Andor: La Mejor Serie del Universo Star Wars

Saludos estimados lectores cinescopes, como ya es fiel a la tradición, les traemos su sección geek de Cinescopia, con la mejor serie del universo de Star Wars: Andor, que culmina con una magistral segunda temporada que seguramente a más de uno le brotaron las lágrimas y los llenó de un aura que simplemente nos hace querer más sobre la llamada “age of the rebellion”, dejando nuevamente lejos a la siempre criticada y controvertida época de las “clone wars” que, aunque se ha convertido en el producto favorito de los niños y jóvenes, Andor nos trae un producto más serio y maduro

La segunda temporada de Andor no solo confirma su estatus como la mejor producción que ha dado el universo de Star Wars en formato televisivo, sino que lo eleva a nuevas alturas de complejidad, madurez y tragedia política. Tony Gilroy, con una dirección firme y una escritura que desafía los límites de lo que se espera de una franquicia tan arraigada en la mitología pop, entrega una obra que no solo expande el universo, sino que lo profundiza con una humanidad pocas veces vista en la saga.

Algo que se agradece en demasía, pues Star Wars se estaba ahogando trágicamente en el filoniverse con ese tono siempre infantil, guiones escuetos, personajes planos, y la cansina y sumamente aburrida reutilización una y otra vez, una y otra vez, de los personajes favoritos de Filoni como Ahsoka. Por ello Tony Gilroy muy acertadamente corta de tajo los cameos innecesarios, el recurrir a los recursos ya muy quemados de las clone wars, con una personalidad propia, capaz de contar su propia historia, con sus propios personajes y que reafirma a este período de Star Wars como el más interesante y con mayor potencial de todos.

Un ejemplo de ello es el episodio 8, que narra la masacre de Ghorman, erigiéndose como uno de los momentos más trágicos y sublimes de toda la saga. El horror represivo que muestra, la crudeza con la que el Imperio aplasta sin piedad a civiles indefensos es devastadora. Pero lo que convierte este capítulo en algo más que una representación del mal imperial es su resonancia simbólica. No es casual que Diego Luna, como productor y protagonista, haya sido clave en la realización de este episodio: es una clara alegoría de la masacre de Tlatelolco de 1968 en México. La influencia de Luna no solo aporta autenticidad emocional, sino que ancla la ficción galáctica en la realidad histórica, otorgando a Andor una dimensión política que ninguna otra producción de Star Wars había osado explorar con tal valentía.

Este momento es el punto de quiebre para muchos personajes, pero sobre todo para Cassian. Ya no es solo un fugitivo o un escéptico: es testigo de lo que está en juego, de la brutalidad que exige una respuesta. La evolución de Andor en esta temporada no es solo un arco narrativo bien construido, sino una tragedia griega que anticipa su destino en Rogue One. Pero lo que hace Andor magistral es que no solo refuerza el peso emocional de Rogue One, haciéndola aún más desgarradora, sino que resignifica y le da un nuevo estatus a el Episodio IV: Una Nueva Esperanza.

Cuando Luke Skywalker destruye la Estrella de la Muerte en Yavin IV, ya no es simplemente el triunfo de un héroe arquetípico: es la culminación de los sacrificios de innumerables rebeldes anónimos que, como Cassian, dieron todo lo que tenían, incluso su vida, por una posibilidad de libertad. La serie convierte ese momento en algo profundamente humano: una victoria no solo de los Jedi, sino de los olvidados, de los que resistieron sin poderes, con miedo, pero con determinación.

Andor es el recordatorio más potente de que Star Wars nunca fue solo sobre sables de luz y batallas espaciales. Fue, en su esencia más pura, sobre rebelión, esperanza y el precio que se paga por ambas. Y esta temporada, especialmente a través del horror de Ghorman, lo reafirma con una fuerza narrativa pocas veces vista en la saga.

Me gustaría concluir diciendo que, aunque se critica mucho la gestión de Disney, como decimos en Cinescopia, “Honor a quien honor merece” y Andor se acaba de coronar en un top 5 de los mejores productos de Star Wars en su historia, junto a Rogue One (otra producción de Disney), pero lejos de brillar por sí misma, tanto Andor como Rogue One, en sí son esa misma historia que vemos en los episodios IV, V y VI, haciendo que toda esta secuencia de la “age of the rebellion” sea simplemente sublime. Esperemos ver más a Tony Gilroy detrás de proyectos de Star Wars y menos a Filoni que se está encargando de sepultar la historia de su propio mentor, aunque todavía tiene tiempo de redimirse con las dos películas que dirigirá en un futuro próximo

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Arqueodan    


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