Borderlands: Otra pobre e insufrible adaptación de videojuegos
Para la adaptación de videojuegos de la temporada tenemos a Borderlands, un juego de disparos en primera persona que tuvo su lanzamiento por allá del 2009 y que alcanzó la popularidad rápidamente debido a su dinámica cooperativa y a su característica comedia “over the top”. Personalmente yo no lo he jugado, pero en palabras de mi ser amado, Borderlands es muy divertido y catalogable como dominguero, especialmente porque se puede jugar en equipo.
Borderlands gira en torno de una cazarrecompensas llamada Lilith, quien regresa al planeta de Pandora con el objetivo de salvar a una niña perdida, para lo que formará alianza con un grupo de locos inadaptados.
No hay que ser fan de la obra en la que se inspira Borderlands para darse cuenta rápidamente que esta película carece de cualidades y está destinada al fracaso. A pesar de contar con un electo que pareciera muy variado y atractivo: Cate Blanchett como protagonista al lado de Jamie Lee Curtis, Jack Black y Kevin Hart; son precisamente sus personajes los que carecen de cualquier encanto y/o motivaciones creíbles dentro de su realidad, el cual además se siente bastante soso.
El mundo que se nos presenta en Borderlands tampoco está bien delimitado, al proporcionarnos poco de su contexto y el desenvolvimiento de su entorno. Dicho esto, tenemos que quedarnos con la noción de una trama bastante genérica basada en el cliché del elegido, aunado a un villano que parece haber salido como premio en un cereal y que casi pudo haber sido omitido por completo.
Así de irrelevante parece la historia, que aunque está centrada en un grupo de desconocidos que van desarrollando una amistad conforme se avanza el filme, irónicamente es este es uno de sus elementos más flojos, pues la conexión y hermandad entre este grupo de freaks no es para nada verosímil, resaltando la poca química y empatía que se crea entre nuestro equipo de “héroes”.
Eso sí, lo peor de la película es su sentido del humor; mientras que el videojuego está caracterizado por una comedia sencilla y boba, esto no se traslada de forma adecuada a la pantalla grande y es aquí donde Borderlands se vuelve insufrible, pues jamás es capaz de asertar en alguno de sus chistes (en especial los del robot Claptrap), creando esta especie de incomodidad mezclada con pena ajena.
Y para acabar de destrozar esta fallida adaptación, me atrevo a decir que encima de todo es aburrida, ni siquiera sus escenas de acción la sostienen al dejar mucho que desear con ese CGI tan genérico como su misma narrativa, que para sorpresa de nadie, esconde un giro de tuerca tan predecible como cliché.
Borderlands no vale la pena ni como cinta dominguera, un total desperdicio que dudo mucho sea fiel a su fuente de inspiración y que fuera de acercarte a ser un nuevo jugador de su franquicia genera el efecto contrario. Una aventura desalmada que será recordada como una de las peores adaptaciones de videojuegos de todos los tiempos.
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