Bright: Porque no todo pasa en la Tierra Media
Desde que vi el primer tráiler de Bright sabía que iban a pasar dos cosas: La crítica no la iba a comprender y me iba a gustar mucho.
El mundo está cambiando a una velocidad muy grande, no todos podemos seguirle el paso y las reglas están cambiando. Hace unos años en este mismo blog se publicaba un artículo donde personalidades del medio como Spielberg y Lucas profetizaban el fin de la burbuja del cine a causa de las mega producciones. Pero ellos no fueron los únicos en señalar este problema, uno de los tres amigos (no recuerdo si fue Cuarón o Iñárritu) comentaban que estas tendencias habían matado el Cine Clasemediero, ese cine que entrega cintas cuyo único y principal objetivo era entretener.
Pues tal parece ser que Netflix ha salido a rescatar este mercado, y aunque ha intentado acomodar producciones en certámenes de arte, también ha llenado su catálogo con películas palomeras y Bright no es la excepción.
Tomando como base los universos fantásticos de sagas literarias como Rachel Morgana, en las cuales los seres humanos conviven con otras creaturas fantásticas, y la magia aún está presente pero solo en seres de gran poder y la mayoría de la población le teme, el director David Ayer y Max Landis se encargaron de poner en escena una película arriesgada en donde un grupo de elfos renegados conocidos como los Inferni (Drows o elfos oscuros para los que sabemos) están haciendo todo lo posible para traer de vuelta al Señor Oscuro. Con un argumento así necesitas un buen elenco para que no te escupan en la cara y por eso recurrieron a actores con experiencia como lo son el carismático Will Smith (Daryl Ward), el veteranazo Joel Edgerton (Nick Jakoby) y la siempre correcta Noomi Rapace, quienes cargan con el peso y la dinámica del filme y lo solventan de manera adecuada para entregar lo que todo película aspira: Entretener.
La historia aparte de sonar como cualquier partida de Dungeons and Dragons, cuenta con sus propios elementos para distinguirse entre las incontables historias de “espada y brujería” y no pierde su oportunidad para hacer sus guiños a los eternos problemas actuales como el racismo y la diferencia entre las clases sociales que lejos de sentirse como muy moralina o progesista, ayuda a que el relato no se sienta un poco más aterrizado de lo que muchos han de imaginar.
La Crítica Oscura
Este año la crítica especializada ha estado bajo un duro escrutinio por parte del mundo por su excesivo protagonismo; hace unas semanas elevaban como lo mejor de Star Wars al insípido y poco atractivo episodio VIII y ahora se desquitan de manera excesiva con este filme de David Ayer, lo cual los aleja aún más de un público que no termina de comprender como diablos es que valoran las películas.
Antes de brincar a la chairo conclusión de que son críticos vendidos, existen factores muy importantes como el desconocimiento del género y puede que algo de coraje hacia el director (y Netflix) antes de llegar a las conclusiones de conspiraciones. Sea cual sea la razón, es injustificada.
En resumidas cuentas
Bright está lejos de ser la película del verano o el estandarte de los filmes del género fantástico, pero eso no le quita la frescura que aporta al género ni lo entretenida que es de principio a fin.
Cheers!