaginación y exploración. De modo que los 5 guionistas (este es un síntoma que indica que ya empezamos mal) tuvieron que ingeniárselas para darle a “A Minecraft Movie” un relato que pudiera conjuntar los elementos característicos del juego y al mismo tiempo que fueran coherentes en pantalla. ¿El resultado? Eligieron convertir esto en un isekai, lo cual estaría muy bien de no ser porque… ya van varias veces que usan este recurso.
Nuevamente se muestra a los personajes del mundo real entrar al mundo de fantasía por accidente, toparse con aliados y enemigos, descubrir algo sobre ellos mismos y encontrar la forma de regresar a casa. Desde que “Hora de Aventura” popularizó este tipo de narrativa, muchos han copiado el método con buenos y malos resultados, pero la saturación fue tan rápida que ahora es más difícil sobresalir y entregar un producto de calidad.
El guion de “A Minecraft Movie” parece que lo hicieron en un fin de semana y la trama es exageradamente básica y simplona. A esto se agrega los nulos desarrollos de personaje y la constante repetición del chiste gastado de ver a Jennifer Coolidge haciendo de milf que le avienta el calzón a todo el mundo. El concepto de la creatividad está tan simplificado que puede acomodarse en cualquier película de aventura y los chistes son en su mayoría referenciales, como la granja de Creepers o cocinar una gallina con lava, dejándole nuevamente al fanservice la tarea de cimentar el humor. Pero si se ve más allá de lo evidente, queda claro que no hay más que mirar.
El otro problema con el que parte “A Minecraft Movie” es que el juego original es visualmente feo (hasta los fans más puritanos deben reconocer esto), y nuevamente el compromiso de “embellecer” los gráficos sin comprometer la apariencia cúbica que caracteriza el producto base era obligatoria. ¿Cómo lo hicieron? ¡Pues por computadora, claro! Porque por más que los efectos prácticos pudieran otorgar credibilidad y más naturalidad en la imagen, lo que importa es hacerlo rápido. El resultado es que, aunque se agregan texturas para darle más volumen, todo se ve falso porque es inevitable notar que los actores están frente a una pantalla verde. En el afán de ser fieles al estilo cúbico original, el mundo se nota y se siente plastificado y cada interacción con el entorno se siente forzada.
Debido a este detalle, nunca hay sensación de peligro ni riesgo al mundo. Hay explosiones, objetos que no se sabe su función, peligros externos a los que hay que adaptarse y un ejército de monstruos, pero no hay tensión porque no pasa nada grave o que comprometa a los personajes (hasta la muerte es una burla). Quizá lo único medianamente rescatable en “A Minecraft Movie” es la rítmica dirección de Jared Hess, que intenta darle cierta velocidad a un guion que acaba antes de iniciar y que quiere hacerle justicia al diseño base sin saber cómo hacerlo.
La ventaja de tener a un protagonista mudo y sin personalidad en un videojuego, y en especial en Minecraft, es que cualquiera puede proyectarse y darle la suya propia. Al adaptarlo es necesario darle una personalidad propia y que el actor elegido se comprometa a impregnar esa elección. Este no es el caso, pues Steve no es más que Jack Black como un imitador de Jack Black interpretando a Jack Black, el cual ni siquiera se esfuerza en hacer algo diferente, tiene los mismos manierismos, movimientos corporales, gestos faciales, ¡hasta canta! (nos gusta cuando cantas, Jack, pero no era necesario que lo hicieras aquí).
Además, bastaba con ver las aventuras de Steve en un mundo nuevo. ¿Cuál es la necesidad de meter personajes que no nos importan y que no están bien construidos? Ojalá fueran estereotipos básicos, pero ni un trasfondo triste cómo perder a tus padres o estar en la bancarrota no llega a nada (pudieron ser 2 hermanos huérfanos como en cualquier isekai japonés y se arreglaba el asunto). Si bien Jason Momoa y su intento de conectar con los gamers más grandes resulta en una cierta química con Jack Black, todo el demás cast se siente desperdiciado y sin ninguna intención narrativa de estar ahí (Emma Myers es quizás quien sobresale un poco más por intentar darle un poco más de personalidad a su intento de personaje).
“A Minecraft Movie” no sabe jugar con el concepto, no explota las ideas principales, no aprovecha el basto mundo que tiene en frente y el mensaje sobre la creatividad queda en una mera anécdota. Es una obra que exclusivamente les gustará a los fans, pero de ahí en fuera el resto estará perdido. Y todos debemos pedirle perdón a Mario por su película. Por cierto, tiene escena post-créditos, así ya saben lo que significa.