Alfonso Cuarón ¿Patente mexicana o patrimonio de la humanidad?

Esto comienza así de sencillo y tajante: Alfonso Cuarón es el mejor director en vida que tiene México y uno delos mejores actualmente a nivel internacional; un maestro y erudito del lenguaje cinematográfico, precursor de la evolución que comprende en estos días a la industria de su país y fomentador oficial a nivel global del peculiar estilo fílmico mexicano. Un verdadero artista, un patriota, un orgullo y símbolo de su nación, al genio audio visual Alfonso Cuarón se le debe remembrar y desde ahora recordar como el maestro contemporáneo del plano secuencia sobre cineastas como Paul Thomas Anderson, Joe Wright y Joss Whedon, siendo su técnica y estilo tan brillantes que lo hacen equiparable en mencionado aspecto a cineastas como Kubrick, Haneke, Scorsese, Altman, Welles y/o Tarkovsky.

Filósofo, astronauta frustrado y cineasta desterrado, Cuarón tuvo que abrirse camino entre la mezquindad del sistema educativo al ser expulsado de la escuela de cine CUEC por inmiscuirse en un proyecto que fue solo hablado en inglés. Pensando que nunca volvería a tomar las riendas de este arte, Cuarón se refugió en un trabajo dentro del museo para sostener a su familia, sin embargo el destino y la vida apenas comenzaban a trabajar con él y al cabo de solo un tiempo fue reclutado para ser gaffer en algún par de producciones. Pasaría a hacerse de la segunda unidad de dirección para finalmente a principios de los 90’s escribir y dirigir sus primeras experiencias audio visuales en la serie de televisión Hora Marcada; todo esto antes de cumplir sus 3 décadas de vida.

Un artista inspirador que adoptó inmediatamente la idiosincrasia del estilo fílmico mexicano para llevar al espectador a intimar con sus personajes a través de planos cerrados que resaltan cada elemento y detalle de su puesta en escena que a la priori, también es mostrada en cada uno de sus ejercicios como parte esencial de su narración. Cuarón así se convierte en uno de los pocos cineastas que comprende la ambientación no como un complemento sino como un protagonista más, un vehículo para desencadenar las emociones de sus personajes, seres  que por lo general deberán sacrificar gran parte de su ser para alcanzar un bien mayor, ya sea individual o humanitario.

Sus vasto conocimiento, talento y dominio del lenguaje cinematográfico hacen incluso que sus planos secuencias  sean a primera vista imperceptibles gracias a la naturalidad con los que los filma, haciendo que el espectador omita tal poderío y agilidad narrativa al crear una fuerte conexión en veces catártica, en veces divertida, otras veces aterradora o bien cautivadora con lo que Cuarón transmite en pantalla, en otras palabras, el cinéfilo se convierte en un participe más del proceso y desarrollo narrativo haciendo empatía inmediata con el relato y su manera de ser proyectado.

¿Su pecado? El de todo grande, la poca constancia en sus producciones (Apenas 7 en 22 años) que le han otorgado 30 galardones alrededor del orbe y otra treintena de nominaciones; tiempo suficiente para concebir obras de gran envergadura que se originaron de México para el mundo siendo el género fantástico su base narrativa hasta el momento (Casi la mitad de su filmografía)

Por fin Gravity llega a la cartelera de donde es oriundo este genio y la interrogante es justa y necesaria ¿Estaremos ante su joya y obra maestra? Pero antes de respondernos este cuestionamiento en el próximo fin de semana, Cuarón debe ser sometido a la sabia y siempre objetiva  regla del cazarrecompensas, perdone maestro, pero la pregunta es ¿Podrá sobrevivirla? ¿Cuál es el saldo que ha dejado al séptimo arte? ¿Cuál ha sido su legado? Repasemos sus obras y trayectoria y veamos el precedente a la gravedad.

5. Excelsa

4. Buena

3. Mediocre

2. Absurda

1. Cochinada

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El inicio y el origen de su Harry Potter

Comprendiendo el malestar de su industria y adaptándose a la nueva ola del cine mexicano que hasta la fecha sigue retumbando con buenos resultados, Cuarón decide comenzar su ciclo en la ficción y no en la radiografía; se niega a ser una plataforma noticiosa amarillista más y acude a la comedia romántica. Como es un hombre de familia y amigos (Fiel a las costumbres, valores y a la ideología mexicana), se hace de la compañía de su hermano Carlos en el guion y de su compadre Emmanuel Lubezki en la fotografía (eterno cómplice en su filmografía) para llevar a cabo su opera prima Solo con tu Pareja, un divertido pasaje sobre un mujeriego que es engañado por una ex amante enfermera al ser informado falsamente que contrajo el virus del VIH.

