Back to Black: They tried to make me watch this movie, but I said; No, no, no
Tras la avalancha de biopic musicales en los últimos años, cuesta creer que en el Hollywood de hoy, y tras las lecciones aprendidas, alguien quería contar una historia de este tipo a la antigua utilizando el estilo rancio de “Biography Channel”; desde la narrativa hasta la parte técnica, el biopic de Amy Winehouse es una película atrapada en esta forma arcaica de contar historias de la “vida real”, tan genérica y pálida que incluso más que ser una introspección detrás de la mente creativa de la artista, parece una campaña de desprestigio a su figura.
El primer gran error del guionista es su enfoque. Se entiende que no se puede abarcar de manera tan profunda todas las aristas del icono, pero el problema es el hecho de que el foco principal se centra en la relación tóxica que Amy mantuvo con Blake, y que salvó algunos momentos que intentan explicar los orígenes del estilo musical de la cantante, la historia hace un nulo esfuerzo por explorar los temas artísticos reduciendo su figura a sus problemas sentimentales. La historia se va pues por un retrato más convencional y superficial de Amy Winehouse, proyectándola como una mujer violenta, con adicciones, inestable y sin amor propio, y que por ahí de vez en cuando escribía canciones. Incluso sin ser fan de la cantante (como su servidor), el enfoque de la cinta es insultante y denigrante, especialmente porque no tampoco explora los problemas de drogadicción, bulimia y psicológicos ¿Sam Taylor y Matt Greenhalgh odian a Amy Winehouse o simplemente les dio flojera hacer su trabajo y copiaron todo de Wikipedia y de los encabezados de cualquier portal de noticias amarillista?
Sea cual sea la situación es un resultado de guion reprobable, comparado con el de un alumno que copió las primeras líneas de internet que encontró para su trabajo final.
Si la creatividad y la escritura brillan por su ausencia, que decir de la parte directiva, pues visualmente no hay propuesta innovadora o destacable (salvó dos secuencias musicales), siendo demasiado escueta con una tendencia al telefilm básico (si lo comparamos con otros productos de biopics alrededor de figuras musicales hasta Bohemian Rhapsody ofrecía mucho más en la parte técnica); incluso su manufactura da la impresión de que la cinta no estaba hecha para cines, sino para algún canal de cable barato como el difunto Hallmark. De paso, agregar que se nota demasiado lo mal montada que están las transiciones en algunas escenas.
Lo único rescatable de este biopic mal hecho son sus actuaciones; Marisa Abela con un performance de lujo se carga con la película en sus hombros no solamente por la caracterización, sino porque aporta elementos con su histrionismo y la gesticulación a un personaje que desde su escritura está dibujado de manera unilateral (probablemente esta sea una buena plataforma para que Marisa pueda conseguir mejores papeles). Destacar también la actuación de Leslie Manville como la abuela de Amy Winehouse, pues su arco es de lo poco rescatable a nivel guion, y su interpretación le añade el “power” melancólico que la misma historia es incapaz de ofrecer.
Calificaciones
Guion: 1.6 – Un guion mediocre para mal.
Dirección: 2.1 – Salvó un par de secuencias el trabajó visual es escueto, se salva por la dirección de actores
Actuaciones: 1.8 – Lo mejor de la película destacando a Marisa Abela y Leslie Manville.
Extras: 0.2 – Una de las cosas en las que podemos afirmar que los creadores parecían no conocer la música de Amy Winehouse es la forma en como insertaron canciones de chile, mole y pozole, y salvó en momentos específicos de la película insertaron las rolas de la cantante y parece que utilizaron el algoritmo de Spotify para el resto del soundtrack.
Calificación: 5.7 – Mediocre tirando a mala
Back to Black es una cinta que no está ni de cerca del genio que fue Amy Winehouse, y que desde la simple elección de canciones, da la impresión de un desconocimiento total de la figura que relata, convirtiéndola en un insulto a la figura de la cantante y compositora (incluso para los que no son fans). Únicamente su existencia se justifica por el encanto y buena actuación de Marisa Abela, quien con su trabajo refleja más amor que su propio director y guionista.
Nuestra recomendación: Si intentan hacerlos ver está película ustedes digan; No, no ,no.