A Working Man: Otro hueco héroe de acción
Una búsqueda por un nuevo héroe de acción parece manifestarse cada cierto tiempo en el mundo del cine, de hecho, más seguido de lo que desearíamos. La última vez que esto resultó favorable para alguna película fue probablemente con John Wick (2014), la cual posteriormente se convirtió en una franquicia que ha dado 4 películas hasta le fecha. Ahora toca el turno a Jason Statham de intentar entrar al juego de las sagas de acción prolíferas y millonarias, aunque cabe resaltar que el mismo actor ya tiene varios intentos fallidos.
El actor repite equipo con el director David Ayer, con quien estrenó The Beekeeper el año pasado, y esta vez con una cinta que de entrada cuenta con un nombre muy poco atractivo: ‘A Working Man’. Y qué decir de su traducción para Latinoamérica, Rescate Implacable, un intento por enmendar dicho errorcito en el título y colgarse de la fama de otra franquicia de acción de gran éxito ‘Taken’ (2008) cuyo nombre fue adaptado a Búsqueda Implacable; un poco descarado, si me lo preguntan.
En una típica primicia de su categoría, A Working Man gira en torno a Levon Cade, un trabajador de construcción bastante relajado y buen padre, pero con un pasado oculto que dejará al descubierto cuando se ve obligado a rescatar a la hija de su jefe, Jenny, quien fue secuestrada por un grupo de peligrosos criminales.
El tema es que A Working Man parece un intento desesperado por incorporar todas las personalidades y situaciones de cualquier héroe de acción que pudiéramos imaginar, pasando por los conocidos clichés del hombre misterioso, solitario y padre de familia, hasta adaptar esta tendencia de filmes del género de convertirse de clasificación R (18+) y arriesgarse a mostrar un lado más sangriento.
A Working Man podría ser un despilfarro de secuencias de acción entretenido para los más amantes del sin sentido y de desconectar el cerebro con tal de ver movimiento en pantalla. Aquí queda claro que nuestro protagonista lo puede todo y contra todo desde que decide ir en busca de los villanos de esta historia, aquí estamos ante un filme tipo 1 solo hombre contra un ejército. No hay que tratar de encontrar alguna lógica en por qué todo lo sale bien a un personaje que poco expresa pero que mucho hace (y sin sudar ni una gota).
Así pues, A Working Man demuestra que no le alcanza para trascender más que como una cinta que no me atrevo a llamar paolomera, que se vuelve bastante tediosa conforme avanza y que no justifica realmente sus 2 horas de duración, mostrando escenas bastante repetitivas que solo alargan un desenlace que ya venía cantado desde sus primeros 10 minutos.
Una capirotada total de todas tus películas de acción favoritas, A Working Man se queda bastante corto en este inicio de año cinematográfico, revelando que se necesita más que una figura varonil y de buen músculo para crear algo relevante que genere en la audiencia algo más que risas de inverosimilitud y hartazgo.
—–