Avengers: Endgame – El Fin de una Era
Decir que tuvieron que pasar más de 10 años para llegar a esto suena como a una eternidad. Hubo quienes cambiaron de superhéroe favorito en cada oportunidad, o quienes siempre fueron fieles, hubo quienes conocieron personajes de los que jamás habían oído (¿quién diría que Ant-man se convertiría en uno de mis favoritos?) o hasta quienes pasaron de ser simples mortales a leer teorías conspiratorias en la deep web. Pero, ¿realmente valía la pena tanta expectativa? ¿Está el producto al nivel de los millones de boletos agotados a media noche, o de la lucha interminable por evitar spoilers de gente malvada y sin consciencia?
Después de los sucesos ocurridos en Avengers: Infinity War, el universo está en ruinas debido a las acciones de Thanos. Tras la derrota, los vengadores deberán reunirse una vez más para deshacer sus acciones y restaurar el orden en el universo de una vez por todas. Esto con la ayuda de nuevos aliados como Captain Marvel y Ant-Man.
Los hermanos Russo repiten en la dirección para ofrecernos una conclusión de 3 horas de duración, en donde es normal la posibilidad de encontrar inconsistencias pero sobretodo cambios de ritmo que podrían hacer un poco cansado el recorrido. Ese era uno de los mayores retos, saciar a una audiencia sedienta de acción y emociones fuertes a permanecer al filo del asiento; el cual resultó ser uno de sus grandes aciertos, pues a pesar de la lógica y tardada ejecución del plan hacia el conflicto final, fue muy agradable ver cómo no se fueron por la salida más fácil para acelerar las cosas, pues en lugar de ello hubo un planteamiento interesante (y aunque fantasioso) fue lo suficientemente convincente para liderarnos hacia el momento cúspide de la película.
Así mismo, la participación de nuestros personajes principales se siente cómodo en su mayoría (¿pero soy solo yo o parece que nos metieron a la Capitana Marvel con calzador?), reduciendo así el enfoque narrativo a menos protagonistas que hicieron más ameno el trayecto. También se notó una fórmula de menos broma innecesaria que ayudó a no transformar la historia en un circo demasiado exagerado en el que los momentos dramáticos pasan a un segundo plano, como muchas veces sucede en cualquier película del estilo.
La mayor falla está en que no todos estos momentos logran entusiasmar de la manera que pretenden, algunos se sienten muy marca “Disney” y otros simplemente se sienten muy fríos; fallando en crear un ambiente ideal para ello en todas esas ocasiones (tal vez los más sensibles me desmientan) y dejando ese aire de asombro solo para un par de momentos impredecibles que sorprenden y emocionan.
Endgame, es de esas películas de la que dejas de lado los errores iniciales conforme avanza, el entretenimiento es tan palpable que te hace olvidar que la cinta es tan larga (lo dice alguien que la vio sin comprar nada de dulcería y que no la vio a media noche); pues a fin de cuentas, la nostalgia juega uno de los papeles más importantes, al incrementar esa conmoción por ver a tanto personaje reunido, convirtiéndose en una emoción muy genuina que sobrevive hacia la última parte de la cinta y creando un sentimiento muy persuasivo hacia la etapa final del conflicto (olviden la idea de querer hallar la lógica a todo).
Avengers: Endgame es un final convincente y muy divertido que dejar para una saga que ha vivido con nosotros más de 10 años, ¿es el final que necesitábamos? Probablemente sí, pero sin llegar a ser perfecta, esta conclusión fue suficiente para entretener, emocionar y darle un punto definitivo a nuestros superhéroes favoritos, no para decirles adiós si no simplemente para ya verlos juntos de nuevo.