Blackberry: Naces, Creces, Quiebras y Mueres.
El 2023 podría definirse como el año del “boom” de las biopics de emprendedores. “Tetris” y “Air” fueron dos grandes películas que, si bien tienen estilos completamente diferentes, comparten un objetivo común: el reconocimiento del esfuerzo de aquellos que, con corazón, inteligencia y fuerza de voluntad, materializaron sus ideas y transformaron el mundo.
En contraposición, Matt Johnson ofrece una historia cómico-trágica de los derrotados, y muestra el lado oscuro y pesimista del mundo empresarial tomando como punto de partida la trama del ascenso y caída de uno de los negocios que más dio de que hablar en los últimos tiempos, en este caso, Blackberry.
El ciclo de la vida
El protagonista principal es Mike Lazaridis, uno de los creadores principales de Blackberry, quien junto a su amigo Douglas forma una compañía llamada RIM. Sin embargo, debido a su nula capacidad de negociación y ventas, se ven obligados a contratar a Jim Balsillie, un empresario rudo, pero con una increíble capacidad para los negocios. Su alianza los llevará a escribir una de las historias más interesantes en el mundo de la tecnología.
Aunque muchos conocemos el final de la compañía, el triunfo de la película radica en una narrativa sencilla y que aborda la presentación del entorno social y la evolución de sus personajes, asociando la historia de Blackberry con una estructura clásica de nacimiento (inicio), ascenso (desarrollo), y caída (nudo y desenlace). La película muestra la evolución de cada aspecto, comenzando con un grupo de nerds canadienses cuya vida giraba en torno a noches de cine, videojuegos y computadoras, y concluyendo en una oficina donde los juegos de “niños” han sido olvidados, porque para hacer historia se necesita trabajar, como si representara el paso de la adolescencia a la adultez.
Si bien se mantiene el toque de documental con cámara en mano tipo found footage, mezclado ocasionalmente con planos fijos para dar una sensación de docu-ficción, a lo largo de la película se va modificando la paleta de colores y la iluminación. Al inicio, durante la creación de la empresa y la adolescencia, los tonos son más cálidos e incluso se conservan elementos vintage para dar un toque nostálgico. A medida que avanza la historia, la luz y el color se vuelven más sobrios, adquiriendo una mezcla de azules deprimentes. Incluso las escenas de las reuniones, en los primeros actos, pasan de tener tonos pasteles a volverse más oscuros y escuetos.
Este cambio en el escenario refleja también la transformación de nuestro protagonista, Mike, quien, en su búsqueda de éxito, parece haber vendido su esencia al diablo (representado por Jim, quien encarna el capitalismo más salvaje). Poco a poco, Mike sacrifica su personalidad para mantenerse en la cima de la pirámide, incluso traicionando sus propias convicciones. Mención especial para Jay Baruchel, quien se eleva por la caracterización.
Hablando de Jim, quizás podríamos denominarlo como el “guía” en este descenso a los abismos, pues es un personaje que nunca cambia en la cinta y que su sola presencia genera una atmósfera de incomodidad y temor. Es uno de esos casos donde la figura se termina volviendo parte del ambiente, convirtiéndose en el responsable en gran parte del conflicto de la cinta. Añadan la excelente interpretación Glenn Howerton, quien realiza una transformación física e histriónica de alto nivel.
Si le encontrará un “pero” a la cinta sería que al darle un tono documental y frío a la historia (que desde un principio se nota que es parte del objetivo al querer hacer una cinta más oscura), puede limitar la exploración psicológica o el contexto de los personajes (incluso omitir las tramas de algunas figuras secundarias), sin embargo, con los retratos pintados es suficiente para que la cinta cumpla su objetivo. Además, la parte de la comedia ayuda mucho a que la película sea más “alivianada”.
Blackberry, en su objetivo por plantear un lado más aversivo del emprendimiento termina por hacer variados e interesantes cuestionamientos
- ¿El mundo de los negocios es un tipo de darwinismo social dónde el más innovador, fuerte y astuto siempre triunfara?
- La vida de una empresa no es muy distinta a la vida humana, tiene un principio y un final, y así como Blackberry innovó y dio muerte a varias entidades, Apple transformó su concepto dándole muerte a Blackberry, y quizás el mundo empresarial funciona así, o te perpetuas dando continuidad e innovación a tus ideales o eres sepultado por los mismos.
- ¿Cuál es el camino a seguir en este mundo capitalista? ¿La transformación absoluta (como lo hizo Mike) para poder encajar por completo en este mercado? ¿O una pequeña evolución manteniendo en nuestro interior (lo que nos hace únicos) para destacar en este mundo?
Calificaciones
Guion: 2.8 – A pesar de su forma sencilla, su manera estructurada le permite lanzar varias analogías en su discurso, la mezcla comedia -tragedia está correctamente balanceada.
Dirección: 3.2 – Un buen trabajo, donde se destaca la fotografía especialmente asociada al lenguaje cinematográfico.
Actuaciones: 1.8 – Tiene dos buenas actuaciones que terminan por elevar la película especialmente la de Howert
Extras:0.4. – Nostalgia Finales de los 90’s y de los 00’s.
Calificación: 8.2 – Buena
En un contexto competitivo, la famosa frase de Steve Jobs “Las personas que están lo suficientemente locas como para pensar que pueden cambiar el mundo son las que lo hacen” puede sonar conmovedora e inspiradora en una primera línea. Sin embargo, en una segunda línea, esconde una historia oscura.
Como nos demuestra “Blackberry”, en un mundo de libre mercado postmoderno, donde la atención del consumidor es lo primordial, para que haya un vencedor tiene que existir un perdedor. La historia de Matt Johnson no es un cuento de hadas en el que el idealista cumple su sueño, sino una tragedia griega en la que el soñador acude al canto de las sirenas y termina ahogado en la locura. Es el despertar de la adolescencia a la adultez, pero también un recordatorio de que incluso el concepto más innovador puede tener fecha de caducidad.
El pesimismo de Blackberry demuestra que el cine tiene una dualidad interesante; puede ser tan edulcorante transformando una temática en algo inspirador, o puede ser tan agria que ese mismo tema puede volverlo crudo.
¿Y tú con cuál visión te quedas?