Aquellos que desean mi muerte: Desabrido thriller de acción

Para la gran mayoría de la gente el término smokejumpers (saltadores de humo por su traducción básica) es algo totalmente desconocido, son una especie de bomberos de élite que son capacitados para saltar con paracaídas en zonas agrestes y de difícil acceso para combatir de manera rápida o mantener bajo control  incendios forestales. En ‘Those who wish me dead’ (Aquellos que desean mi muerte) Angelina Jolie interpreta a la bombera en jefe de una unidad de smokejumpers en las montañas de Montana; al inicio de la película ella lidia con un fuerte incidente en el que en un incendio perdieron la vida tres niños que quedaron atrapados en el fuego y en el cual ella era la encargada de contenerlo.

Dirigida por Taylor Sheridan en su tercer largometraje como director, Sheridan empezó su carrera en la actuación con pequeños papeles como en ‘Sons of Anarchy’, luego dio el salto como guionista y fue en este rubro donde más a destacado, siendo el escritor de Sicario de Villeneuve, así como su secuela, en ‘Hell por high water’ o la gélida ‘Wind River’, películas que destacan por la visión de Sheridan hacía con sus personajes y el ambiente que los rodea, trabajando con las sutiles marcas del wéstern clásico.

En ‘Todos desean mi muerte’ tiene todo los elementos con los cuales Sheridan ha construido su filmografía; sin embargo el director recurre a cada uno de los clichés del género para salir adelante con un relato ya visto y que se pierde en medio de tres historias en las cuales no se atreve a profundizar, por un lado tenemos que no es un guion original de Sheridan, sino que es la adaptación de la novela del mismo nombre, escrito por Michael Koryta y donde además el propio Koryta funge como guionista al adaptar su propio libro.

Mientras que una parte de la película se centra en el luto por el que está pasando el personaje de Jolie, por otro vemos como dos asesinos se hacen pasar por inspectores eléctricos y colarse en la casa de un importante fiscal de distrito en Florida, para luego salir como si nada mientras la casa explota detrás de ellos. Mientras tanto al otro lado de la ciudad, un contador descubre que el es el siguiente en la lista de los asesinos, así que decide huir con su hijo de la ciudad y escapar a la escuela de supervivencia que dirige la esposa de su cuñado en Montana, lugar donde trabaja Hanna el personaje de Jolie.

Como se vio el trailer, los asesinos encuentran al contador y su hijo, haciendo que sufran un terrible accidente en el cual el contador pierde la vida y que antes de perecer le dará “la valiosa información” a su hijo y el porqué es que los persiguen, así el niño tendrá la misión de escapar y dirigirse a la televisora local para revelar tan “importante” información. Información que en ningún momento se esclarece al público y que solo funciona como un McGuffin.

Con esto Hanna (Jolie) encontrará al niño vagando por el bosque y se dará una los arcos mejor logrados de la película. Con Jolie como muestra heroína protegiendo a un niño huérfano (cof cof Logan, The Mandalorian), solo que aquí logra separarse un poco del típico arquetipo del héroe atormentado en busca de redención, haciendo del personaje de Jolie una mujer que la pasa mal en todo momento, no es la típica heroína (mary sue) perfecta, sino que solo busca la supervivencia de ella y del menor al que está protegiendo, Jolie carga a la perfección cada una de las escenas en las que está en pantalla y a pesar de las pocas escenas que comparte con el menor Connor (bien interpretando por Finn Little) se siente la química entre los dos.

Pero lo que corresponde a una de las subtramas donde vemos al típico sheriff macho alfa interpretado por Jon Bernthal (Punisher) y su esposa embarazada llamada Allison (Medina Senghore), personajes que solo tienen la función para encontrarse en medio de los asesinos y del niño con Jolie, la historia de esta pareja sobra por completo de la trama, mención aparte para el trabajo de Medina Senghore que en su papel de embarazada logra quitarse de encima muy hábilmente a los malvados asesinos, aunque luego usan al personaje de forma inverosímil, muy embarazada de siete meses pero puede montar a caballo perfectamente y subir a una torre muy alta por unas diminutas escaleras, ese tipo de concesiones son las que el espectador tiene que cederle a la película.

En cuanto a los asesinos, interpretados por un encasillado en papeles de malo Aidan Gillen (Little Finger en Game of Thrones) y el siempre efectivo Nicholas Hoult (Skins, X-Mex), que sin darles mucho desarrollo a sus personajes más que el de los villanos en busca de matar al niño, cumplen a secas con su trabajo, algo que se debe de reconocer es que no dotaron a sus personajes como los típicos asesinos con personalidades excéntricas, si no que parecen más oficinistas; algo que juega en contra de la película es el CGI que luce completamente falso, sobre todo en el tramo final, cuando sucede el gran incendio en el bosque donde quedan atrapados el personaje de Jolie junto con el niño.

Aun así, con un inicio a tropezones y una narrativa que no sabe a donde va, Sheridan logra contar una película entretenida, con una Angelina Jolie haciendo lo más que puede con un personaje con grandes conflictos internos y que logra redimirse; cuando salí de la proyección imaginaba el que hubiera pasado si en lugar de contarnos esta historia, nos hubieran contado la historia de esos smokejumpers, y de cómo esos bomberos de élite se juegan la vida incendió tras incendió, pero desafortunadamente él hubiera no existe y cuando llegue a mi carro, descubrí que había olvidado por completo la película que había visto.

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