Annihilation – Natalie Portman y Lovecraft en el Planeta Salvaje

Después de mucha anticipación y controversia acerca de cómo sería lanzada al público, por fin llegó a nuestras pantallas, vía Netflix, el relato de sci-fi titulado Aniquilación (Annihilation), basado en la primer novela de la trilogía “Southern Reach” del escritor Jeff VanderMeer. Dirigida por Alex Garland, que hace unos años nos entregó la magnífica Ex Machina (y de manera no oficial, la subestimada pero contundente Dredd), este nuevo filme ha estado ganando una cantidad enorme de fanáticos y de detractores en el poquísimo tiempo que lleva ahí afuera. Al parecer no hay medias tintas: o la amas o la odias. Este mismo fenómeno ya casi asegura que se convertirá en un clásico de culto muy pronto, o tal vez ya lo sea para alguien. Personalmente, llegué un poco contaminado a verla ya que había terminado de leer el libro unos días antes y me he dado cuenta que, si quiero disfrutar una película, entonces no debo de hacer eso. Todo el tiempo estoy esperando que sucedan eventos que sé que deberían pasar, pero me decepciono y molesto al ver que fueron sacrificados durante la adaptación del guión (¿por qué soy así?). Annihilation no fue la excepción a esto, y tuve que dejar de lado todo lo que leí, ya que lo que presenta Garland es un relato casi completamente distinto, con algunos deslices y varios aciertos que me gustaría mencionar en este review.

Natalie Portman interpreta a Lena, una bióloga y ex-militar que había dado por muerto a su esposo Kane (Oscar Isaac) durante una misión clasificada. Repentinamente, él regresa a su hogar sin saber cómo llegó ahí, para después caer violentamente enfermo. Determinada en saber qué le sucedió, Lena se embarca en una expedición de reconocimiento al mismo lugar al que fue su marido antes de desaparecer: el Área X, una zona en la que hace varios años un misterioso evento comenzó a transformar la vida vegetal y animal de maneras insólitas. Delimitada por una especie de cúpula etérea a la que denominan “el Resplandor”, el Área X crece poco a poco y cambia todo a su paso. El resto de la expedición lo componen una psicóloga, una física, una paramédica y una geóloga (Jennifer Jason Leigh, Tessa Thompson, Gina Rodriguez y Tuva Novotny respectivamente) que juntas se adentrarán en algo que no pueden comprender.

Regresando a mi queja inicial, la adaptación de la novela al filme cambió grandes cosas, pero sobre todo destacan los personajes y sus motivaciones. En el libro, nadie tiene un nombre ya que era un obstáculo en el trabajo que tenían que hacer en el Área X, nuestras heroínas se referían a si mismas por profesión. Los nombres resultaban obsoletos en ese ambiente tan hostil. Esto mismo, hace que el lector ponga una distancia de los personajes secundarios y exista nula empatía hacia ellos. Garland en cambio, les da nombres y nos da leves atisbos de la historia de cada una de ellas para comprender también qué rayos hacen ahí. ¿Quién en su sano juicio habría de ir a una misión casi suicida de tal magnitud? Alguien cuya vida no es “perfecta”. La novela nos habla acerca de lidiar con una pérdida, pero no la clásica de perder a alguien, sino perdernos a nosotros mismos, no saber bien cuál es nuestro lugar en el mundo. La adaptación cinematográfica trata de la autodestrucción humana, del daño que hacemos constantemente a nuestro propio ser de distintas maneras. Un instinto de aniquilación personal con el que todos podemos sentirnos identificados en algún grado.

Natalie Portman y Tessa Thompson (ambas lejos de Asgard y de los problemas del hijo de Odín) cumplen con sus papeles. Portman interpretando a una Lena en constante estado de alerta, atormentada por su pasado y motivada a seguir buscando la respuesta que necesita. Thompson tal vez no tenga mucho tiempo en cámara, pero en sus pocos diálogos resulta conmovedora y eficaz. Oscar Isaac hizo bien la tarea como siempre, no es su mejor papel pero se nota que le echó ganas. Un poco planas y clichés se sintieron las actuaciones del resto de la expedición. No puedo dejar sentir un poco de decepción al ver desperdiciada a Jennifer Jason Leigh, ya que tiene el rango necesario para hacer de la psicóloga la gran antagonista que es en la novela. Aquí su papel resultó casi intrascendente.

