Andor Segunda Temporada, el día en que Star Wars maduró
Decir que Star Wars es un producto dirigido a un público infantil es un error; si bien todo el mito que rodea la historia de los Skywalker es muy atractiva para los niños, se hizo desde un punto de vista donde George Lucas buscaba proyectar una catarsis provocada por querellas familiares que culminan en la pantalla grande con la turbulenta relación entre Luke Skywalker y Darth Vader, lo que nos lleva a uno de los finales más poderosos de la saga.
Después de esto, la saga ha estado dando tumbos de un lado a otro, tratando de encontrar su rumbo, en busca de la forma correcta de evolucionar.
Si bien, Lucas intentó retratar la política detrás de ese lugar muy pero muy lejano en su siguiente trilogía, y hay que admitir que tuvo sus buenos pero contados momentos de grandeza, las precuelas serían recordadas como un enorme tropiezo en el camino y de paso, un fuerte revés contra el ego de su creador que distanciaría a su público con este y sentaría las bases para despegarse de la obra que lo llevó a lo más alto de la cultura pop. Pero pobres de todos nosotros si creíamos que habíamos visto lo peor de Star Wars en las precuelas.
El Imperio toma control de la Rebelión.
Todos estábamos listos para decir que esta nueva saga sería un “Nueva Esperanza” pero se transformó en la peor pesadilla de un Warsie y lo peor, es que ocurrió tan rápido y de forma tan brutal, que éramos incapaces de procesar la enorme cantidad de mierda que se estaba llevando no solo a la pantalla grande, sino a la Tv y servicios de streamming.
Pero eso sería el menor de los males, ya que lo peor pasaría no en las películas y en las series, sino entre los nuevos amos de este querido producto y el público que se suponía que debía consumirlo sin chistar y quejarse de ellos.
No voy a entrar en detalle ya que todos aquí estamos al tanto de lo feo que estuvo esa debacle, pero cabe señalar que, entre la avalancha de productos sin alma que entregaron, hay algunas historias que son dignas de señalarse, entre ellas la que plantaría la semilla no solo de la rebelión, sino del cambio que Star Wars necesitaba y que nadie quería admitir, ni sus fans ni sus dueños… me refiero a la increíblemente buena película de Rogue One y la excelsa Andor, ambas nos tomaron por sorpresa y ambas, de la autoría del mismo escritor: Tony Gilroy.
Andor, el fin de la Dicotomía.
Uno de los más grandes atractivos de la Saga de Star Wars era la clara distinción entre buenos y malos, héroes y villanos, opresores y oprimidos, el bien y el mal, blanco y negro. No me malinterpreten, amo esa simpleza, aun disfruto ver esa saga y otras similares como The Lord of the Rings, pero el tiempo pasa, el mundo cambia y para bien o para mal, nosotros con éste.
No, no me estoy haciendo el sabelotodo diciendo que ya sabía esto antes que el mismo Lucas, de hecho, si pusimos atención a las precuelas, el trató de implementar esta narrativa y acariciamos la grandeza por unos minutos cuando el Conde Dooku se encuentra Obi Wan Kenobi y le busca advertir como los Jedis han sido presas de su orgullo al permitir que el lado oscuro y los Siths se colaran en la República.
Por desgracia, esa línea argumental se desdibujaría muy rápido y volveríamos a las viejas costumbres. Pero todo estaría a punto de cambiar y de manera totalmente inesperada con la película de Rogue One, dirigida por Gareth Edwards, escrita por Chris Weitz y John Knoll, pero perfeccionada por Tony Gilroy. Veríamos a una rebelión implacable, con muchos tonos grises, capaces de hacer cosas que ni Han Solo se atrevería, caminando una delgada línea entre el blanco y negro, todo esto por un bien mayor que parecía verse muy lejano.
Esta película y su inusual éxito en una época donde la gente confiaba más los productos milagros para adelgazar, que en Disney para entregar algún producto decente de Star Wars, dio paso a una mayor sorpresa: Andor
Si bien hay muchas cosas que resaltar en la manufactura de esta serie desde su primer temporada y hasta lo que va al día de hoy, lo que me voy a enfocar es en su madurez, y no me refiero a los temas políticos, a la tridimensionalidad de los personajes o las tonalidades grises con las que se pinta este mundo de Star Wars, sino a todo lo contrario… la habilidad para contar la historia del punto de vista tanto de lo “héroes” como los “villanos” para que nosotros veamos y decidamos quien es quien.
Tony y Dan Gilroy se dan cuenta que el problema no son los brujos del espacio con sables de luz, ni los ewoks, ni Jar Jar Binks; el problema es la visión de este mundo. En lugar de seguir con el mismo juego que hizo triunfar esta saga hace muchos años atrás, se enfocan en un nuevo camino donde construyen seres reales dentro del bando Imperial y los Rebeldes. Tenemos oficiales imperiales dudando de la moralidad de las órdenes que reciben y preguntándose si el Imperio es el orden y la paz que dicen ser; de manera similar tenemos agentes de la rebelión cuestionando si todas las vidas que ha tomado en verdad servirán para derrotar al Emperador.
La crítica social es dura, al punto e implacable, pero sobretodo, muy bien contada. El verdadero enemigo es la narrativa que vende cada lado y como ambos bandos buscan lucrar política y socialmente de esto para sus causas, mientras que el ciudadano de a pie, el soldado raso, y el insurgente anónimo, no son más que piezas y cifras en los planes de estos poderes.
La Masacre de Ghorman, el evento detonante en el capítulo 8 de esta segunda temporada nos tomó a todos por sorpresa, sabíamos que venía, sabíamos que sería difícil de ver y aun así no pudimos contra lo potente y perfecto de este capítulo. La brutalidad de esta matanza y la sorpresa de atestiguarlo no es porque no lo hayamos visto antes, al contrario, es porque lo hemos visto en la vida real, en el Tlatelolco del 68, en el Halconazo y en todas las desapariciones que vemos día a día.
Uno tiene que madurar le guste o no, no es proceso bello ni terrible, es algo que debe pasar si queremos seguir adelante y eso fue lo que pasó con Star Wars al fin, y no puedo estar más feliz por eso.
Solo falta que no la caguen con los últimos tres capítulos XD
¡Hasta la Próxima!