Batman de Tim Burton: La gran influencia en el cine de superhéroes.
La semana pasada se cumplieron 30 años del primer largometraje del héroe de Ciudad Gótica a cargo de Tim Burton, Batman (1989) quien tiempo después sería también el encargado de presentarnos su secuela Batman Returns (1992), películas tras las cuales año con año hemos sufrido y disfrutado por igual todas las adaptaciones cinematográficas que han seguido. Y es que a lo largo de estos años hemos visto de todo, habiendo altibajos tanto en las películas como en los personajes, siendo siempre cuestión de polémica la selección del siguiente actor que interpretará a Bruce Wayne/Batman. En aquel 1989 con Michael Keaton no fue la excepción, ya que incluso sin aún existir las benditas redes sociales se generó todo un escándalo por aquella selección. La gente puso miles de anuncios en los periódicos quejándose de Keaton, el estudio recibía cartas y cartas con la misma queja y pidiendo que lo quitaran del proyecto; al igual que en estos días, se recabaron firmas para impedir que interpretara al murciélago.
Recordemos que el actor venía de presentar con el mismo director Bettlejuice un año atrás, y se le asociaba más con la comedia. Pero el argumento de Burton fue que mostraba en sus interpretaciones una actitud nerviosa y atormentada, lo cual a su consideración era perfecto para el papel. Recordemos que años atrás en 1985 fue publicado “The Dark Knight Returns” de Frank Miller cuya historia y arte definieron el Batman oscuro y atormentado que conocemos actualmente y que quedó en el imaginario popular, y que además definitivamente influiría en esta película. Por todo esto Warner Bros. continuó apoyando la decisión de Burton. Aunque cuando ya se contaba con material y quizá solo como precaución, lanzaron en los estrenos de aquella temporada algunos avances de la película, los cuales sorpresivamente fueron bien recibidos. Así el proyecto de Batman continuó adelante. Otro punto clave fue sin duda la selección del villano, que en este caso había sido decidido sería el Joker; muchos nombres se mencionaron para este papel, desde David Bowie, Willem Dafoe, Tim Curry incluso hasta Robin Williams; quedando al final y como ya todos sabemos en manos de Jack Nicholson. Las buenas interpretaciones tanto del héroe como del villano, así como de todo el universo creado desde la imaginación del excéntrico director, colocaron en alto el género de superhéroes cimentando las bases que ayudarían a que se convirtiera en la industria millonaria que es hoy (a pesar de que Joel Schumacher por poco logra deshacer eso, para la franquicia y quizá hasta para el sub-género).
Como lo mencionábamos, este superhéroe y todo su universo nunca habían sido representados de la manera en que se retrataron aquí. Se recordaba al personaje en la pantalla en aquella época por la serie de los 60’s con Adam West, que no tenía nada que ver con el carácter frío y oscuro con el que se asociaría después gracias a Miller y posteriormente a Burton; y con lo cual se vería con otros ojos al cine de superhéroes ya que lo dotó con cierta seriedad con la que no contaba hasta ese momento. Otra cuestión fue que en los aspectos artísticos logró colarse en la temporada de premios de aquel año, la música de Danny Elfman (siempre presente en el cine de Burton) así como de Prince recibieron muy buenas críticas, e incluso el diseño de arte logró un Premio de la Academia. Aunque por supuesto, nada de esto hubiera sido lo que fue sin una enorme campaña publicitaria. Las marcas más famosas se sumaban a la fiebre del murciélago, y aquel fue el año de la “Batimanía”. Todo esto se tradujo en una taquilla excepcional, ostentó el récord de ser la primer película en recaudar durante sus primeros 10 días de exhibición más de 100 millones de dólares, y de ser la más taquillera basada en una historia de DC cómics (pero fue superada años después por The Dark Knight (Christopher Nolan,2005)). Este tremendo éxito dio pie a que ya entrada la década de los 90’s se estrenaran películas tales como su propia secuela Batman Returns (1992), La Sombra (1994), El Fantasma (1996), Capitán América (1991) y Los 4 Fantásticos (1994); algunas exitosas, otras pasaron sin pena ni gloria, pero sin duda fue Batman quien marcó un antes y un después, y habría trazado el camino a seguir para este sub-género.
Hacia el final de la década de los 90’s dos cintas más del Caballero Oscuro dirigidas por Joel Schumacher casi logran desaparecer la franquicia (fueron un fracaso tanto en crítica como en taquilla), siendo “rescatada” años después ya en los 2000’s gracias a Christopher Nolan, pero para aquel momento ya FOX y Sony habían hecho lo propio con los X-Men y Spiderman respectivamente. El camino estaba marcado, y desde entonces el cine de superhéroes (a pesar de los muchos detractores que pueda tener) ha evolucionado muchísimo y se ha consolidado como el sub-género altamente redituable que conocemos hoy en día; iniciado todo ello en gran medida por este clásico que recordamos a 30 años de su estreno.