Buscando Justicia: Una más de abogados
¿Qué pasa cuando una película pide a gritos desesperados que el Oscar la nomine? “Buscando Justicia”, la nueva película de Destin Daniel Cretton (Glass Castel) tiene todos los elementos que a la Academia le gusta premiar, pero…
Basada en hechos reales, narra la historia de Bryan Stevnson (Michael B. Jordan), un abogado recién graduado de Harvard, que a finales de los 80 se asienta en un pequeño pueblo de Alabama con el propósito de brindar ayuda legal a aquellos presos que han sido condenados a la pena de muerte. Ahí, toma el caso de Walter McMillan (Jamie Foxx), un leñador que fue acusado en falso por el asesinato de una adolescente blanca de 18 años; a pesar de las evidencias que apuntan a que Walter no cometió el crimen, lo condenan a la silla eléctrica. Así en su tercer tercio, la película se convierte en una cinta de abogados recitando grandilocuentes discursos frente a la corte.
La película está hecha para el lucimiento de sus actores; por un lado como secundario Foxx muestra su rango en papeles dramáticos, como en Ray, y por otro el de Jordan, como un inexperto pero idealista abogado recién egresado, donde no la tiene fácil y donde el racismo está hasta en la misma policía.
Si bien Jordan demuestra que puede hacer otro tipo de papeles, parece que aquí no tiene el suficiente apoyo del guion para demostrarlo, y aquí es donde la película pierde, ya que Cretton (director y guionista) se enfoca demasiado en el caso de McMillan, olvidándose en ocasiones del personaje de Jordan, al igual cómo el personaje de Brie Larson, que queda relegada o solo parecer anecdótico.
Así al tener un tema tan potente como el de el racismo dentro del sistema judicial, donde se dice que los jueces declaraban culpables a gente de color solo por que de aspecto ya parecían culpables sin necesidad alguna de evidencia que lo demostraran, Cretton se olvida de su personaje principal y cae en el melodrama lacrimógeno de película de Hallmark channel.
Aun así, el mensaje es claro, que la policía al ver superada su ineptitud, toma a un inocente y lo declara culpable de un crimen que no cometió, siendo en 1989 o 2020, un tema que se sigue repitiendo.