Alpha: Sin vísceras ni sangre, Ducournau es un desastre

Siempre he sido partidario de que un cineasta de autor pueda buscar otros estilos o alternativas para contar historias. Sin embargo, cuando no es consistente en su trabajo y ha demostrado en más de una ocasión tener muchos defectos, un cambio de estilo no solamente provocaría otro fracaso, sino que sus carencias serán más notorias. El nuevo trabajo de Julia Ducournau, Alpha, es un ejemplo de esto. En su búsqueda por alejarse de ese estilo body horror característico, ha creado una historia dramática con tintes de fantasía que no termina por funcionar.

Alpha transcurre durante la época del apogeo del SIDA, donde una niña llamada Alpha, durante una fiesta, se hace un tatuaje sin protección, provocando el pánico de su madre ante el miedo de que esté infectada. Este suceso despertará los recuerdos de la mamá de Alpha, quien teme que su hija termine como su hermano: un adicto a la heroína que ha luchado contra esta enfermedad. Además, la historia tiene un elemento de fantasía, pues los infectados poco a poco van convirtiéndose en estatuas de mármol.

Dentro de lo positivo, la primera hora de Alpha raya en lo decente. El concepto de ficción asociado al tema del SIDA es, hasta cierto punto, creativo. La forma en que el guion va desarrollando la marginación que Alpha vive, sumado al drama familiar de la historia de su tío, está correctamente retratada. Incluso hay un plano destacable, en el que se ve involucrado un accidente con una piscina, que demuestra pinceladas del estilo de Ducournau en su manejo de la cámara.

El mayor problema viene con el autosabotaje en el guion, que destruye todo lo que Alpha en su planteamiento construye. De entrada, Julia cae en dos errores de escritura que harían que cualquier profesor de esta disciplina le diera un infarto.

(ALERTA DE SPOILER)

El primero es construir una historia basada en el tropo clásico de que toda la trama estaba en la mente o imaginación de un grupo de personas. Este es uno de los trucos más flojos y espantosos que se pueden utilizar en escritura, porque en la suma del resultado final nunca pasó nada: no hubo desarrollo de personajes, no hay “camino del héroe” o “descenso a los infiernos”. En la teoría y en la práctica, los personajes siguen igual. Una pérdida de tiempo.

Por otro lado, la resolución del tema central (el tatuaje de Alpha) termina de una manera tan estúpida y anticlimática, derrumbando el poco progreso que la película había construido. No sorprende, pues Julia, conforme avanza el filme, empieza anclarse más en la historia del tío, olvidando por completo el foco central y cerrándola de una forma tan abrupta.

Otro defecto de Ducournau es que, si bien recurre poco al body horror, de manera constante, a través del sonido, la fotografía y la edición, busca perturbar o impactar a su audiencia distorsionando el audio o utilizando excesivamente una paleta oscura o close-ups. El problema es que esto se siente innecesario y descuidado en ciertas secuencias (por ejemplo, una cena), por lo que más que impactar termina por fastidiar por lo inoportuno e inconexo entre el estilo y la situación que presenta la trama.

Todos estos defectos solo demuestran una vez más que Julia, como ya había mostrado anteriormente en otros trabajos, tiene dificultad para cerrar sus historias, recurriendo muchas veces al absurdo. El problema es que, a diferencia de sus otras películas, Alpha queda aún mucho peor, puesto que tiene un tono mucho más serio (un drama familiar). Por lo tanto, sumando todos sus defectos de escritura, el resultado es una película aberrante, fallida y mucho más catastrófica. Sin la capa de sangre y vísceras sobre la que Ducournau se cubría, sus carencias resultan aún más notorias.

Calificación

  • Dirección: 1.6
  • Guion: 0.5
  • Actuación: 1.6
  • Extras: 0.5

Calificación final: 4.2

Ducournau se ha superado a sí misma y nos regala la mayor demostración de autosabotaje fílmico, así como una de las peores películas de 2025. No es de sorprender que la torpeza fílmica de su creadora haya hecho que gran parte de sus admiradores se decepcionaran (especialmente por la ausencia del body horror), que en un festival donde jugaba de local saliera con críticas y recepción negativa, e incluso que una parte de la comunidad LGBT o personas que padecen VIH tomaran Alpha como una burla y ofensa.

Pero como diría mi abuelo, antes de correr hay que caminar, y la directora francesa debería regresarse a estudiar Guion I antes de volver a filmar una película. Sin body horror ni sangre, Ducournau es un desastre (bueno, ya sus películas eran una mugre).

Etiquetas:  

Acerca del autor

El Cine Actuario   @maxpower_ar?s=09   facebook.com/dvclocblog

Actuario/Economista, Amante del Cine, Devoto de Dios, Intuitivo, Curioso, Rockero de corazón, Fanático de los Libros y del deporte de las tacleadas, quesero, colchonero, diablo rojo. "Las estadísticas son la forma en que las matemáticas cuentan las historias" "El arte es una ciencia y el trabajo del critico al igual que el del investigador es exponer sus axiomas y teoremas al mundo" "Estar de acuerdo, en no estar en desacuerdo es saludable"


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

*

*