Aunque la novatez se revela en ciertos pasajes repetitivos aún con las bases televisivas del sketch muy frescas, el relieve cinematográfico al final triunfa gracias a un libreto lleno de perspicaces y divertidos diálogos que mantienen un equilibrio entre la realidad (dado la complejidad del conflicto) y el tono cómico de la situación. Mediocridad necesaria para el aprendizaje que también mostró la habilidad de Cuarón en la dirección de actores, siendo Daniel Gimenez Cacho el vehículo narrativo exacto con una plausible actuación.

Precedido por la fama y buena aceptación de su debut, Cuarón sabía que necesitaba un reto en el extranjero (El gaffer convertido en cineasta no podía quedar ahí). Tuvieron que pasar 4 años para que este se diera en un acuerdo con la Warner para dirigir un film llamado Addicted to Love, pero el destino tenía otros planes. El autor mexicano tiempo antes de comenzar con la pre producción se topó con el guion de A Litlle Princess, una adaptación de la novela homónima de fantasía llevada a cabo por Richard LaGravenese de la cual cayó embelesado.  Cuarón abandonaría su original acuerdo para ahora dirigir la cinta que le abriría las puertas a la internacionalidad y que a la par institucionaliza su base y estilo narrativo

A Little Princess mejor conocida como La Princesita volvería a contar con la colaboración de Lubezki, esta vez en el comienzo de una comunión trascendental que aquí vería su primera invención de un mundo fantástico a la orden de un excelente planteamiento y ritmo que combinaban el mundo real con el épico a través del nexo estrecho de la imaginación. No cabe duda que Cuarón construiría un clásico del género, un cuento de hadas que serviría no solo para trasladar sus raíces fílmicas intimistas y su pericia de manera idónea a otro medio e industria cinematográfica, sino también como un primer peldaño para alcanzar la notoriedad necesaria que a la postre le otorgarían la excelencia. Nominaciones al Oscar incluidas (Una para El Chivo Lubezki), Cuarón se quedaría unos momentos más en suelo estadounidense.

El tropiezo y regreso del hijo prodigo

Para 1998 un bache era necesario para alcanzar la maduración. Este se dio con la adaptación de la novela de Charles Dickens “Great Expectations” a pesar de todas los buenas intenciones de la mancuerna Cuarón – Lubezki. Comenzando por un libreto de cagada obra de Mitch Glazer donde la fantasía ligera nunca encontró cabida y balance en el conocido cuento de romance, el director se encuentra imposibilitado de levantar un argumento redundante a pesar de utilizar todas y cada una de las habilidades narrativas y técnicas adquiridas hasta ese momento. La situación empeora con un casting lastimoso; Ethan Hawke y Gwyneth Paltrow presentan una de las químicas más horrorosas en el género y DeNiro es relegado a un personaje secundario intrascendente para la adaptación cinematográfica. Sin embargo con todo y fracaso en taquilla, la crítica solventaría y honraría el gran trabajo de Cuarón en la dirección, el cual se asimila a un barco de inminente hundimiento debido a su mala construcción, pero que su capitán pudo mantener a flote el tiempo necesario gracias a sus habilidades y al trabajo con sus tenientes (Nuevamente una maravillosa fotografía de Lubezki). Era tiempo de retornar.

Como si se tratase de instaurar por su parte un nuevo estilo de cine mexicano, Cuarón dirigiría su segunda (Y última) producción en su país natal a 10 años de su debut coincidiendo nuevamente con el comienzo de una nueva década y oportunidad para la industria. Con el dinero del empresario Jorge Vergara y el dominio creativo total del proyecto, el cineasta nuevamente se haría de la ayuda de su hermano Carlos en el guion y de su inseparable y extraordinario Chivo para erigir a la multi galardonada Y Tu Mama También, cinta que se encargaría de lanzar a la fama al más actor que director Gael García Bernal y al mas director que actor Diego Luna en dos protagónicos entrañables que se convirtieron inmediatamente en iconos de la cultura pop mexicana.

Tomando por segunda vez a su México como plataforma de experimentación, Cuarón comenzaría a implementar el estilo que finalmente lo consagraría con una road movie erótica. A través del cuento de la unión espiritual y física de 3 almas errantes, el director desplegaría una gama de técnicas y recursos que complementarían de manera perfecta un guion que se hizo a acreedor a varios premios intencionales. Es en este film donde Alfonso al parecer no solo firma sino se impregna de un estilo muy particular, donde los poros de la piel son protagonistas, donde la cámara no quiere quedar estática, donde el autor busca la intimidad de su personaje como si la toma quisiera descubrir no solo el dialogo o el actuar sino también el pensamiento en un segundo plano; si a esto le agregamos la captación maestra de la secuencialidad, un sólido reparto, un excelente libreto y una fotografía que es más allá que un complemento una extensión del su lenguaje, tenemos por ende un clásico del cine mexicano y el trampolín para cúspide.

