Bohemian Rhapsody: Una biopic ordinaria para una banda extraordinaria

Ver a Queen en el cine es algo trascendental. Han pasado casi 27 años desde que Freddy Mercury perdió la batalla contra el sida y desde entonces nada ha sido igual para la banda. El carismático y talentoso vocalista se convirtió rápidamente en una leyenda cuyo lugar jamás sería reemplazado en la historia del rock, dejando un hueco que busca reemembrar la nueva película Bohemian Rhapsody, la cual está centrada en la vida de Mercury en sus años con la exitosa agrupación.

Polémica desde su dirección, la cinta es dirigida por Byan Singer y Dexter Fletcher, llevando la historia desde los años 70 hasta el histórico concierto Live Aid en 1985. Una biopic del icónico Freddie Mercury y su llegada al éxito junto con su banda Queen, quienes revolucionarían el mundo de la música con su extraordinario sonido.

Bohemian Rhapsody es una celebración a la música de Queen. A lo largo de sus dos horas de duración, somos partícipes de la creación de grandes canciones que engalanan los minutos de la cinta, por lo que parecería imposible aburrirse cuando es inevitable que tus labios (y pies) se muevan casi inconscientemente durante la aparición de cada una de las piezas de su poderoso soundtrack. Fotografía, diseño de producción y vestuario e incluso actuaciones, parecen funcionar de manera correcta para que este relato sea lo más cercana posible a la esencia de la banda.

¿Por qué entonces me atrevo a llamarla ordinaria? Es importante aclarar que esto no significa que sea una mala película, sino que está elaborada de tal manera que no arriesgue, que siga el molde asegurado del género que la aleja de ofrecer algo más; así, presenta una historia que se siente muy superficial al no ahondar demasiado en detalles y optar solamente por mostrarnos lo más conocido. Es claro que no es una biografía de la banda como tal sino de su vocalista, es por eso que incluso este queda tratado de forma que solo podamos conocer una parte de su vida personal, centrándose más en una evolución musical que también se siente incompleta cuando no se presenta un contexto más amplio de los demás integrantes.

Definitivamente un filme que se disfruta más por su música que por su narración, Bohemian Rhapsody logra convertirse en un éxtasis musical al rendir tributo al magnífico concierto de la banda para el Live Aid, dejando, con sus 20 minutos finales, la sensación de que fuimos parte de una experiencia visual y auditiva inigualable, en la que Rami Malek hace su mejor imitación de Mercury para convertirse por unos minutos en parte de la historia.

Vale la pena ser parte de la crónica de una leyenda, más si ello te lleva a experimentar sus más grandes canciones en pantalla grande y con gran sonido (IMAX sugerido), de una manera que nunca antes se había transmitido. Una película imperdible para cualquier fan de Queen, aunque, ¿quién NO es fan de Queen?

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Acerca del autor

Kim Tobias   @kimm_tobias  

Enamorada del cine clásico y los guiones astutos. También odio los finales felices... ["La estimulación visual es la razón del cine. De otra manera podríamos simplemente apagar las luces y llamarlo radio" R.A.]


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