Los animales y demás criaturas con que se topa en el camino la expedición, no tienen casi presencia en la obra literaria y darles más peso fue uno de los aciertos de Garland. Ante nuestros ojos, habrán de desfilar varios animales presas de la mutación del Área X. Algunos impactan por su belleza y delicadeza, otros en cambio tienen todo para provocar un horror basado más en el hecho de lo anti-natural de su existencia que en una mera apariencia o amenaza física. Muy bien lograda esa parte.

Garland no trata de ocultar las influencias cinematográficas y literarias que lo ayudaron a construir este relato. La ambientación y diseño de este mundo transformado, me remitió instantáneamente al clásico de animación “Planeta Salvaje” (La Planète Sauvage, 1973). En ambos, vemos mundos naturales muy similares al nuestro, pero con algunos cambios en pequeñas cosas que rompen con las leyes y esquemas biológicos que conocemos y damos por sentado. Estas sutiles y no tan sutiles alteraciones resultan a veces grotescas pero con un grado de estética. Sé que es algo contradictorio decir que algo repulsivo pueda tener un grado de belleza, pero el diseño de arte en ambas producciones logra dar vida a ese oxímoron visual. La referencia, o mejor dicho guiño, más obvio para mí a “Planeta Salvaje”, son los cristales que brotan del suelo y crecen hacia arriba formando lo que se asemejaría a árboles. Este romper los esquemas de la naturaleza y sus leyes es uno de los temas recurrentes del género del terror cósmico, en el que ahondaré un poco más adelante.

La otra influencia cinematográfica que se ve a leguas es la gran “2001: Odisea del Espacio”. ¡Esperen! Antes de que se me vayan a los madrazos en los comments, quiero aclarar que no estoy haciendo una comparación entre el trabajo de Kubrick y el de Garland. A lo que me refiero, es a que Annihilation fue construida con una estructura narrativa similar a 2001: el evento inexplicable, la investigación, la expedición, conflictos entre los exploradores, una escena final psicodélica y la elevación del héroe a otro plano de existencia. La obra de Kubrick sigue siendo, para mi y para muchos, la mejor película de ciencia ficción de la historia. Se agradece que siga siendo el referente por excelencia hoy en día.

No todas las influencias de Annihilation fueron cinematográficas. El género literario jugó otra vez un papel fundamental en la construcción del relato mediante el terror cósmico de H.P. Lovecraft. (Temo que se me salga algo parecido a un spoiler al hablar de esto, asi que si no has visto aún la película te sugiero te brinques al siguiente párrafo.) En su relato “El color que cayó del cielo”, Lovecraft narra la historia de un ingeniero que, al llevar a cabo unos estudios, se topa con un área de terrenos extraños en dónde la flora y fauna no son normales. Investigando, el ingeniero se entera que el estado de la zona se debe a que años atrás un meteorito se estrelló y de él salió una entidad espacial que se alojó debajo de un pozo. El “veneno espacial” que emanaba alteró la composición de árboles y animales, así como la conducta de las personas que estuvieran dentro de la zona, la cual seguía creciendo poco a poco. ¿Cómo se refleja esto en Annihilation? ¡Sucede prácticamente lo mismo! La única diferencia radica en los efectos de la zona en las personas. Los personajes de Lovecraft enloquecen y tienen finales trágicos debido a esa locura. En cambio, la expedición de Lena tiene diversos finales, pero con la constante de que todas ellas fueron llevadas a un viaje de introspección estando en el Área X. Vieron lo mejor o peor de sí mismas, lo abrazaron y la forma en que partieron fue determinada por lo que aprendieron de ellas. Como lo dice en el título de la obra de Lovecraft, el fenómeno estaba también marcado por un color diferente, alienígena. El equivalente en la película es el filtro prismático que el Resplandor tiene sobre la luz. También da gusto ver que Lovecraft siga siendo el referente obligatorio.

Tal vez no sea la mejor película del género, pero Garland logró integrar de manera satisfactoria elementos puros de terror cósmico y sci-fi clásicos. Si eres fanático de estos, estoy seguro que después del mindfuck que te dejará el final de la película, empezarás a desenmarañarla y descubrir las decenas de mensajes y referencias ocultas que estaban por ahí. Al final no fue una película hueca, tiene un mensaje humano, y hasta ecológico, fuerte. ¿Por qué quedarnos inertes viendo cómo destruimos nuestro mundo interno y externo poco a poco? A veces somos nuestro propio peor enemigo. Saquemos a esa parte antagónica de nuestro camino para poder ser lo mejor que podamos ser.

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Acerca del autor

El Markovich   @ChocolateBono  

Observador de la escena humana dentro y fuera de la pantalla. El cine y el chisme son de mis cosas favoritas, así que heme aquí. Yo sólo doy mi opinión, al final tú decides.


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