Las consecuencias de la princesita

No fue su primera nominación al Oscar a mejor  guion, mucho menos el haber salvado del caos a Great Expectations, fue solamente el legado de una princesita lo que sorpresivamente le dio a Cuarón la batuta de la saga de Harry Potter abandonada por Chris Columbus ¿El resultado? Quizá  la mejor película de la serie (Junto con la primera de David Yates) gracias al tono único de un director que dedicaba el metraje a explorar la psique de sus personajes, a fraternizar y a seguir a Harry Potter, al ayudar a esos niños actores a convertirse en adolescentes a construir y plasmar el más sombrío y oscuro Hogwarts por sobre el circo, maroma y teatro del capítulo final del mago preferido de todos. Para muestra varios elementos, el primero, la maduración del trio protagonista (Podríamos decir que a Emma Watson le enseñó a actuar Cuarón), una de las mejores estructuraciones en manos de un personaje cautivador que en esta entrega da su mejor actuación (Sirius Black de Gary Oldman) y sobre todo, la habilidad narrativa para mantener la tensión y el suspenso en un giro argumental poco predecible y complejo.

Así mismo Cuarón es un director atrevido, aunque la adaptación no corre a su cargo, se toma ciertas libertades creativas para instaurar dentro de la serie varios elementos ajenos a la obra original. El estilo arrabal de su imagen y las claras referencias narrativas y visuales a su país natal hacen a este ejercicio de Harry Potter más que una producción estadounidense, una adaptación del cuento fantástico en el mejor papel y expresión del lenguaje cinematográfico mexicano, en otras palabras, un mago con chile.

El lapso más corto entre sus producciones (Solo un par de 2004 a 2006) se daría gracias a una epitome de fundamentos brillantes para el género de ciencia ficción. Cuarón alcanzaría el clímax con la manufactura de un clásico instantáneo y Children of Men se posicionaría como uno de los mejores films de SF de toda la historia. Las razones son sencillas, el director – guionista sumerge al espectador desde el primer segundo de metraje y lo transporta a un ambiente apocalíptico lo bastante reconocible para reflejar el terror y la tensión y lo suficientemente irreconocible para su pleno goce y total apreciación.

Alfonso deja de lado toda concesión y estándar del cuento hollywoodense, asesina los pasajes amenazadores de la paz en el relato que pudieran convertirse en huecos y frenos narrativos y tras varios sacrificios y giros argumentales impresionantemente brutales, hace de su film una especie de obra progresiva que crecerá y evolucionará hasta llegar sin duda alguna al que será uno de los planos secuencias por antonomasia  del séptimo arte; una catedra cinematográfica de tal dominio técnico y narrativo que por sí sola convierten a este film en una obra maestra tras poco más de 6 minutos de caos, tristeza, desesperación, violencia, guerra, amor, expiación y al final, el recobro de la esperanza. Para su servidor, el plano secuencia hasta ahora más complejo y mejor logrado en la historia de parte de una dupla cósmica (Cuarón–Lubezki).

Cabe mencionar en este film una curiosa constante del autor que en esta ocasión se hace más evidente. Compenetrado con sus actores, en el corte final Cuarón siempre equilibra el trabajo de estos con su ambiente y su cámara como un testigo y protagonista más, incluso pareciendo un permanente plano subjetivo que capta cada momento de una manera naturalmente exquisita. Así mismo habría que aplaudirle al director el amplio bagaje cultural que se refleja en un extraordinario soundtrack y en varias referencias musicales que llegan al éxtasis con un cerdo volador ¡Magistral! Una verdadera joya de arte.

La gravedad nos dará el veredicto

Dicen que los planos secuencia son de 15 minutos, dicen que es la mejor película en muchos años, dicen que Sandra Bullock se convierte en actriz, dicen que la fotografía es merecedora de los 50 próximos Oscares, dicen que Cuarón supera su Children of Men ¿Será esto posible? Con una calificación de 3.8 y en espera de que Gravity sea excelsa, Alfonso Cuarón es un buen director (4/5), quizá el mejor exportado por México y sin duda ya un referente en la escena global de este arte que a través de su visión que ha entregado al menos 4 obras de portentosa calidad, dos de ellas (Contamos con Gravity) emblemas de la historia.

Estamos ante una leyenda viva, un sabio y erudito del lenguaje, un ser honesto de firma fresca y original con un estilo único y un cómplice con el que ha construido maravillas. El veredicto es prosperidad y la búsqueda de ese 5 (Excelso) para borrar algunas mediocridades necesarias en los inicios de su carrera.

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett